VIOLENCIA INSTITUCIONAL

Bajo Flores: denuncian que policías ingresaron a un bachillerato popular y generaron destrozos

Desde el bachillerato y casa comunitaria informaron, también, que les robaron “aceites y bolsas de comida que pertenecen a la comunidad”. “Denunciamos el atropello que hemos vivido como institución educativa comunitaria”.

En la madrugada de hoy, efectivos de la Policía Federal ingresaron sin orden judicial a la vivienda donde funcinoa el Bachillerato de Educación Popular y Casa Comunitaria Bajo Flores, ubicado en la manzana 10 casa 133, barrio Ricciardelli (1-11-14). Según el propio relató de los trabajadores de la institución, la Policía estaba buscando a un prófugo, que nunca encontró.

“Rompieron la puerta, tiraron una bomba de gas y destrozaron lo que encontraron en el interior: libros en la biblioteca, cajas de comida, paredes de durlock”, comienza el relato de denuncia que emitió la institución. Luego, agregaron que los efectivos “buscaban a un prófugo de la justicia, pero sólo se encontraron con juguetes, pizarrones, biblioteca y comida que se entrega al barrio”.

La institución del barrio porteño de Bajo Flores es conocida por su trabajado comunitario: “Nuestres vecines nos conocen, muches de elles han completado sus estudios aqui y hemos compartido ferias, locros, bandas de música, bingos, fiestas de egresades, kermeses en la Chapatín o un mate tanto en el Bachi como en los pasillos o en las casas de les compas”.

“Si la federal estaba buscando un prófugo, no precisaba destrozar nuestra escuela para ello ni robar aceites y bolsas de comida que pertenecen a la comunidad”, denunciaron. “Este atropello a la educación y espacio de encuentro del barrio es una muestra (no gratis) de la violencia institucional legitimada que se manifiesta cotidianamente en este territorio”, advirtieron.

El comunicado explica que “bajo el pretexto de buscar un prófugo se naturaliza la violación de nuestros derechos y la destrucción de un espacio comunitario y educativo ganado y construido por les vecines y compas del barrio”. “Denunciamos el atropello que hemos vivido como institución educativa comunitaria y que como espacio se respira cotidianamente. El Estado es responsable”, concluyeron.

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