MEDIO AMBIENTE

En El Club del Desapego podes intercambiar ropa, libros y objetos

Macarena es la ideóloga y organizadora del Club del Desapego. La idea es intercambiar ropa, libros, vajilla, objetos y plantas y de esta manera generar una nueva economía.


Entrevistamos a Macarena, la organizadora y creadora del Club del Desapego donde se busca intercambiar ropa, libros, vajilla, objetos y hasta plantas que ya no necesitamos por otras cosas que nos hagan falta. Los encuentros se realizan una vez al mes en plazas de distintos barrios.
 
¿Qué es El Club del Desapego?
El Club del Desapego consiste en encuentros de intercambio de ropa, libros, objetos y otros. Existe y tiene vida gracias a sus participantes, sin las personas que forman el club que es la comunidad misma, no existe. Cada miembro del club se desapega, a conciencia, de lo que ya no usa, de lo que nunca usó, con el fin de llevarlo a los encuentros y que ese objeto, ese libro o lo que sea, pueda encontrar un nuevo hogar, en el cual le den el uso que se merece.
El Club no solo existe en los encuentros sino que también es parte de un todo, porque lo importante es el momento previo en el que cada persona, cada familia, cada pareja, hace una revisión de sus hábitos de consumo, de todo lo que tiene en su casa, porque muchas veces no tenemos plata pero tenemos muchas cosas, todos tenemos cosas que ya no usamos, haciendo una revisión nos damos cuenta que otra persona lo puede llegar a necesitar y yo puedo tener algo que no tenía.
 
¿Cómo surgió la idea de armar el Club?
Surge de algo que yo llevo a lo largo de mi vida conmigo. Soy hija única y cuando era chica recibía la ropa de mis primas cuando crecían y ya nos les quedaba y yo a su vez se la daba a una amiga y así circulaba. Es algo que tengo internalizado en mí, tengo el hábito de recircular.
Esto lo hago desde hace mucho tiempo, primero empecé con grupos cerrados de amigos, amigas, amigues. Yo viví unos años en Villa General Belgrano, en Córdoba, que es un pueblo y la gente se conoce, armé un grupo que se llamaba Intercambio de Ropa, nos juntábamos una vez por estación (otoño, invierno, primavera, verano) para sacar la ropa que no usábamos más, nos encontrábamos al principio en casas y después en plazas. Se empezó a sumar gente que no conocíamos y el grupo creció. Cuando llegué a Buenos Aires, me faltaba ese espacio de intercambio, entonces decidí abrirlo a la comunidad.
El Club del Desapego lo conformé con mis amigas Renata y Fernanda, que son mi apoyo en todo, el primer encuentro fue el 24 de septiembre de 2018.
 
¿Te preocupa el medio ambiente y la crisis climática que está viviendo el planeta?
Sí, mucho. Reduje los hábitos de consumo. El vivir en una ciudad te lleva al consumo constante. Como viví mucho tiempo en las Sierras cordobesas, aprendí mucho y puedo vivir con muy poco.
Es muy difícil que yo pueda cambiar el mundo, que pueda detener todo el daño que hemos hecho a los animales, a la tierra, a nosotros mismos como habitantes de este plantea, pero creo que cada uno, desde el lugar donde está, puede reducir los daños que se producen, ya sea teniendo hábitos de consumo más responsable, haciendo compost, separando los residuos, comiendo solamente frutas y verduras de estación, usando bolsas de tela, reciclando el plástico. Todo lo que podamos hacer es válido. Podemos poner nuestro granito de arena y contagiarlo.
 
¿Qué se genera en El Club del Desapego?
Cuando hacemos los encuentros del Club del Desapego, se forma algo fantástico donde muchos desconocidos, porque generalmente no nos volvemos a encontrar los mismos grupos de personas, intercambiamos de manera feliz.
 
¿Tienen un valor asignado los objetos que se intercambian?
No somos como los clubes de trueque o las gratiferias, no damos una cosa por otra, no le damos valor a las cosas, el valor se le da a las cosas que se usan. Me ha pasado de llevar valijas llenas y me llevo tres cosas, porque en realidad el fin no es esto por esto, eso es capitalismo. El fin es todo esto no lo uso, no me sirve, me ocupa lugar en mi casa, ¿para qué acumular? Vivir con menos es una de las premisas del Club del Desapego, es más fácil, más simple, más práctico. No significa ser minimalista y no tener nada, pero todo eso que me ocupa lugar lo puedo cambiar por algo que realmente necesite o lo puedo dejar ir y que la gente lo agarre.
 
¿Cómo es el funcionamiento de los encuentros?
Una vez que uno llega a los encuentros, deja las cosas que llevó, se desapega, quedan ahí y el que agarra tiene que pensar si realmente lo necesita y le va a dar un uso. Nadie vigila si alguien trajo tal cosa y quien se lleva tal otra, no hay control sobre eso. Si hay control en que las cosas tienen que estar limpias y en buenas condiciones, sino se saca. Todo lo que sobra en los encuentros lo donamos.
El Club del Desapego funciona, en un mundo ideal sin pandemia, el último domingo de cada mes. Elegimos ese día porque es un día triste y melancólico. No se utiliza dinero. Comenzamos en espacios culturales como centros culturales y teatros, ahora lo hacemos en espacios abiertos como plazas.
La gente llega con sus desapegos, que tienen que estar limpios y en buen estado, nada roto ni vencido, asignamos lugares para la ropa, para los objetos, y dejamos el desapego, una vez que se dejó ya no es mía, no me pertenece, sino que pertenece al Club. Cada participante las revisa y si les sirven, se las lleva. Pasan cosas muy lindas. Los encuentros duran dos o tres horas. Es muy divertido.
 
¿Pueden participar de los encuentros personas que no lleven nada?
No, no pueden participar quienes no lleven nada porque la condición es desapegarse, sino es una gratiferia, si o si tenés que llevar algo. La idea del Club es que yo dejo lo que no uso más y agarro algo a conciencia.
 
¿Ahora en pandemia están realizando los encuentros?
No, en este momento no nos estamos juntando, pero sí nos encontramos a fin del año pasado y principios de este en plazas, en espacios públicos. Me gusta que sea en estos lugares porque es más amplio y porque antes nosotros poníamos unas mesas y ayudábamos a acomodar todo junto y ahora, para cuidarnos, la consigna es que cada persona lleve su manta con sus cosas, entonces no mezclamos tanto. Rotamos de barrios.
 
¿Qué proyecto tenés a futuro?
Lo que quiero lograr es llevar el Club a todos lados, generar una nueva forma de economía y de encuentro social en las comunidades porque hace falta, ni hablar en esta crisis por la pandemia y la economía. Me parece que cada comunidad, cada barrios, cada escuela, debería tener su Club del Desapego. No se cómo lograrlo todavía, tengo un proyecto armado, tengo registrada la marca, me parece que este es el camino, la solución. Hay muchas cosas hechas, mucha ropa hecha, mucha vajilla hecha, para qué comprar nuevo, intercambiemos lo que tenemos que es un montón, usemos lo que realmente necesitemos. Tengamos lo justo y necesario. Generemos un tipo de economía basada en el intercambio del desapego, no en trueque ni en bonos, sino mero encuentro con el otro, en comunidad.
 
Podés encontrar al Club de Desapego en las redes sociales y enterarte de los próximos encuentros:
Facebook: El club del desapego
Instagram: @elclubdeldesapego
 


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