CIENCIA FICCIÓN

¿Qué es la Sociedad Steampunk Argentina?

Se reúnen mensualmente para intercambiar información, vestuario y libros. Usan objetos, ropa y accesorios propios del principio de la revolución industrial.


El steampunk comenzó como un movimiento literario de ciencia ficción derivado de algunos escritores del cyberpunk, que tuvo al escritor estadounidense K.W. Jeter como artífice del término. La influencia de escritores como James Blylock, Tim Powers y el mismo Jeter, se fusionaron con obras literarias del siglo XIX como “20.000 leguas de viaje submarino”, de Julio Verne, “Frankenstein”, de Mary Shelley o “La máquina del tiempo”, de Herbert George Wells. Y así nació el género steam, que quiere decir “vapor” en castellano y hace referencia a la pasión por la maquinaria desarrollada durante la revolución industrial como así también a la vestimenta y accesorios de la época.
 
La historia de la Sociedad Steampunk Argentina comienza en el Foro de España, lugar predilecto para los steamers hispanohablantes, en 2009. Luego, los pocos argentinos aficionados del género que frecuentaban el foro se ponen en contacto, empiezan a organizar reuniones y crean un grupo público de Facebook.
 
En 2010 los miembros del grupo empezaron a interactuar muy asiduamente, compartiendo antigüedades que encontraban o tenían guardadas, fotos de lo que hacían otras comunidades Steampunk del mundo, vestuarios y artilugios hechos por ellos mismos y curiosos datos históricos de la Argentina. Después de intercambiar mensajes y conocerse por sus alias, decidieron reunirse cara a cara, es así que el 27 de noviembre de 2010 se organiza la primera reunión.
 
Hoy el grupo en Facebook de la Sociedad Steampunk Argentina nuclea a más de 7000 miembros virtuales, pero son pocos los que participan de las reuniones y eventos cara a cara. Desde este grupo se da a conocer parte de la información de este movimiento retrofuturista victoriano. El día internacional oficial del steampunk es el 14 de junio, fecha en la que el matemático británico Charles Babagge presentó la máquina diferencial en la Royal Astronomical Society de Londres, en 1822.
 
El grupo se reúne mensualmente en lugares de interés histórico, en donde se discute sobre los orígenes del movimiento, si hay o no una asociación que rija el universo steampunk y hasta dónde puede llegar el amor por el retrofuturismo. Los miembros  confeccionan su propia vestimenta y accesorios como anteojos, relojes, corsets, camisas con volados, sacos largos, chalecos.
 
“Algunas prendas las armo de forma desmontable de manera que las pueda pasar a un modo ‘normal’ y si voy a alguna reunión steampunk le agrego una capa, sobretodo o galera”, explica Ernesto. “No me las arreglo tanto con el cuero o la madera, sí con la tela, me tuneo la ropa. A esta camisa le saqué todos los botones y se los cambié, ya venía con los volados”, agrega Leopoldo que gusta vestir como un aristocrático de la época.
 
Lo cierto es que el steampunk no tiene mucha alternativa para su indumentaria, a excepción de tiendas virtuales como Dream Emporium, donde se hacen trajes a medida, o en Ritzy Birds, para conseguir sombreros a la moda.
 
Con respecto a los accesorios, en Facebook hay muchos puntos locales para poder llegar al look de un steampunk. Los sitios como Artilugio, Poetry of Demons, Hollow Heads y hasta el diseño de armas del Taller de Hefesto sirven para la ocasión. Para los más avanzados y que se den maña con la mecánica están los tutoriales de Jake von Slatt que muestran el uso de instrumentos y máquinas steampunk a las que definió como “tecnología + romance”.
 
Existe un pueblo completamente steampunk, Oamauru, una pequeña ciudad agrícola de Nueva Zelanda, donde en 2016 se consiguió el récord Guinness con la mayor reunión de fanáticos del género. “Hay pueblos abandonados, tomados por el steampunk como si fuese una exposición abierta, al estilo Lejano Oeste. En nuestro caso, en Buenos Aires con su combinación arquitectónica de Art Nouveau o Art Decó nos sentimos a gusto en zonas cercanas al cementerio de la Recoleta. La idea es recrear aquel tiempo que pasó. La ciudad de La Plata es hermosa”, cuenta Santiago.
 
Cuando participan de ferias y desfiles, muchos se acercaban para sacarles fotos y se preguntaban de qué están “disfrazados”, algo que no les caería muy bien si se lo dijeran cara a cara. “La gente te mira con gesto raro y no se ven a ellos, todos con jeans sucios, rotos, las chicas con calzas que les quedan mal. Si me preguntan qué hago vestido así, les contesto: ‘Así se vestía tu abuelo’. Vestirse bien no tiene nada que ver con lo contemporáneo, si alguno viene a criticar, le digo que se mire a un espejo”, dice Esteban, lookeado con un sobretodo azul, similar a la de un marinero de época y a quien le hubiera gustado haber nacido 100 años atrás.
 
Los jóvenes del grupo recomiendan acercarse a libros contemporáneos para saber más sobre el steampunk, como “Against the Day”, de Thomas Pychon; “Boneshaker”, de Cherie Priest; “Mortal Engines”, de Philip Reeve y la serie “Steampunk”, que recopila historias de varios autores.
 
Todos aquellos amantes, seguidores, entusiastas o simplemente quienes deseen conocer más acerca del grupo, son bienvenidos. La política es abierta e incluyente con respecto a otros retrofuturismos (Steampunk, Dieselpunk, Atomicpunk, Clockpunk, etc.) y buscan la interacción, no solo entre los usuarios del país, sino también con otras comunidades latinas y del resto mundo, “creemos que el intercambio nos enriquece y nos ayuda a tener una visión más amplia acerca de diferentes conceptos. Somos ante todo, una comunidad basada en el respeto y la tolerancia, y buscamos compartir los diferentes aspectos que abarca este movimiento, ya sea literatura, arte, historia, moda, música, cine, etc.”, explican desde el grupo de Facebook.
 
Contacto en Facebook: Sociedad SteamPunk Argentina
 


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