COMUNA 6

El barrio de Caballito festejó sus 199 años

El sábado pasado, en el club Ferrocarril Oeste se celebró el 199° aniversario del barrio de Caballito.


El sábado, por la noche, pasado se llevó a cabo un gran festejo con la presencia de más de 300 personas en la sede social del club Ferrocarril Oeste. Durante el evento se dieron cita numerosas figuras destacadas de la cultura, la política y el deporte del barrio de Caballito.
 
El motivo fue festejar los 199 años del barrio de Caballito, como una especie de precuela de lo que pueda ser el tan esperado festejo del barrio en su bicentenario el año próximo.
 
La iniciativa estuvo impulsada por el comunero Osvaldo Balossi, quien integra el Área de Participación Vecinal de la Junta Comunal 6. Contó con el aporte de decenas de vecinos y vecinas para la selección de quienes fueron los homenajeados de la noche, organizaciones y personalidades destacadas del barrio de Caballito.
 
Así fue como se entregaron más de treinta distinciones entre las cuales se destacaron la Comisión de Mujeres del Club Ferrocarril Oeste; la organización Oeste Solidario; el histórico vecino del barrio y dueño de uno de los bares más emblemáticos, El Buzón, Felipe “Todo” Evangelista; a la directora del medio barrial Mariana Bussio; a la Asociación de amigos del Tranvía; la escuela de futbol femenino Las Fulbitas; el reconocido Club Premier; la feria de Libros de Parque Rivadavia; y hasta una distinción para Miguel Ángel “Tití” Fernández, que no pudo estar presente pero envió un afectuoso video de agradecimiento.
 
La lista de reconocimientos fue extensa, pero se palpó alegría y fraternidad en la sede social de Ferro. La entrega de los diplomas estuvo a cargo del legislador porteño Javier Andrade, la presidenta de la Auditoria de la Ciudad, Mariana Gagliardi y el comunero Osvaldo Balossi.
 
Finalizando la noche, se acordó conformar un espacio para garantizar que Caballito tenga el festejo de cumpleaños que merece en el marco de su Bicentenario. Queda un año entero por delante y las organizaciones sociales, culturales, deportivas y políticas ya se encuentran trabajando en ello.
 
Los primeros datos históricos sobre la zona del actual barrio de Caballito se remontan a los títulos entregados por el gobernador Hernandarias a comienzos del siglo XVII, repartiendo diversos terrenos en el lugar a los capitanes don Pedro Hurtado de Mendoza, don Diego de Trigueros y don Domingo Griveo, al regidor don Juan de Vergara y a don Bernardo de León, quienes probablemente jamás vieron estas propiedades en toda su vida.
 
Hacia el siglo XVIII, estas tierras ya se encontraban trabajadas por esclavos negros, que cultivaban diversas quintas con productos como duraznos, membrillos y vides. Existían también algunos pocos hornos para producir ladrillos. El fraccionamiento de las heredades con el paso de las generaciones llevó a la zona a convertirse en un espacio de quintas que raramente superaban las diez hectáreas.
 
A medida que Buenos Aires comenzó a expandirse desde el casco fundacional hacia el oeste, especialmente a partir de la mitad del siglo XIX, la zona que ya era conocida por la Pulpería del Caballito fue poblándose y urbanizándose. Pero el gran impulso para el lugar llegó luego de la construcción del Ferrocarril del Oeste, la primera vía tendida en Buenos Aires e inaugurada en 1857 conectando un corto trayecto desde la actual Plaza Lavalle hasta la estación de Floresta, pero que en pocos años se extendería hacia el interior de la Provincia de Buenos Aires.
 
Las clases altas porteñas tenían sus quintas de descanso en esta zona aún suburbana, que llegaba hasta el pueblo de San José de Flores, hoy Flores, y utilizaban el ferrocarril para trasladarse desde sus casonas en el centro en los fines de semana. Pero con el paso de los años y las corrientes migratorias que llegaron desde toda Europa, especialmente luego de 1880, el barrio acentuó su urbanización y las quintas fueron desapareciendo, loteadas para su venta como terrenos para edificar. En la primera mitad del siglo XX, Caballito se definió como un barrio de clase media y media-alta, con algunas excepcionales mansiones de la burguesía comercial que había llegado con la misma inmigración europea.
 
Caballito tuvo su consolidación final con la inauguración del tranvía subterráneo de la Compañía Anglo-Argentina, que se extendió hasta la Plaza Primera Junta a finales de 1914. Así, quedó conectado con un transporte novedoso y muy veloz con la Plaza de Mayo y el microcentro de la ciudad, viviendo un auge de la construcción que trajo los primeros edificios de departamentos y transformándolo en uno de los favoritos de la clase media profesional y comercial. La zona de Primera Junta se consolidó como núcleo comercial y de transporte, y la esquina de la Avenida Acoyte y Rivadavia se transformó en el corazón del barrio, especialmente luego de la inauguración del Parque Rivadavia en 1928.
 
 
 


COMENTARIOS