CULTURA

Por qué y hasta cuándo permanecerá cerrado el emblemático cine Gaumont

Las obras de reparación comenzaron durante la gestión anterior, pero quedaron inconclusas. “Seguir así era una locura tanto para el público como para los obreros, hubiera sido un desacierto”, advirtió Luis Puenzo, presidente del Incaa.



Desde el martes, la comunidad de productores y directores de cine independientes en Argentina está en estado de alerta. Porque a través de un comunicado los actuales responsables del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), presidido desde el 20 de diciembre por el cineasta y productor Luis Puenzo, anunciaron que el emblemático Cine Gaumont, ubicado en Av. Rivadavia 1635, frente a la Plaza de los dos Congresos, cerrará sus puertas durante dos meses.

¿El motivo? Completar las obras de reparación que comenzaron en septiembre pasado, durante la gestión anterior. “Evaluando el estado de los avances de la reparación del cine, sumado al riesgo que hubiera implicado continuar las obras permitiendo la afluencia de espectadores al edificio, las nuevas autoridades han decidido suspender las funciones a partir del jueves 13 de febrero y re-inaugurar el complejo una vez puesto en valor, el 9 de abril”, anunciaron las autoridades, según consignó Página 12.

La obra incluye “cuestiones edilicias estructurales y urgentes”, como el refuerzo de cielorrasos o paredes, así como la “implementación de medidas de seguridad e higiene adecuadas, como sistema de incendios y planes de evacuación”.

Para la comunidad cinéfila, el cierre del espacio durante 60 días complica el ya apretado calendario anual de estrenos, en el lugar por el que pasan casi todas las películas argentinas que se estrenan cada temporada, en algunos casos como única pantalla de exhibición.

“Cuando los responsables anteriores nos informaron el plan de obra en del Gaumont, dijeron que lo que estaba en reparación era la Sala 1”, informó Puenzo en diálogo con Página 12. “Pero cuando fuimos a ver supimos no solo que ese trabajo no se iba a terminar pronto, sino que recién ahí nos enteramos que después todavía faltaba empezar con los arreglos en las salas 2 y 3. Nos dimos cuenta que continuar con las salas abiertas era inviable”, agregó. “Cuando nos reunimos con la empresa constructora nos informaron que las obras fueron muy lentas porque nunca dejó de entrar público a las salas, con el riesgo que eso representaba, y que por eso se avanzaba a razón de dos o tres horas por día”.

“Hay zonas de las salas donde directamente se llueve dentro del cine, porque los techos están muy dañados. Tanto que en cualquier momento podía pasar que además de lloverse empezaran a caer pedazos de mampostería. Y como se trata de un lugar público debemos tener los máximos cuidados para poder albergar a los espectadores en términos seguros y razonables”, remarcó el funcionario. “Seguir así era una locura tanto para el público como para los obreros, hubiera sido un desacierto. Por eso también firmamos un convenio caucionado con la constructora, en el que la fecha de terminación de las obras está garantizada para poder reabrir efectivamente el 9 de abril. Es lo que se debería haber hecho de entrada”, concluyó Puenzo.

El director de La historia oficial consideró que la gestión anterior realizó las obras sin cerrar y a paso lento porque “no quisieron pagar el costo político de cerrar un espacio de la importancia del Gaumont. No veo otra explicación”. 

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