TRANSPORTE

Cada vez cuesta más conseguir las bicicletas gratuitas

Se instaló como medio de transporte entre los porteños, pero el sistema de bicicletas públicas no dan abasto a la demanda.


El Gobierno de la Ciudad dio por concluido el proceso de ampliación del sistema de bicicletas públicas porteñas, EcoBici​. Con seis meses de retraso, se llegó al número de estaciones, bicicletas y barrios que se habían planteado como objetivo. El plan apuntó a ampliar una forma de movilidad sustentable que, luego de diez años, se encuentra totalmente afianzada entre los porteños, informa Clarín.
 
Las bicicletas naranja, las que identifican a un banco de origen brasileño, son más livianas, más seguras y tienen cambios, a diferencia de sus predecesoras amarillas. Sin embargo, el sistema no da abasto a la demanda. Hay estaciones que pasan la mayor parte del día sin una sola bicicleta anclada. Sucede en barrios como Palermo, San Nicolás, San Telmo, Monserrat y Recoleta; pero también en los barrios más alejados del centro, como Barracas, La Paternal, Villa Urquiza, Coghlan, Villa Crespo o Belgrano.
 
Cuando los usuarios van al mapa de la aplicación, se encuentran casi invariablemente con un cartel negro, el que indica que hay "0" bicicletas en la estación elegida. Ocurre incluso durante la noche y aún en la madrugada.
 
Actualmente el sistema posee 400 estaciones, 4.000 bicicletas y llega a 38 de los 48 barrios porteños. Desde la Secretaría de Transporte y Obras Públicas de la Ciudad explican a Clarín que son días complicados para los usuarios: "La cantidad de bicicletas operativas puede verse reducida durante estos días. Se les está colocando GPS con sistema de rastreo satelital en tiempo real. La idea es detectar la ubicación del rodado para mejorar la logística y funcionamiento del sistema". Sucede que entre que la bici se va al taller y regresa a la calle, pueden pasar entre 24 y 48 horas.
 
Una de las preocupaciones de la empresa, y de la Secretaría de Transporte, es el vandalismo. Si bien las estaciones están disponibles y funcionando todos los días, a todas horas, hay algunas excepciones. Como es el caso de la que está en Iriarte y Vélez Sarsfield, en Barracas: se encuentra ubicada en una plaza con rejas, que se cierra durante la noche. Esta estación, junto a otras ubicadas en la misma zona y también en Parque Patricios, las bicicletas públicas son muy utilizadas para llegar a las estaciones Hospitales, Caseros e Inclán de la línea H de subte.
 
Otra modalidad que ha mostrado la vulnerabilidad del sistema es el "robo de códigos": cuando una persona le mira el código de desbloqueo a un usuario -que es sencillo y se ve con números grandes en la pantalla de un teléfono- y lo utiliza en una bici anclada en la misma estación. A veces, estas personas usan el rodado y lo devuelven, pero otros no, las roba. Lo que claramente perjudica al usuario registrado.
 
En estos días al abrir la app podrán verse algunos cambios, por ejemplo el agrupamiento de estaciones por barrio. O la selección de un atajo para ser redirigido a la red de ciclovías y bicisendas. También se agregó una validación del número de celular, para mejorar la conectividad.
 
Por otra parte, el Gobierno porteño está colocando cámaras de seguridad en las estaciones. La empresa que tiene la concesión del sistema, Tembici, también podrá visualizarlas en tiempo real. Además, estas cámaras graban.
 
El sistema público de bicicletas tiene en este momento 615 mil usuarios registrados, el 77% de los cuales se registraron a través de tarjetas de crédito. El resto lo hizo con la constancia de un servicio. Entre todos ya llevan acumulados 6 millones de viajes. En promedio se realizan unos 30 mil viajes por día. Los usuarios más habituales tienen entre 25 y 33 años (representan el 35,7%) y el 52% son mujeres. Mientras tanto, las estaciones con mayor movimiento son las de Constitución, Parque Las Heras, Pacífico, Ecuador y Mansilla (Recoleta) y Congreso.
 
Para usar las bicis hay que registrarse, desde la Web o la APP Baecobici. El tiempo de uso es de 1 hora (de lunes a viernes) y de 2 horas (los fines de semanas y feriados).
 
Las bicicletas tienen un diseño liviano, ergonómico y robusto. Están diseñadas para un uso intensivo. Tienen el sistema “Rollerbrake”, que garantiza frenadas más seguras, poseen luces LED integradas que se encienden cuando el ciclista empieza a pedalear. Las ruedas son reforzadas y cubiertas con sistema anti pinchadura. El asiento es resistente a la intemperie. El manubrio está reforzado con protector de cables. Cuentan con un canasto para trasladar objetos personales, pedales metálicos y antideslizantes y un timbre.


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