DECLARACIONES

Lammens: “Teníamos un gran desafío que era amigar a la familia progresista y lo hemos hecho”

“Salga como salga la elección del 27 de octubre y el balotaje, ya cambió la política en la Ciudad de Buenos Aires”, afirmó el candidato a jefe de Gobierno por el Frente de Todos.



“La mayoría de Buenos Aires es progresista, independientemente de la preferencia electoral por el macrismo en estos años que tiene que ver más con errores de nuestras fuerzas que con virtudes de ellos. Y creo que teníamos un gran desafío que era amigar a la familia progresista y lo hemos hecho. Así que salga como salga la elección del 27 de octubre y el balotaje, ya cambió la política en la Ciudad de Buenos Aires”, dijo Matías Lammens, candidato a jefe de Gobierno por el Frente de Todos.

En una entrevista para el diario cooperativo Tiempo Argentino, agregó: “Lo hemos logrado y ojalá que esto se mantenga porque tenemos que construir un frente que sea bien amplio y exprese a la mayor cantidad de sectores que integran el ala progresista de la sociedad. Y hablo de que sus habitantes progresen, pero para eso es necesario tener ciertas cosas satisfechas: una educación pública de calidad, salud, trabajo, vivienda. Eso tiene que estar resuelto y el Estado no puede mirar para otro lado. Lo que pasó en estos cuatro años a nivel nacional y en los últimos 12 en la Ciudad, es confirmar que cuando el Estado se retira las cosas no funcionan”.

En ese sentido, planteó que “los porteños se están dando cuenta de que (Horacio) Rodríguez Larreta es corresponsable de esta crisis", y remarcó que “la gente quiere que la saquemos de este atolladero en la que lo metieron estos tipos en la Ciudad hace 12 años, pero sobre todo en los últimos cuatro”. Afirmó que no tiene “ninguna duda” de que es posible convencer a quienes votaron al PRO en el pasado y argumentó: “Al principio muchos decían que la Ciudad estaba bien porque habían hecho el paso a nivel o el Paseo del Bajo. Pero cuando se desató la crisis mucha gente de clase media tuvo que dejar de pagar la prepaga y se dio cuenta de que iba a los hospitales y no había insumos, que no había médicos, que para una operación programada había que esperar meses y meses. Cuando no se pudo seguir pagando la escuela privada empezaron a ver que faltaban vacantes, que la calidad de la educación pública era un problema, que faltaban nombramientos docentes y se pierden más de 1500 horas de clase por semana en escuelas secundarias”.

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