“Pasan los gobiernos y López sigue desapareciendo”: marcha a 13 años del segundo secuestro de Jorge Julio López

“Estos crímenes no vencen nunca”, escribió Jorge Julio López en los papeles donde contó su primer secuestro. A 13 años de su segunda desaparición, el reclamo es el mismo: se trata de un crimen que se sigue cometiendo, todos los días, desde el 18 de septiembre de 2006. Una vez más, el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia marcha para exigir respuestas.

La movilización fue convocada para las 17 de este miércoles, desde 9 de Julio y Avenida de Mayo hacia Plaza de Mayo. “El Estado es responsable” y “ni doctrina Chocobar ni represión” son algunas de las consignas de la marcha en CABA, mientras hay manifestaciones también en La Plata.

Aquel 18 de septiembre de 2006, López debía ir a la audiencia de alegatos en el juicio al genocida Miguel Osvaldo Etchecolatz. El sobreviviente quería estar y verle la cara a su verdugo: así se lo había planteado a sus abogados y compañeros. Pero además debía estar, en su calidad de querellante. Sin embargo, nunca llegó a la sala del juicio. Cinco testigos vecinos lo vieron en torno a su casa esa mañana. El último, frente a la casa de una ex policía –por entonces en actividad- que figuraba en la agenda de Etchecolatz. Ese es el último rastro que se tiene de López, aunque nunca se allanó esa vivienda.

A 13 años, la causa judicial acumula cuerpos, legajos y fojas, pero no respuestas. Tal como consignó la periodista Luciana Bertoia en El Cohete a la Luna, por estos días se trabaja sobre tres ejes: los cadáveres NN en todo el país, el entrecruzamiento de llamadas en el entorno de Etchecolatz los días previos y posteriores a la desaparición de López, y una posible vinculación con el caso de un ex comisario de la Bonaerense ejecutado de un tiro en la nuca, tres años antes de la desaparición del testigo. Se trata de Jorge Luis Piazza, que en 2000 había declarado en el Juicio por la Verdad de La Plata y dicho que todos los que trabajaban en la Comisaría V platense sabían qué pasaba en el centro clandestino. Entre los contactos de Piazza estaban algunos de los policías mencionados por López cuando declaró por su cautiverio en esa comisaría.