MÁS DE UN AÑO SIN RESPUESTAS

La carpintería cooperativa La Huella, que funciona en el Borda, corre peligro

Pacientes que integran el emprendimiento autogestivo denuncian que les ofrecieron distintos espacios para mudarse dentro del predio, pero que no están en condiciones. Preocupa la continuidad de este proyecto integrador que funciona hace una década.



La Huella funciona desde hace una década en el primer piso del Pabellón A del hospital de salud mental Borda. Se trata de un emprendimiento colectivo que nació como un espacio de capacitación para pacientes de la institución. Por estos días, la cooperativa está en proceso de desalojo y se les exige abandonar el taller en el marco de una reestructuración del espacio. Denuncian que el lugar al que los destinan no está en condiciones.

Según consignó Tiempo Argentino, la cooperativa es la primera diseñada en  ámbito público con el fin de acompañar y consolidar la integración socio-laboral de un grupo de usuarios del hospital psiquiátrico. Los usuarios son socios e integran el Consejo de Administración. La capacitación a los pacientes está orientada al último tramo en una estrategia de rehabilitaciones.

Integrantes del colectivo autogestivo denuncian que les ofrecieron distintos espacios para mudarse dentro del predio pero que no están en condiciones. Por eso preocupa la continuidad del emprendimiento de integración. “La Huella produce muebles reciclados a partir de donaciones. Brinda servicios de reparación, restauración y tapicería a la comunidad y sobre todo asistencia a compañeros aún internados: capacita y hace pre alta, nadie mejor que ellos para esta tarea.”, explican desde la cooperativa.

“Desde hace un año la dirección del Hospital y la Dirección de Salud del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires resuelven por motivos de re funcionalización que la Cooperativa tiene que abandonar el lugar. Ofrecen como alternativa lugares dentro del hospital carentes de los mínimos cuidados”, señalan.

El riesgo para La Huella implica que “hoy se pierden seis puestos de trabajo, se angustia a las familias, a las personas y se preocupa a los terapeutas que derivan usuarios a este espacio. No podemos dejar que esta tecnología social que crea una alternativa en los modos de integración socio laboral se pierda. No podemos desamparar a las personas luego de todo lo que lograron”.

A mediados de julio, las autoridades les dieron a los cooperativistas un plazo de diez días para vaciar el lugar. “Este 24 de julio comenzamos a mudar los elementos considerados riesgosos por la Dirección: tarros de pintura, agua ras, pinceles, etc. a la casa ubicada en la entrada del Hospital y designada para nuestro traslado. Hemos presentado una nota solicitando permanecer en nuestro espacio con los trabajos de tapicería y nuestras actividades culturales, y hemos dejado asentado en dicha nota que la casa no cuenta con las condiciones edilicias adecuadas y necesarias para el cuidado de la salud psico-física de los usuarios/socios de La Huella”, advirtieron en un mensaje difundido por las redes sociales de la cooperativa, que está preocupada por su continuidad.

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