JUSTICIA PATRIARCAL

Besar no es delito: preparan un pedido de jury para la jueza del fallo lesbofóbico

Desde la Defensoría LGBT de la Ciudad solicitarán que se abra el proceso de enjuiciamiento a Marta Yungano por la arbitraria condena a un año de prisión en suspenso a la joven que se defendió de una agresión policial cuando besaba a su esposa en una estación del subte.



“Estamos trabajando en el pedido de jury de enjuiciamiento a la jueza que firmó este fallo y podríamos presentarlo este lunes”, dijo la coordinadora de la Defensoría LGBT de la Ciudad de Buenos Aires, Flavia Massenzio, en referencia a la magistrada que condenó por “resistencia a la autoridad” a una joven que se defendió tras una agresión policial cuando besaba a su esposa en una estación del subte.

En diálogo con Página 12, Massenzio anticipó que solicitarán que se abra el proceso de enjuiciamiento de la jueza Marta Yungano por la arbitraria condena a un año de prisión en suspenso de Mariana Gómez por haber besado en público, en la estación  Constitución, a su esposa, Rocío Girat. La decisión de la jueza Yungano también será apelada por la defensa de Mariana Gómez.

En tanto, el repudio al fallo lesbofóbico crece. El colectivo Actrices Argentinas repudió la decisión judicial y subió a su cuenta de Instagram imágenes de parejas de mujeres besándose.

La declaración de las actrices lleva como título “Besarse no es delito. Basta de violencia contra el colectivo LGBT+”. Para expresar su rechazo a la decisión judicial, las actrices Dolores Fonzi, Muriel Santa Ana y Marina Glezer, junto con la abogada Zuleika Esnal, Poppy Murray y Bárbara Culotta se fotografiaron besándose.

El fallo se dio a conocer justo en el Día Internacional del Orgullo, cuando se cumplía el 50 aniversario de la rebelión de las disidencias en el barrio neoyorquino de Stonewall. El repudio llega también a la fiscal  Diana Goral, que solicitó una condena de dos años de cárcel para la joven que se defendió de una agresión policial el 2 de octubre de 2017, cuando fue abordada violenta y discriminatoriamente por un efectivo policial y un empleado de Metrovías.

Ese día, Mariana se despidió de Rocío en la estación del tren Roca, en Constitución. Se abrazaron y besaron. Mariana tenía un cigarrillo en la mano. El empleado le pidió que lo apagara. Ella no era la única fumadora en la estación. La chica le dijo que no había ningún cartel que indicara que estaba prohibido fumar y señaló a otras personas alrededor con cigarrillos. El empleado de Metrovías llamó al oficial Jonatan Maximiliano Rojo.

“Pibe, apagá el cigarrillo”, le dijo el agente, según reconstruyó Cosecha Roja. Mariana le explicó que era mujer. Él siguió diciéndole “pibe”. Ella apagó el cigarrillo y se fue. Rojo la cruzó con el brazo a la altura del pecho y le avisó:

“Pibe, vas a ser detenido, quedate acá”. Enseguida llegó la oficial Karen Villarreal. La policía la agarró del cuello a Mariana. Con la ayuda de su compañero la tiraron al piso y la esposaron.

Mientras Mariana estaba tirada en el piso, el policía le pidió los datos a Rocío. Ella le dijo que era la esposa de Mariana. Rojo anotó: “Soltera”. Rocío remarcó que estaban legalmente casadas. El policía no le creyó.

Mariana estuvo siete horas detenida. La jueza de instrucción María Fontbona de Pombo la procesó por los delitos de “resistencia a la autoridad” y lesiones graves. La jueza no la escuchó a Mariana ni aceptó que la defensa aportara los videos donde se ve cómo los policías la manosean.

Finalmente, en pleno Día Internacional del Orgullo LGBT, la justicia porteña condenó a una mujer por besar a su compañera.

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