FESTIVAL DE CINE

Hoy comienza la 21° edición del BAFICI

Con cambios y recortes, hoy arranca la 21° edición del festival de cine independiente. Su sede central se muda a Belgrano y pierde salas y películas en el camino.


El 21° Festival de Cine Independiente de Buenos Aires (Bafici) empieza esta noche con la proyección de “Claudia”, de Sebastián de Caro, y culminará el domingo 14 con la exhibición del documental “Santiago”, de Nanni Moretti. La dirección artística del festival es de Javier Porta Fouz, informa Página 12.
 
Esta edición tendrá su epicentro de funciones y actividades especiales en el barrio de Belgrano, después de seis años en Recoleta. Hubo una reducción tanto del parque estable de salas como de la cantidad de películas, que pasará de las 365 del año pasado a las 315 de éste. La mudanza significa el mayor cambio estructural y logístico del Bafici desde que se instaló en Recoleta, luego de sus primeras catorce ediciones en el Abasto.
 
El festival se realizará en los dos complejos de la cadena Multiplex en Belgrano como base de las proyecciones. “Esas salas tienen una flexibilidad mayor en relación a la cantidad de butacas. En Recoleta era mucho más homogénea, iba de alrededor de 130 a 260. Acá hay salas de 80 o 100 y otras de más de 400. Eso nos permite programar distinto: la Competencia Argentina va a ir a la más grande, mientras que las películas que sabemos que van a tener menos repercusión irán a las más chicas”, explica a Página 12 Porta Fouz. A raíz de esta mudanza, las oficinas operativas y las actividades especiales serán en el Museo de Arte Español Enrique Larreta, ubicado en la esquina de uno de los Múltiplex.
 
El Bafici tendrá un total de 37 sedes distribuidas por toda la Ciudad. Muchas de ellas son centros culturales o espacios habilitados específicamente para funciones ocasionales o los fines de semana. Esto significa que habrá menos salas que el año pasado (12 contra 16) con proyecciones diarias: 8 en los Multiplex Belgrano, dos en el Gaumont, la de Alianza Francesa y la Sala Leopoldo Lugones.
 
La reducción del parque de exhibición, sumado a un volumen menor de títulos y a la ausencia de un invitado estelar ante la baja a último momento del director Brian de Palma hace pensar en un Bafici recortado, en un contexto recesivo y de devaluación constante.
 
Pero Porta Fouz asegura que la reducción del número de películas no es consecuencia de la economía, sino de una “decisión artística”: “Ya en noviembre le dije al equipo de producción que estábamos invitando películas a un ritmo menor que otros años y avisé que no creía que fuéramos a llegar al número de 2018. A no ser que encontráramos muchas cosas en Rotterdam, Berlín y entre las inscriptas, sabíamos que iba a bajar. Yo pensaba en un 30 por ciento menos, pero al final no fue tanto. El año pasado hubo más mediometrajes y éste hay menos pero más cortos. Largos hay alrededor de 50 menos. Eso tiene que ver con un año de cine que es distinto. Que se caiga un invitado importante y haya menos películas suena a achicamiento, pero no nos quedamos sin material por no poder pagarlo. Tenemos las películas que quisimos tener”.
 
La oferta audiovisual del 21° Bafici incluirá títulos de todo tipo y formato, procedentes de distintas partes del mundo. El puntapié lo dará esta noche la proyección simultánea de “Claudia”, de Sebastián de Caro, en el Cine Gaumont (sólo para acreditados e invitados) y en el Parque Centenario (para el público general).
 
El eje de la selección estará puesto en premieres latinoamericanas y mundiales: según afirma el director artístico, el 84 por ciento de los títulos se verá por primera vez en Latinoamérica, y el 37 por ciento por primera vez en el mundo. Se mantiene una estructura de programación articulada alrededor de las seis Competencias (Internacional, Argentina, Cortos nacionales, Vanguardia y género, Latinoamericana y Derechos Humanos) y los apartados paralelos (panoramas, focos temáticos, retrospectivas y homenajes).
 
El cine argentino será, como siempre, el gran protagonista, con más de un centenar de títulos distribuidos en todas las secciones. En el marco de la Competencia de Derechos Humanos estarán el drama psicológico “Vigilia en agosto”, del cordobés Luis María Mercado, y el documental “¿Quién mató a mi hermano?”, de Ana Fraile y Lucas Scavino, que indaga en la complicidad del Estado en la desaparición de Luciano Arruga.
 
La Latinoamericana también tendrá doble representación nacional, otra vez con una ficción y un documental. La primera es “Cartero”, de Emiliano Serra, que transcurre en los años 90 y sigue a un joven que consigue un trabajo en el Correo Central. El segundo lleva como título “Gran orquesta” y es el debut en el largometraje de la tucumana Peri Azar, quien a partir del hallazgo de dos mil partituras de las big band Héctor y su Gran Orquesta de Jazz inicia un largo recorrido para reconstruir su historia.
 
En Vanguardia y género estarán “Ojo de mar”, de Pavel Tavares y Benjamín Garay, y “El diablo blanco”, ópera prima del actor Ignacio Rogers. Entre los cortos, aunque programado fuera de competencia, se destaca “Shakti”, de Martín Rejtman.
 
En la Competencia Argentina habrá 14 títulos, uno menos que en 2018. El apartado no tiene la habitual mezcla de nombres consagrados con otros nóveles, sino que los segundos son mayoría. José Celestino Campusano y Raúl Perrone presentarán “Hombre de piel dura” e “ITUZAINGO V3RIT4”, respectivamente, mientras que Santiago Loza hará lo propio con “Breve historia del planeta verde”. Jorge Leandro Colas regresa al terreno del documental de observación con “La visita”, y Liliana Paolinelli, de quien se verá “Margen de error”.
 
Edgardo Castro estará de regreso con su segundo largometraje como director, “Familia”. La Competencia se completa con “Badur hogar”, de Rodrigo Moscoso; “Método Livingston”, de Sofía Mora; “Fin de siglo”, de Lucio Castro; “Ínsula”, de María Onis; “La creciente”, de Franco González y Demián Santander; “La excusa del sueño americano”, de Florencia de Mugica y Laura Mara Tablón; “La vida en común”, de Ezequiel Yanco, y “Las facultades”, de Eloísa Solaas.
 
El Bafici había apostado fuerte a la visita de Brian de Palma: ya estaba confirmada una retrospectiva con una docena de películas, además de un libro alusivo que recorrería su obra. La nómina de visitantes extranjeros estará compuesta por el británico Julien Temple, realizador de videoclips de leyendas del rock inglés como David Bowie y Sex Pistols; la actriz portuguesa Isabel Ruth, habitual colaboradora del cineasta Paulo Rocha, a quien se le dedicará una sección; su colega sueca Christina Lindberg, referente del cine erótico y de exploitation, y la realizadora y fotógrafa austríaca Friedl vom Gröller, cuya obra completa podrá verse en la Sala Lugones.
 
Las secciones dedicadas a la historia del cine se completan con un foco de la inglesa Muriel Box y la clásica sección Rescates, copada este año por títulos mainstream como “Alien, el octavo pasajero”, “Duro de matar” y “Cuando Harry conoció a Sally”.
 
La oferta del festival se completa con la sección infantil Baficito, una muestra de cine argentino y los apartados no competitivos habituales (Hacerse grande, Lugares, Música, Artistas en acción, Nocturna, Artistas en acción, Personas y personajes). Uno de esos apartados es Trayectorias, en donde se agrupan los últimos trabajos de directores y directoras de amplia reputación como Kenneth Branagh (All is True), Sebastián Lelio (Gloria Bell), Alex Ross Perry (Her Smell), Paolo Sorrentino (Loro), Mia Hansen-Løve (Maya), Werner Herzog (Meeting Gorbachev), Abdellatif Kechiche (Mektoub, My Love: Canto uno), Carlos Reygadas (Nuestro tiempo), Peter Bogdanovich (The Great Buster: A Celebration), Lars von Trier (The House that Jack Built) y Peter Jackson (They Shall Not Grow Old).
 
 
 
 
 
 


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