POLÍTICA

Organizaciones católicas se sumaron al rechazo del proyecto para bajar la edad de imputabilidad

El grupo de Curas en la Opción por los Pobres y el colectivo de Teología de la Liberación “Pichi Meisegeier” emitieron dos comunicados donde manifestaron su repudio y rechazo al nuevo Régimen Penal Juvenil que el Gobierno va a presentar en el Congreso de la Nación.



La baja en la edad de imputabilidad está otra vez en el centro del debate tras la noticia de que el oficialismo quiere enviar al Congreso Nacional un proyecto para crear un nuevo Régimen Penal Juvenil.

Esta iniciativa ya provocó el rechazo de los organismos de derechos humanos, movimientos sociales y partidos políticos de la oposición. Ahora, se sumó el grupo de Curas en la Opción por los Pobres y el colectivo de Teología de la Liberación “Pichi Meisegeier”.

En un documento titulado “Dejen que los niños vengan a mí”, los sacerdotes católicos de la Opción por los Pobres descartaron la iniciativa porque “la solución a la pauperización que el mismo sistema genera (y al que pareciera adscribir la alianza gobernante con sus iniciativas) pareciera ser multiplicar penas o cárceles". Además, recordaron “el intento de cierres de escuelas y universidades, el desfinanciamiento de programas sociales, el intento de militarizar la sociedad proponiendo las armas como remedio a los males de la desintegración social".

Finalmente, invitaron a "trabajar reparando el tejido social comunitario con lazos de solidaridad y amor efectivo a nuestros hermanos más pequeños y pobres" para que  "los niños y jóvenes nos encuentren cercanos para acompañarlos a la vida".

Por su parte, el colectivo de Teología de la Liberación "Pichi Meisegeier", un grupo integrado por militantes católicos,  se opuso al proyecto al considerar que “no hace más que profundizar la mirada punitivista, estigmatizadora e inhumana de un proyecto político de ajuste, exclusión y muerte”.

Además, argumentaron que “bajar la edad de imputabilidad es condenar a nuestros pibes a un sistema perverso que tiene sus bases en las fuerzas de ‘inseguridad’ y en una justicia penal que sólo tiene rostro condenatorio para los pobres”.

Por último, señalaron que “el gobierno macrista y vidalista es asesino y genocida”.

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