INCLUSIÓN

Ya no será necesario separar los baños públicos por género

El nuevo Código de Edificación de la Ciudad introduce que ya será obligatorio distinguir los baños públicos por género.


Son cambios con perspectiva de género y diversidad sexual que, de manera optativa, introduce el nuevo Código de Edificación de la Ciudad de Buenos Aires en restaurantes, boliches, bares, universidades y hospitales, informa Infobae.
 
La división entre baños de hombres y de mujeres puede poner a varias personas en situaciones muy incómodas. En las principales ciudades del mundo, sobre todo en Europa, Estados Unidos y Asia, crece la necesidad de que las normas y la arquitectura acompañen esa realidad a partir de cambios en las estructuras tradicionales para evitar la discriminación y fomentar el respeto. Con el nuevo Código de Edificación la Ciudad de Buenos Aires se suma a esa tendencia mundial.
 
El nuevo Código de Edificación, cuya aprobación final se concretará antes de fin de año, incorpora nuevas costumbres inclusivas: habilita baños sin distinción de género, suprime la obligatoriedad de los mingitorios, establece el baño familiar en centros comerciales de afluencia masiva, agrega cambiadores para bebés en los sanitarios masculinos y, en forma obligatoria, dispone lactarios en todos los edificios públicos y en determinados establecimientos educativos.
 
En la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU) de la Universidad de Buenos Aires (UBA), en agosto del año pasado se creó un baño sin distinción de género en el tercer pabellón de Ciudad Universitaria. Recientemente, la Escuela Técnica N° 6 "Fernando Fader" se constituyó en la primera de la Ciudad de Buenos Aires que aprobó la incorporación de baños sin distinción de género.
 
También hay sanitarios unisex en otras universidades, como la Facultad de Periodismo de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), la primera del país en instalar baños mixtos en 2012, y en algunas empresas privadas, como en las oficinas de General Electric que funcionan en el barrio de Saavedra.
 
Hay quienes ven con buenos ojos estas modificaciones porque las consideran necesarias para dar respuestas a distintas situaciones cotidianas: que un papá pueda cambiarle los pañales a su bebé en el baño de un shopping, o que gays y trans puedan elegir a qué baño ir. También desde lo funcional hay propietarios de restaurantes o bares que sostienen que disponer de baños unisex permite optimizar el espacio de los locales.


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