LEGISLATURA

Hoy se definirá el traslado del penal de Devoto a Marcos Paz

En una nueva sesión ordinaria, los legisladores porteños debatirán el convenio celebrado entre Nación, Ciudad y la Agencia de Administración de Bienes del Estado, a través del cual se buscará trasladar la cárcel de Devoto a Marcos Paz.

El Complejo Penitenciario Federal de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, más conocido como la Cárcel de Devoto, es el último gran establecimiento carcelario que queda en la Capital Federal. Tras los constantes reclamos de los vecinos en los últimos años, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, junto al ministro de Justicia de la Nación, Germán Garavano, anunciaron el traslado de la cárcel al complejo penitenciario de Marcos Paz. Hoy los legisladores debatirán el convenio para su mudanza.

El convenio presentado tiene por objeto establecer acciones conjuntas y coordinadas entre las partes, las que en el marco de sus respectivas competencias implementarán actividades, destinadas a llevar a cabo la construcción de un nuevo complejo penitenciario, la desocupación de todos los servicios del Servicio Penitenciario Federal del “Complejo Devoto” mediante su traslado al nuevo complejo construido, la rezonificación urbanística de dicho inmueble y la venta del penal.

El texto lleva la firma de Rodríguez Larreta; el ministro de Justicia de la Nación, Germán Garavano; y, el presidente de la Agencia de Administración de Bienes del Estado, Ramón María Lanús.

El terreno liberado será destinado a generar más espacios públicos en la Ciudad. El 65% del terreno liberado va a usarse para la creación de espacios públicos, mientras que el 35% restante será utilizado para la construcción de viviendas.

La cárcel fue inaugurada en 1927 en terrenos donados por la familia Visillac. Nació como prisión para contraventores que recibía condenados por ebriedad o vagancia. Poco después, empezó a alojar procesados. Y en 1957 pasó a depender del Servicio Penitenciario Federal. En 1978 se produjo el motín más trágico de la Argentina, llamado "Motín de los colchones" en el cual entre 60 a 65 internos perdieron la vida por asfixia, quemaduras o fueron baleados y 85 resultaron heridos debido a la combustión generada por la quema de colchones. La cárcel también funcionó como centro clandestino de detención y torturas entre 1976 y 1983.

Fue una de las que se utilizaron para alojar en forma ilegal a miles de detenidos, siendo sometidos a torturas y en muchos casos asesinados o desaparecidos. Por allí pasaron unas mil doscientas personas que luego fueron "blanqueadas" para ocultar ante la comunidad internacional el plan sistemático de desaparición de personas.

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