LAS MUJERES GANAN UN 27 % MENOS QUE LOS HOMBRES

“La independencia económica es central para cortar el ciclo de la violencia de género”

Así lo indicó la organización Economía Femini(s)ta, que también informó que “7 de cada 10 personas que sufren la mayor marginalidad económica y social son mujeres”.

Se realiza la cuarta movilización bajo la consigna Ni Una Menos en el país y, si bien el aborto legal ocupa el primer puesto en las consignas feministas, las diferentes violencias hacia la mujer y las disidencias sexuales son un grito que se escucha fuerte en esta fecha.

La ley 26.485, que define la violencia de género, indica en su artículo 5 que la violencia económica o patrimonial es la que "se dirige a ocasionar un menoscabo en los recursos económicos o patrimoniales de la mujer". Es decir, todas aquellas prácticas que afectan la subsistencia económica de una persona: esto incluye tanto a los varones que ejercen un control sobre el ingreso de su pareja para manipular como al sistema social y económico que no permite tener las mismas oportunidades que sus pares varones.

Sobre las últimas, el Foro Económico Mundial ubicó a Argentina en el puesto 111 -de 144 países- en relación a la igualdad entre varones y mujeres en la participación económica y de oportunidades. Además de estar casi al final de la lista, Argentina bajó diez posiciones con respecto a 2016.

Por su parte, la organización Economía Femini(s)ta elaboró un informe en el que se indica que en nuestro país las mujeres ganan en promedio 27,6% menos que los hombres. Mientras que la brecha salarial se amplía al 39% cuando se trata de trabajadoras informales, que a su vez, son más de un tercio del total de las asalariadas.

En relación al desempleo, el informe toma las cifras oficiales del INDEC: “Las jóvenes menores a 29 años son las más expuestas con una tasa cercana al 25% de desempleo cuando para la población general es de 9,3%”. La desigualdad en el ámbito laboral tiene estricta relación con la distribución injusta del trabajo dentro del hogar. Bajo el lema “Eso que llaman amor es trabajo no pago” se realizaron varias acciones para visibilizar esta problemática.

En ese sentido, Economía Femini(s)ta informó que el 76% del trabajo doméstico y de cuidados no remunerado es realizado por mujeres, quienes en promedio dedican 6,4 horas diarias a estos quehaceres -los hombres dedican entre 3 y 4 horas-. “Esto implica en la práctica que aquellas que tienen además un empleo remunerado tengan una doble jornada laboral”, indicaron en su informe.

A su vez, la posibilidad de estudiar o trabajar tiempo completo disminuyen. Esto puede verse en la cifra que contempla a las personas llamadas “ni-ni” (jóvenes que no trabajan ni estudian), el 67% son jóvenes madres que de hecho sí están trabajando: cuidan a sus hijos/as y realizan las tareas del hogar. El 30% de ellas afirma que estas tareas las han forzado a abandonar sus estudios o la búsqueda de empleo remunerado.

De esta manera se llega al concepto creado en la década del 80: “feminización de la pobreza”. El 10% de la población con menores ingresos del país es constituido mayoritariamente por mujeres, llegando a ser casi 7 de cada 10 personas que sufren la mayor marginalidad económica y social. La proporción se invierte en el análisis del 10% de la población con mayores ingresos, donde los varones representan un 63%, según el infomer de Economía Feministas.

Desde Economía Feminista explicaron: “Se vuelve necesaria la respuesta desde las políticas públicas que no sólo deben apuntar a sacar a la víctima de hogares violentos sino que a su vez deben generar las oportunidades necesarias para no llegar a ese extremo”. “Poder visualizar la violencia como una cadena permite comprender que la independencia económica de las mujeres es central para cortar el ciclo, siempre ascendente, de la violencia de género”, concluyeron.

COMENTARIOS