GRAVE

Victoria Montenegro: “Hay un vaciamiento de políticas para mantener los espacios de la memoria”

La legisladora y presidenta de la comisión de Derechos Humanos en la Legislatura reflexionó sobre la grave crisis de los sitios, que dependen del Archivo de la Memoria.

Hace unos días, trascendió la grave situación en la que se encuentran los sitios de memoria que dependen de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación. Sin recursos, su funcionamiento y conservación dependen de la militancia de organismos y de los trabajadores que sostienen esos espacios, que son en algunos casos material probatorio en causas por delitos de lesa humanidad.

“Lo que sucede en la Ciudad de Buenos Aires va en sintonía con lo que sucede a nivel nacional: hay un vaciamiento de áreas estratégicas, de políticas de estado para mantener los espacios de la memoria con recursos necesarios”, aseguró a este portal le legisladora de Unidad Ciudadana y presidenta de la comisión de Derechos Humanos en la Legislatura, Victoria Montenegro.

Los ex centros clandestinos de detención que se encuentran en esta situación, revelada por el diario cooperativo Tiempo Argentino, dependen de forma directa del Archivo de la Memoria, un organismo descentralizado que quedó a cargo de Sergio Kuchevasky, amigo del secretario Claudio Avruj. Cuatro de los seis sitios en este estado se encuentran en la Ciudad de Buenos Aires: Club Atlético, Virrey Cevallos, Orletti y el Olimpo (a ellos se suman dos en el interior: El Faro de Mar del Plata y la Escuelita de Famaillá, en Tucumán).

Quienes trabajan con sitios de la memoria deben contar con los recursos necesarios para mantener esta lucha que tiene que ver con lo que pasó pero también con situaciones del presente como los juicios por delitos de lesa humanidad, que se desarrollan en todo el país. Para eso, los profesionales deben poder trasladarse, cubrir y acompañar a los testigos y a las víctimas. Es muy perverso el vaciamiento del estado”, analizó Montenegro.

"Somos muy pocos trabajadores y trabajadoras y no tenemos presupuesto para cuidar los edificios. El trabajo didáctico y pedagógico se resuelve en el día a día pero más por la voluntad de los trabajadores que por una política de Estado. A veces vamos a las escuelas o a las visitas a los sitios sin ningún material, sin recursos, porque no hay dinero", dijo un trabajador de la Dirección de Sitios de Memoria, que depende del Archivo, en diálogo con el periodista Gerardo Aranguren.

Las mismas situaciones se repiten en Club Atlético, Virrey Cevallos y Orletti, sin fondos de Nación para imprimir señalética, para comprar luces y sin material de seguridad y ropa de trabajo para personal de maestranza. En este panorama, la principal dificultad tiene que ver con la conservación de estos edificios, que en muchos casos son prueba judicial. "Son pocos los conservadores, se fueron yendo. Estamos con recursos mínimos, atajando penales", advirtió un delegado de ATE de la Secretaría de Derechos Humanos. En El Olimpo, por caso, hay una sola persona encargada de evitar el deterioro y no cuenta con los elementos básicos. "Lo que se hace, se hace a pulmón", indicaron allí.  

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