COMUNA 8

La estación de ómnibus de Villa Soldati no funciona

La terminal Dellepiane, ubicada en el barrio de Villa Soldati fue inaugurada en marzo, pero no llegan los micros. La inversión fue de más de 30 millones de dólares.


La nueva estación de micros de larga distancia de Villa Soldati fue finalizada en diciembre de 2016 e inaugurada tres meses después, el 15 de marzo, con la presencia del secretario de Desarrollo Urbano y Transporte, Juan José Méndez, el ministro de Modernización, Innovación y Tecnología, Andrés Freire, y autoridades de la Comisión Nacional de Regulación de Transporte (CNRT), pero a esta terminal no la utiliza nadie.
 
La expectativa del Gobierno era que a esta altura del año pasaran por la estación alrededor de mil micros por día, pero un entramado de conflictos, entre los transportistas, los dueños del predio y el Ejecutivo, la mantienen vacía, informa Página 12.
 
En el cruce entre Dellepiane, Perito Moreno, la autopista Cámpora y Mariano Acosta, en un predio de más de cuatro hectáreas, la empresa Terminales Terrestres Argentina (TTA), del empresario Néstor Otero, levantó, con una inversión de más de 30 millones de dólares, una moderna terminal de ómnibus destinada a descomprimir la estación de Retiro. Asentada sobre terrenos que pertenecen a la Ciudad, que fueron cedidos por 18 años para su explotación a través de la Ley 4924 sancionada por la Legislatura a TTA.
 
El edificio es muy moderno, cuenta con espacios exclusivos para combis y minibuses, un largo hall donde se encuentra la recepción y, sobre los laterales, hay sectores asignados para futuros locales comerciales. Dos escaleras mecánicas llevan al primer piso, donde están dispuestas en forma lineal las 57 boleterías, esperando ser ocupadas por las empresas de transportes. Sólo unas pocas tienen carteles: Flecha Bus, Chevallier, en el puesto 55; Tigre Iguazú, en el 51; El Pulqui en el 35 y no muchas más.
 
En la planta baja, se abre un gran salón de forma circular, que da acceso a las plataformas de arribo y partida de los micros, rematado por una cúpula vidriada. Al fondo, hay un bar cerrado y con las mesas dispuestas.
 
La terminal tiene 3886,81 metros cubiertos construidos, el edificio es ecológico: cuenta con un diseño que aprovecha al máximo la luz solar, un sistema de recolección de agua de lluvia para usar para los sanitarios, y paneles solares y energía eólica para la iluminación nocturna exterior con lámparas LED. También cuenta con tecnología de avanzada para control de equipaje, de circulación de micros, scaners detectores de metales, geolocalización satelital de las unidades y cámaras de vigilancia.
 
El gerente de la terminal, Agustin Foti, explicó a Página 12 que “en junio de 2016, un decreto presidencial modificó la norma que establecía a Retiro como única terminal habilitada de la Ciudad, y habilitó Dellepiane. De acuerdo a ese decreto, el 35 por ciento de las operaciones de Retiro debían pasar a la nueva terminal, pudiendo llegar hasta el 50 por ciento en casos excepcionales. Ese flujo lo tiene que administrar semestralmente la CNRT, indicando cuáles servicios deberían ir a cada terminal. Sin embargo, pasaron tres trimestres, y esto no se cumplió”, y señaló que “ya hay un pedido de informes de la Defensoría del Pueblo por el incumplimiento”.
 

Además, el gerente sostuvo que “cuando las empresas empiecen a vender boletos y a utilizar la terminal, que es la más moderna de Latinoamérica, van a tener demanda de pasajeros que reclaman. Los únicos perjudicados son los usuarios: el parador de Liniers no está habilitado, aunque funciona, y Retiro es inaccesible por las obras en la zona. La terminal está pensada contra la hora pico”, afirmó.
 
Desde la Secretaría de Transporte porteña informaron a Página 12 que el “emprendimiento es privado y el Gobierno no intercede en las tratativas. El privado es quien debe seducir a las empresas para que operen desde la terminal, es él el que tiene que encargarse de que funcione. Y no es desinterés del Gobierno”, señaló la vocera.
 
Por su parte, el encargado de prensa de la Cámara Empresaria de Larga Distancia (Celadi), Gustavo Gaona, dijo a Página 12 que “como cámara estamos a favor de la desconcentración de la terminal Retiro. Pero cuando nos enteramos que se iba a hacer Dellepiane, le pedimos a Ciudad conocer los detalles y planteamos objeciones por la ubicación. El proyecto nació de un inversor privado que no consultó a las transportistas si era factible. Durante dos años advertimos al Gobierno porteño y a Nación y no nos escucharon. Nunca pensaron en los pasajeros. La terminal está muy bien, es muy linda pero no hay pasajeros. Tiene, por ejemplo, muchos puestos de ventas para pasajes, cuando vamos hacia un transporte sin boleterías. No se pensó con la lógica de los transportistas. Más allá de los conflictos que hay con (Néstor) Otero el tema clave es que no tiene pasajeros y estos no tienen cómo llegar. No hay tren ni subte ni líneas de colectivo. Dicen que las empresas no quieren ir y no es verdad, nosotros vamos donde hay pasajeros. A Liniers se va porque hay demanda, si quisieran salir de Dellepiane iríamos”, sostuvo.
 
Además, el Gobierno de la Ciudad hizo un carril exclusivo en la Autopista 25 de Mayo que en hora pico permite ahorrar mucho tiempo desde Retiro, y Dellepiane no tiene salida al carril. A esto se suma el costo de tener personal en ambas terminales o el doble pago de peajes. De todos modos, el vocero aseguró que “vamos a intentar encontrarle la vuelta, el ómnibus está detrás del pasajero”.

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