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Una mujer fue acosada en la oficina porteña de la Dirección General de Licencias para Conducir

El Gobierno buscó despegarse de los hechos y desde la Dirección indicaron que las personas fueron desplazadas de su cargo.

Una mujer fue acosada ayer por dos médicos en la oficina porteña de la Dirección General de Licencias para Conducir en Viamonte 1461.

Tras su denuncia, el Gobierno porteño buscó despegarse de los hechos. Hoy, el vocero de la Secretaría de Transporte de la Ciudad de Buenos Aires dijo que el personal que trabaja en esa Dirección depende del Consejo de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA por un "convenio" que los habilita a designar profesionales para esas tareas.

Según informó el diario La Nación, desde el área remarcaron que el responsable del trámite en la sede de Viamonte 1461 fue desplazado de su cargo. Acá los segmentos más fuertes de la denuncia:

"Tipea mi DNI en la computadora. 
–31 añitos, jojojo, ay ay ay. Bromean babeantes, cómplices.
–Qué simetría, lo único que le falta a usted es una minifalda, una pollera, para mostrar lo que tiene. –No me gustan las polleras, le digo.
–Sí, usted tiene que usar pollera, es lo que las diferencia de los hombres, o usted alguna vez vio a un hombre con pollera? Le digo que sí, más que nada para llevarle la contra.
–¿Y qué? Ahora algunos hombres usan pollera, ¿por qué no?
Me responde: –Jo jo jo, ¡los maricas!
–No me parece hablar así. Digo en tono conciliador, absolutamente impostado, pensando que va a ser imposible cambiar el pensamiento de seres tan añosos. 
–Con el cuello que usted tiene, le falta un collar, para enmarcar el rostro. Le digo que no, que no me falta nada y así estoy bien (aunque sé que me faltan un montón de cosas pero no pienso contárselas a ellos). Comienzan a hablarme de no sé quién que dijo que el marco realza el cuadro y hace que luzca mejor, y que por eso me falta un collar.
–Con todo lo que usted tiene (?), búsquese un marido que la mantenga.
–Qué antigüedad, para algo trabajo, señor. No le digo que soy psicóloga porque me olí una lluvia de interpretaciones que no quería escuchar.
–Y tenga un solo hijo, escúcheme bien. Porque un hijo completa a la mujer y dos, le arruinan el cuerpo, esas formas bellas que ustedes tienen, los hombros, los pechos, el vientre, los muslos, las nalgas.
Puaj. Se me hace un nudo en la panza, me incomodo, miro hacia la puerta, atrás mío, me vuelvo a incomodar por la fila de gente que se estaba armando afuera para hacer el “mismo trámite que estaba haciendo yo”.

Leé el texto completo acá: 

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