COMUNA 3

Tras el despido de su rectora, realizan un abrazo en el colegio Mariano Acosta

La comunidad educativa del colegio Mariano Acosta convocó hoy, a las 12, a un abrazo a la institución en apoyo a la rectora Raquel Papalardo, quien fue cesanteada de su cargo por el Ministerio de Educación.


Hoy lunes a las 12 horas, la comunicad educativa del Mariano Acosta realiza un abrazo al colegio, ubicado en Urquiza 277, en el barrio de Balvanera, en apoyo a la rectora Raquel Papalardo, quien fue cesanteada de su cargo el viernes pasado por el Ministerio de Educación de la Ciudad.
 
Luego de que se denunciaran el ingreso de Policías de la Ciudad armados al establecimiento educativo, la Dirección Administrativa Docente le había exigido a la rectora Papalardo que presentara los papeles de su jubilación o le darían de baja de oficio, lo que finalmente ocurrió.
 
El 20 de abril, los estudiantes realizaron una clase abierta para plegarse al reclamo de los docentes porteños, tras lo cual denunciaron que efectivos de la Policía de la Ciudad ingresaron a la Escuela armados con el objetivo de amedrentar a los alumnos. Luego de este episodio, que derivó en una denuncia penal del asesor tutelar Gustavo Moreno, la rectora del Mariano Acosta señaló que desde el Ministerio de Educación le exigieron su renuncia y manifestó su temor a que le "den de baja de oficio".
 
Dos meses y medio después, Raquel Papalardo denunció que le llegó "una cédula en la cual me dan el cese administrativo en todos los cargos que yo tengo en la Ciudad de Buenos Aires. Con los cual, lo único que me dicen que puedo hacer es un reclamo administrativo y judicial". Con esta disposición, Papalardo se queda sin cobrar en todos sus cargos. “Me dan el cese administrativo, lo cual para mi es tremendo porque yo vivo de esto, yo vivo de mi sueldo", manifiesta la rectora.
 
En abril, la rectora del Mariano Acosta le había asegurado a Nueva Ciudad que era víctima de "una persecución" por parte del Ministerio de Educación porteño, porque "yo pensaba presentar mis papeles (para la jubilación) en julio y debido a esto me dicen que me vaya ahora”. Además, señaló que su "mayor temor es que me den la baja de oficio”, lo cual implica que “te echan y no cobras nada hasta que te salga la jubilación; quedaría sin el cargo de rectoría, sin el cargo de las horas cátedras y sin cobrar la jubilación hasta que el ANSES proceda a dar la jubilación”, explicó la docente.
 
La comunera por el Frente para la Victoria, María Suárez, declara su máximo repudio a la medida y se solidariza con Papalardo quien “es una gran luchadora y referenciada en toda la Comuna 3 por su destacado desempeño en la dirección del Acosta. Raquel es una educadora con todas las letras. Involucrada con los derechos humanos, comprometida con las problemáticas del barrio, de la escuela como así con sus alumnos y la comunidad educativa. En los últimos tiempos llevó a cabo la lucha para ponerle freno a la violencia institucional que viene amedrentando a la educación pública. En este sentido estamos convencidos de que esta desvinculación no es casual”.
 
“No resulta extraño que el Gobierno tenga estas actitudes hacia los docentes comprometidos con la realidad que les toca. Raquel fue separada del cargo de manera arbitraria sin siquiera contemplar su jubilación. En este contexto no se puede borrar con el codo lo que se escribió con la mano: ella tenía firmado que se desempañaría en la rectoría hasta el 31 de diciembre.  Hacemos un llamamiento a toda la comunidad educativa y las organizaciones sociales para ponerle freno a estas prácticas injustas que viene llevando a cabo el Gobierno”, cierra la comunera Suárez. 

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