COMUNA 4

En Parque Patricios se creó una escuela bilingüe chino - castellano

200 alumnos entre preescolar y tercer grado aprenden chino y castellano en una escuela de Parque Patricios, donde el 50% de los chicos es de familia extranjera.


Ante la creciente población china, se ideó en la Ciudad la primera escuela pública bilingüe argentino-china. En 2014, se inauguraron las primeras dos salas de 5 años bilingües, anexadas en la Escuela Infantil N° 11, ubicada en Los Patos 3042. El colegio es de jornada completa y crecimiento vegetativo, es decir, incorpora grados en la medida en que avanza el proyecto pedagógico. A las salas de 5 años asisten 52 chicos y entre primero y tercer grado hay otros 173 alumnos.
 
"Ojalá hubiese existido esta escuela cuando llegué a Buenos Aires. Habría sido mucho menos traumático", describe a La Nación Gabriela Wu, cuando llegó desde China a los 5 años a mediados de los 80, Gabriela dio sus primeros pasos en la escuela pública. Fueron "momentos difíciles".  
 
El desconocimiento idiomático le impidió comunicarse con sus compañeros y entender por qué su maestra de primer grado la retaba. Las adversidades la llevaron a pasar sus siguientes dos años "sorda y muda, sin abrir la boca". En segundo grado, conoció a la maestra María Susana Pizagalli, que cambió su destino. La docente se acercó a hablarle y poco a poco logró que sus compañeros la integraran. Hoy, Gabriela es la coordinadora de chino en el Ministerio de Educación de la Ciudad y define como "terapéuticas" sus visitas a la escuela primaria 28, de Parque Patricios.
 
En ambos niveles se aplica el modelo de inmersión recíproco. "Tiene que haber en las aulas un 50% de población sinoparlante y un 50% de hispanoparlante; la enseñanza y los docentes también tienen que distribuirse en 50 y 50. Eso explica que los maestros tengan que trabajar en parejas pedagógicas", afirma a La Nación Cristina Banfi, gerente operativa de Lenguas de ese ministerio porteño.
 
La preparación de las clases es una planificación conjunta de las parejas pedagógicas en la que ambas abordan el mismo tema, pero desde perspectivas distintas y cada una en su idioma. Los chicos aprenden todas las materias en ambas lenguas, pero en cada una se les enseña un aspecto distinto; así, lo aprendido en español se profundiza en chino y viceversa.
 
Las maestras hispanoparlantes de las salas de 5, Griselda de Donato y Claudia Villalba, explican que para enseñar chino usan "lo gestual". Y ejemplifican: "Sacate la campera, con todo el gesto para que te comprenda". Griselda sostiene, además, que este proyecto se apoya en soportes visuales: "Lo que se ve es lo concreto y es más sencillo para los chicos". Para Claudia, en la Escuela Infantil N° 11, "los alumnos se ayudan entre sí; si hay alguno de los chicos que es bilingüe, él es quien ayuda al que no entiende el castellano".
 
Además de juegos, canciones y cuentos en ambas lenguas, las maestras enseñan por medio de las tareas y conceptos usados en lo cotidiano, como "la hora de la merienda", "por favor", "gracias", "disculpame", y también desde "las necesidades que surgen entre pares y docentes", añade Claudia a La Nación.
 
Como parte de la integración de ambas culturas, los alumnos participan de los actos patrios argentinos y de la celebración de festivales importantes para la comunidad china, afirma a La Nación Adrián Rivadeneira, secretario de esta escuela, que destaca que los padres chinos tienen "gran disposición" por asistir a las reuniones y a los actos que suelen realizarse.
 
El chino mandarín es el idioma oficial de la República de China, la lengua más hablada del planeta -unos 1325 millones de hablantes- y hoy integra el programa de aprendizaje obligatorio de esta escuela a la que asisten alumnos provenientes de varios barrios porteños y del conurbano bonaerense, como Morón y Avellaneda.

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