RELEVAMIENTO

Se realizará un censo para visibilizar a los sin techo

El gobierno porteño sostiene que, según el último censo, son 876 las personas en situación de calle. Trescientos voluntarios, la Defensoría y la Auditoría porteñas iniciaron un relevamiento propio y estiman que son más de cuatro mil los sin techo.


Para el Gobierno de la Ciudad son 876 personas las que viven en la calle, los datos surgen del último censo en 2016. Ante ese número, criticado por los propios trabajadores del organismo público que realiza el conteo, el programa Buenos Aires Presente (BAP), más de cincuenta organizaciones sociales se capacitaron y recorren los 46 barrios de la Ciudad para llevar a cabo el Primer Censo Popular de Personas en Situación de Calle y desmentir las estadísticas oficiales.
 
Además, los organizadores del relevamiento estiman que el número asciende a 20.000 si se suman las personas que están en riesgo. Durante la recorrida, se evidenciaron un sinfín de carencias: maltrato policial, discriminación, falta de atención sanitaria, entre otras, se repitieron en la gran mayoría de los casos.
 
El censo que, cuenta con el apoyo del Ministerio Público de la Defensa, de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad y de la Auditoría General de la Ciudad, comenzó el martes pasado y se extenderá hasta el martes próximo. Durante siete noches, voluntarios y referentes de cada barrio peinarán la Ciudad divididos en grupos y en circuitos. Sobre la base de las conclusiones, elaborarán propuestas y las pondrán a disposición del Estado.
 
"El censo popular surge de organizaciones formadas por gente que vive o vivió en la calle. Se hace para reflejar la realidad. Queremos entender por qué la gente está en situación de calle", explicó a La Nación Christian Gruenberg, director del Programa Contra la Violencia Institucional del Ministerio de la Defensa. "El censo oficial da los mismos números desde hace años, pero hay una población que no está registrada", agregó.
 
“La invisibilidad estadística dirige, indudablemente, a dos caminos: la expulsión social de los desamparados, quienes habitualmente son discriminados y olvidados, y también conduce a la sobrevigilancia de las fuerzas de seguridad, con todas las consecuencias represivas que ello conlleva”, explicó Gruenberg.
 
El debate se da poco después de conocerse que el 18,9% de los porteños se ubicaban por debajo de la línea de pobreza al cierre de 2016, según el último informe de la Dirección General de Estadística de la Ciudad. Además, de acuerdo con la Encuesta Permanente de Hogares del Indec, la pobreza alcanza al 32,2% de los argentinos.
 
Hace siete años, la Legislatura porteña sancionó una la ley Nº 3.076 que estipula la definición de persona en situación de calle:a todos los hombres o mujeres adultos/as o grupo familiar, sin distinción de género u origen que habiten en la calle o espacios públicos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en forma transitoria o permanente y/o que utilicen o no la red de alojamiento nocturno”.
 
Casi todos los censados en el barrio de Constitución fueron categóricos: es más seguro dormir en la calle que en los paradores que proporciona la Ciudad. “Cuando se apagan las luces, los guardias desaparecen y es un vale todo. Cada vez que voy, duermo abrazado a mis zapatillas y mochila”, dice Matías, de 20 años, sentado en la plaza frente a la terminal, “por lo menos acá, en la calle, nos conocemos todos y nos respetamos”, asegura.
 
El último informe del BAP – programa dirigido por Maximiliano Corach – fue realizado en menos de tres horas en un día con lluvia y arrojó el mencionado número de 876 personas sobreviviendo en veredas, plazas, estaciones o bajo autopistas. “En estos censos, la cifra ya está definida de antemano. Hace diez años que no puede bajar ni subir del rango de las 800 personas. Entonces, mucho no importa si se hace bien o no la encuesta anual”, aseguró a Página 12, una trabajadora del BAP.
 
Los 300 voluntarios pertenecen a agrupaciones como Abrigar Derechos, Amigos en el Camino, Comedor El Gomero de Barrancas de Belgrano, Red Puentes. En el barrio de Constitución, por ejemplo, la lógica de la encuesta fue siempre la misma: los voluntarios consultaron a las personas de la calle si quieren ser entrevistados y éstos aceptaron u otros que prefirieron no participar. La encuesta se transformó en una charla donde se combinaron preguntas sobre datos personales, problemas de adicciones y la atención de distintos organismos públicos.
 
La pregunta 27 del cuestionario investiga si alguna de las personas encuestadas sufrió algún tipo de discriminación/amenaza/violencia física/abuso sexual por parte de las fuerzas de seguridad. Los encuestados contestaron que: “Es algo de todos los días. En cualquier momento puede venir un cana y te saca a las patadas, mientras vos no podes hacer nada”, cuenta Juan.
 
“El contexto actual generó un crecimiento exponencial de familias que quedaron en situación de calle. Este censo es fundamental para desarticular la versión oficial y tomar una dimensión real de lo que sucede en la Ciudad”, estipuló a Página 12 Claudia Enrich, referente de Ciudad sin Techo, organización que milita en Plaza Congreso.
 
Si bien las cifras se conocerán la próxima semana, se sospecha que las personas en situación de calle en la Ciudad llegan a un total de 4000, casi cinco veces más que la cifra oficial. “No podemos dejar que se siga naturalizando esta situación. Las personas que viven en la calle son desaparecidos sociales, sin derechos ni beneficios. Y hay que entender que nadie elige estar así”, concluyó Enrich.

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