ENTREVISTA

Macchiavelli a Lousteau: “Hay que dejar de lado las ambiciones personales”

El dirigente larretista le responde a Eco y plantea una lista única para las próximas elecciones. Los manteros, los cuidacoches, las veredas, la basura y las bolsas en los supermercados.

Werner Pertot
Instalado hace tiempo en el moderno edificio del Ministerio de Espacio Público frente al Parque Lezama, Eduardo Macchiavelli bebe un sorbo de café antes de responder sobre la pretensión de ir a una primaria entre Martín Lousteau y el que elija el PRO. “Debemos hacer el esfuerzo para intentar dejar de lado las legítimas ambiciones personales para consolidar Cambiemos a nivel nacional. El momento en el que se disputan las apetencias personales es en 2019”, afirma Macchiavelli, uno de los integrantes de la mesa chica política de Horacio Rodríguez Larreta, que este año deberá definir una estrategia para buscar revalidarse en las elecciones.

-¿Están pensando en unificar las elecciones con las nacionales o van a ser desdobladas?

-Mirá, tradicionalmente las elecciones de medio término en la Ciudad han sido unificadas. Si bien la decisión no está tomada, porque es una prerrogativa del jefe de Gobierno, tiendo a pensar que vamos a respetar esa tradición.

-¿Va a haber un Cambiemos porteño?

-Nosotros venimos trabajando en construir Cambiemos a nivel nacional y en la Ciudad hace muchísimo tiempo. Hemos logrado con la Coalición Cívica un muy buen nivel de coordinación. Y con la gente de ECO venimos trabajando con un buen nivel de diálogo. Falta todavía dar el paso para que eso sea realidad. Venimos haciendo lo posible para que Cambiemos esté operativo en los 24 distritos. Hace dos semanas hubo un encuentro de la UCR con el presidente Macri donde se reforzó esto. Está claro que nuestro objetivo en esta campaña es si queremos consolidar el cambio o volver atrás. Esta definición abarca a todos los que conformamos Cambiemos a nivel nacional.

-En ECO, insisten en que quieren una primaria en la que pueda competir Lousteau.

-Yo siento que nosotros debemos hacer el esfuerzo para intentar dejar de lado las legítimas ambiciones personales para consolidar Cambiemos a nivel nacional. El momento en el que se disputan las apetencias personales es en 2019. No ahora.

Nuestro objetivo en esta campaña es si queremos consolidar el cambio o volver atrás.



-¿Habría que plantearse una lista de unidad?

-Deberíamos hacer el esfuerzo para llegar a una lista única.

-¿Se da cuenta que le está pidiendo a los radicales que abandonen la interna?

-Sí, pero hoy hay un objetivo superador. Consolidar el proyecto político del presidente está por delante, máxime cuando no se discuten cambios ejecutivos.

-¿Les preocupa que ECO les gane y se consolide hacia 2019?

-Hay numerosos ejemplos de elecciones de medio término, como las del kirchnerismo en los últimos años: perdió en 2009 y arrasó en 2011. La verdad es que perder tiempo discutiendo aspiraciones personales cuando el objetivo que nos une es muy superior, a mi me parece que es un error.

-¿Elisa Carrió sería una buena candidata en la Ciudad?

-Una excelente candidata. Por supuesto. Ella viene hablando con Mauricio, Horacio y María Eugenia. Se pusieron de acuerdo de que esa decisión se iba a tomar a partir de marzo. Esperaremos a marzo para tomar esa decisión.

-¿Diego Santilli podría ser un candidato alternativo?

-No lo sé. No lo estamos pensando.


Macchiavelli es lo que se conoce como un “PRO puro” (aunque a él no le convence mucho el término). No tiene militancia política previa a su llegada al macrismo, en 2002. Era contador y trabajaba en una empresa. Macri lo tenía fascinado como presidente de Boca (aunque Macchiavelli es hincha de River). Se acercó al actual presidente a través de uno de sus hermanos y comenzó a trabajar en la fundación Creer y Crecer, que en ese momento se estaba separando de la de Francisco de Narváez. Estuvo entre los primeros cien macristas. Como a varios de ellos, le gusta jugar al rugby. Hasta 2014, fue entrenador de divisiones infantiles de rugby. En algunos casos, sus chicos jugaron contra un equipo que entrenaba Guillermo Montenegro, actual embajador en Uruguay. Ahora no encuentra tiempo para el deporte y se queja de estar engordando por culpa de la gestión.

-¿Cómo está hoy la situación con los manteros de Once?

-Estamos muy contentos. Están cursando 700 personas. Ya completaron el primer módulo. La otra vez fui a ver una clase y es increíble cómo les está cambiando la cabeza y están pudiendo ver un futuro mejor. Estoy muy contento porque se cumplieron todos los objetivos: liberar el espacio público, terminar con las mafias y todas las cosas que daban vueltas alrededor. Y aquellos que genuinamente tenían esta actividad de subsistencia van a tener la posibilidad de ascender en la escala social. Estoy muy feliz.

-¿Hubo intentos de volver a instalarse en Once?

-No. Prácticamente, no ha habido. Cosas muy aisladas, atomizadas. Los comerciantes se han visto enormemente beneficiados y están muy alertas por si ocurriera algún intento. Además, estamos empezando una obra que le va a cambiar la cara a la zona. El grueso de los grupos han entendido que esto es una oportunidad de superación para ellos.

Debemos hacer el esfuerzo para intentar dejar de lado las legítimas ambiciones personales para consolidar Cambiemos a nivel nacional.



-En particular, ¿los senegaleses pudieron inscribirse en estos cursos?

-A nadie se le pidió certificado de nacionalidad a la hora de inscribirse. Hay personas de origen senegalés cursando. No sé si son todos, si son pocos o si son muchos. Van a tener dos lugares donde van a poder ejercer de manera lícita su actividad comercial. Y van a tener que pagar impuestos como cualquiera de los feriantes en la Ciudad de Buenos Aires.

-Una de las críticas de la oposición es: ¿por qué se negoció después de la represión?

-El operativo ha sido correcto. Se dialogó y se llegó a un acuerdo. Es insólito que critiquen.

-¿Van a insistir con la prohibición de los cuidacoches?

-Nosotros creemos que es una actividad muy invasiva del espacio público y de los vecinos, que son sometidos. Esto más allá que habrá gente que lo hace por necesidad y no cae en actitudes coercitivas. Para la gran mayoría tienen una organización y una cosa turbia detrás.

-¿No se debería poder plasmar en el proyecto esa diferencia entre los que lo hacen por subsistencia y las organizaciones que actúan, por ejemplo, en torno a los partidos de fútbol?

-Sí, seguramente debería poder diferenciarse. Eso surgirá en el debate parlamentario. Lamentablemente, en estos años no hemos podido generar ese debate.

-La oposición, en su momento, aprobó una ley que fue vetada por el anterior jefe de Gobierno.

-Sí, una ley que no solo no los prohibía, sino que los permitía y les daba amplia discrecionalidad a estos grupos mafiosos que queremos erradicar. Era una locura.

-¿Se ocupan de la misma manera de los restaurant caros de Palermo que ocupan la calle?

-Todo el tiempo. Tenemos un área que se ocupa de eso. En varios barrios hemos empezado a poner unos decks en la calle para poner las mesas y las sillas con la condición de que no las pongan en la vereda. Cada vez que detectamos infracciones, las multamos.


Su primer encuentro con lo estatal, Macchiavelli lo recuerda como un choque con lo que él llama “la desidia”: le tocó inspeccionar el Teatro Colón en 2007, cuando era subsecretario de Control de Gestión. “Era dantesco: le sacaba fotos a las instalaciones con el teléfono que tenía, que era bastante primitivo. Vi un piano Steinway montado sobre cajones. Una platea quemada que la habían pintado de negro. Una señora, con un delantalcito verde, atendiendo el baño de un teatro que no funcionaba. No lo usaba nadie, pero estaba ahí firme”, recuerda. También recuerda cuando fue a verlo a Daniel Chain al Edificio del Plata y le pidió al ascensorista que lo llevar al quinto: “No. Te lo debo. Podemos ir al sexto o al tercero”. Le mostró la botonera del ascensor y no tenía botones, salvo esos dos.

-El legislador Roberto Quattromano comparó a Larreta con Torquemada por falta de fondos para cuatro comunas. ¿Qué fue lo que pasó?

-Al día siguiente estuve con dos de los presidentes de esas comunas. Entiendo que lo que hubo fue un tema burocrático, propio de los inicios del año. Por otro lado, son las comunas donde estamos haciendo más obras. Nunca en la historia hubo tantas obras.

-¿Por qué se está haciendo el arreglo de las plazas en verano, que es cuando más se usan?

-Se repararon todo el año. En 2016, instalamos sistemas de riego en más de 100 plazas. Tenemos para este año un plan ambicioso de renovación de mobiliario, bebederos, señalética. Vamos a reemplazar con materiales reciclables. En el medio, obviamente, te toca que en verano alguna plaza hay que arreglar. Nos aseguramos que las grandes plazas se hicieran en el invierno. Estamos instalando luminarias LED en las plazas. Al caer la tarde, se dejaban de usar porque se generaba esta sensación de inseguridad producto de la iluminación. Hay 120 plazas intervenidas.

-La cámara argentina de industrias electrónicas (CADLEEL) cuestionó la licitación de las LED y sugirió que está direccionada a Phillips…

-No, hubo una licitación en 2013 donde ganó Phillips. Eso era por una provisión de una cantidad fija de luminarias. En el medio, se tomó la decisión de avanzar con más luminarias para la iluminación de plazas, bajoautopistas e iluminación peatonal. Hicimos un puente entre la licitación anterior y que se ponga en marcha la nueva licitación, que va a estar abierta a todos. En la reserva ecológica estamos probando iluminación con energía solar.

-¿Hubo realmente una plaza construida sobre nichos del Cementerio Chacarita?

-Es una zona que estaba prevista para una futura ampliación del cementerio, que nunca ocurrió. Lo que hicimos fue recuperar un espacio en desuso y hacer un plaza.

-La comunera Julieta Costa Díaz hizo un relevamiento y un video sobre el estado de las veredas en Avenida Cabildo después del Metrobus: era desastroso. ¿Qué se está haciendo?

-Por un lado, terminamos el Metrobus en noviembre y quedaron sin terminar las veredas. En el caso de Cabildo, como se angostaron las veredas, hubo que cambiar todos los servicios y correrlos. Algunas empresas lo hicieron en tiempo y forma, otras estaban demoradas. Los comerciantes de Cabildo nos pidieron que durante diciembre no hiciéramos nada, porque los afectábamos en las ventas. Entonces, en diciembre no se hizo nada. Los trabajos se retomaron en enero. A medida que las empresas de servicio van terminando, nosotros venimos detrás tapando. Hay cuatro cuadrillas trabajando. Quisiera que esté terminado durante marzo.

En enero, bajó drásticamente la cantidad de bolsas entregadas: dejamos de contaminar el medio ambiente con 32 millones de bolsas menos.



-¿Tienen una consultora haciendo un relevamiento de todas las veredas?

-Estamos haciendo un relevamiento de veredas, que ya debe ir por la mitad, para ver dónde estamos parados. Tenemos que definir una política con el tema veredas, dado que el año pasado, por primera vez en décadas, las empresas de servicio comenzaron a hacer obras. En 2015, teníamos un promedio de 250 solicitudes por día hábil y pasamos a 700 el año pasado. Este año, nos avisaron que van a triplicar. Tenemos que convivir en una Ciudad que va a tener mil aperturas por día. Esto requiere un enorme trabajo inspectivo: tenemos que ir tres veces, cuando abren, cuando reemplazan lo que deben reemplazar y cuando cierran. Estamos mejorando el sistema de denuncias para bancar este crecimiento.

-¿Cuántos inspectores tiene el ministerio para esto?

-La dirección completa tiene 300 inspectores. También registra la ocupación del espacio público.



-¿Se está cumpliendo la prohibición de las bolsas de plástico?

-Hay dos cadenas de supermercado (Coto y Día) que hicieron una interpretación errónea de la norma y salieron a vender unas bolsas más grandes. Con ellos hemos hablado, los hemos inspeccionado, los hemos clausurado. Hemos ejercido nuestro rol de manera implacable. Creo que finalmente entendieron y las están dejando de ofrecer en estos días. En enero, bajó drásticamente la cantidad de bolsas entregadas: dejamos de contaminar el medio ambiente con 32 millones de bolsas menos. Fue un pequeño cambio en las costumbres y es un cambio ambiental enorme. La Ciudad se inundaba por culpas de las bolsas en las cloacas.

-¿Cómo piensan avanzar con el reciclado?

-Avanzamos un montón en eso. Aspiramos a que el 70 por ciento se recolecte con el puerta a puerta en los edificios. Ahí estamos trabajando con las cooperativas para ponerlo en funcionamiento en el segundo semestre. Otro 20 por ciento aspiramos a que se recolecte en los puntos verdes.

-¿No faltan puntos verdes?

- Pasamos de 28 puntos verdes en enero de 2016 a 94 que hay ahora y para fin de año vamos a tener 300. Están los grandes contenedores en las plazas y otros más pequeños que estamos poniendo en puertas de supermercados. Queremos generar la costumbre de que cuando vayas al supermercado dejes en el punto verde el material reciclable. El 10 por ciento restante se hará a través de las campanas verdes, que ya tenemos 2500 y a fin de años vamos a llegar a 3700. A fin de año, con todo esto, vamos a pasar en 2019 de 400 a 800 toneladas por día de cartón, papel, plástico, vidrio. Hace cuatro años se juntaba cero.

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