SALUD PÚBLICA

Los programas más afectados por la subejecución en Salud

La lucha contra enfermedades transmitidas por vectores, el tratamiento del VIH/Sida y la tuberculosis, programas de distribución de medicamentos y preservativos, son algunas de las áreas desfinanciadas durante el primer año de gestión macrista.

 
El Ministerio de Salud que conduce Jorge Lemus es uno de los más criticados luego del primer año de gestión. Tanto es así que se llegó a poner en duda la continuidad del funcionario al frente de esta cartera. Lemus (quien salvó a Mauricio Macri cuando realizaba una imitación de Freddie Mercury en su casamiento - en 2010-, y se tragó por error el bigote postizo), fue recibido por el Presidente la semana pasada para realizar un balance.

Según un relevamiento del portal ambito.com, el año del Ministerio de Salud se caracterizó por el recorte de presupuesto, los despidos, las renuncias y la subejecución, siendo las áreas más afectadas las vinculadas a enfermedades transmitidas por vectores; salud sexual; Argentina Sonríe; el tratamiento de la tuberculosis, entre otras.

En relación a las enfermedades transmitidas por vectores, donde se destacan los planes de prevención y control del dengue, zika, chikungunya, mal de Chagas y leishmaniasis, los trabajadores del área denunciaron un desmantelamiento. Con la eliminación, en mayo del año pasado, de la Dirección Nacional de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles (Dinacei) y la Dirección de Enfermedades Transmisibles por Vectores, entre otras dependencias, el sector sufrió una disminución presupuestaria y en 2016 hubo más de 40 mil casos confirmados y 73 mil sin confirmación.

Por su parte, el área orientada a la salud sexual fue "uno de los que más sufrió recortes de personal por parte de la gestión de Mauricio Macri, siendo desactivadas por completo las áreas de Diversidad Sexual y Fertilidad", según un informe de la Fundación Soberanía Sanitaria que publica hoy ambito.com. La principal falencia se encuentra en la demora en la adjudicación de una licitación pública para la compra de preservativos y lubricantes que se entregan gratuitamente en hospitales y centros de salud.

La lucha contra la tuberculosis también se vio afectada por una reducción en la distribución de medicamentos y el retraso en la compra de las drogas necesarias para el tratamiento de la enfermedad infectocontagiosa. Frente al desabastecimiento, algunas provincias como Santa Fe decidieron comprar la droga por fuera del plan nacional para poder autoabastecerse.

En cuanto al tratamiento del HIV-Sida, según un informe del Observatorio de Compras Públicas de Medicamentos para VIH/SIDA y Hepatitis C de la Fundación Grupo Efecto Positivo al que accedió ese portal de noticias, evidencia que en 2015, de los 30 medicamentos de la canasta de fármacos monitoreados, el 20% tenía stock por más de 12 meses; el 30% más de 6 messes; el 25% entre 0 y 6 meses y sólo un 25% utilizaba las reservas. Sin embargo, a mitad del 2016 el presupuesto de la Dirección de Sida y ETS estaba en subejecución, sin compra de preservativos, insumos ni medicamentos, por lo que el stock dejó de dar abasto para cubrir la demanda. En septiembre de 2016 renunció el director de Plan Sida, Carlos Falistocco, quien estaba desde 2011 como titular de esa área.

Con la presidencia de Macri, el programa de contratos con laboratorios de producción pública RemediAr, fue dado de baja, lo que generó el desabastecimiento de medicamentos para la hipertensión, diabetes, epilepsia, asma entre otros. Según el Ministerio de Salud, el objetivo era dejar de distribuir las dorgas mediante ese Programa y hacerlo mediante la Cobertura Universal de Salud, política del actual Gobierno que aún no se implementó en ninguna provincia.

El programa Argentina Sonríe fue derogado en octubre del año pasado. Aquí se contemplaba el uso de tecnología de última generación para proveer a los sectores de bajos recursos de prótesis odontológicas.



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