COMUNA 13

Se derrumbó el techo en una escuela de Belgrano

El techo de un aula de séptimo grado de la Escuela N° 1 Casto Munita, del barrio de Belgrano, se derrumbó totalmente durante el fin de semana.


El techo de un aula de séptimo grado de la Escuela N° 1 "Casto Munita", ubicada en Cuba 2039, del barrio de Belgrano, se derrumbó durante el fin de semana largo, cuando los alumnos estaban fuera del establecimiento. “No pasó una tragedia de casualidad”, asegura la comunera del Frente para la Victoria Julieta Costa Díaz.
 
“En septiembre de este año llevamos adelante un encuentro  junto a la presidenta de la Auditoría General de la Ciudad, Cecilia Segura, UTE y la Defensoría General de la Ciudad,  en el cual participaron  autoridades, cooperadoras y centros de estudiantes de las escuelas públicas de la Comuna 13. El objetivo de aquel encuentro era pasar en limpio las obligaciones emanadas de los contratos que firmaron las empresas adjudicatarias del mantenimiento edilicio escolar en la Ciudad de Buenos Aires con el Gobierno central”, explica Costa Díaz.
 
“Lo hicimos porque entendíamos que las comunidades educativas desconocen por completo las tareas que deben desempeñar estas empresas ya que la gestión PRO oculta esos contratos, donde las empresas cobran millones y, muchas veces, cumplen a medias. En ese entones dijimos, que  a la vista gorda del Gobierno del PRO había que oponerle el control ciudadano”, señaló la comunera.
 
“En el caso de la Comuna 13 el contrato recae sobre Mejoramiento Hospitalario SA que embolsa más de 45 millones por año para entre otras cosas evitar que los techos de las aulas se desplomen sobre las cabezas de los pibes y las pibas. Cada tres meses debían controlar la escuela y estaba dentro de sus rutinas de trabajo inspeccionar los cielorrasos”, aseguró Costa Díaz.
 
“Esta escuela está en un estado deplorable. Hace tres años que la Legislatura vota un presupuesto para arreglarla y sistemáticamente lo subejecuta. En 2016 volvió a ocurrir exactamente lo mismo”, completa la juntista.
 
Hoy la escuela Casto Munita no abrirá sus puertas, los padres de los alumnos convocaron a las 8 de la mañana a una reunión en la puerta de la escuela para exigir a las autoridades del Gobierno de la Ciudad un explicación por lo sucedido.

Corren riesgo la vida de cientos de niños y niñas. En esta misma escuela ya se había desmoronado un sector de un aula del jardín de infantes. “Pudimos ver al techo de la escuela, es un verdadero médano. La terraza está tan ondulada que se sube y baja constantemente, como en pendiente y contra pendiente. Entre un patio y el otro hay un cuarto oscuro lleno de bolsas de basura, moscas y un olor nauseabundo. De todo esto, hay registro, no lo puede negar ni el asesor ecuatoriano”, asegura Costa Díaz.
 
A raíz del derrumbe, la empresa envió a un representante técnico que trabaja en otras escuelas, el cual no hizo más que excusarse.
 
Costa Díaz manifestó “Hay en ejecución un contrato con la empresa Mejoramiento Hospitalario por más de 45 millones de pesos por año para que estas cosas no sucedan, ya que entre las tareas de rutina está la de revisar los cielos rasos periódicamente,  la empresa debió advertir que había peligro de derrumbe y arreglar lo que fuera necesario para que el hecho no ocurriera porque está dentro de sus obligaciones. Si no lo detectó es negligencia y si lo detectó y no arregló, directamente, es un acto criminal, cualquiera sea el caso el contrato debe ser revocado inmediatamente”.

La presidenta de la Auditoría General de la Ciudad, Cecilia Segura dijo que “lo que pasó en la Escuela 1 es una muestra contundente del estado de abandono en que se encuentran muchas escuelas de la Ciudad. Esto no es un accidente sino la consecuencia de la desinversión en materia educativa que desde la Auditoría porteña venimos denunciando hace tiempo”.
 
Y agregó que “el presupuesto en Educación en la Ciudad no ha parado de caer desde que el macrismo gobierna, además, la inversión destinada a las áreas específicas de Infraestructura y Mantenimiento se redujo a la mitad en los últimos 5 años, y ese presupuesto, ya de por sí escaso,  ha sido sistemáticamente subejecutado. En los últimos 8 años el gobierno porteño no gastó 727 millones de pesos que estaban asignados para obras en las escuelas. A este panorama hay que sumar la falta absoluta de control sobre las empresas que están a  cargo del mantenimiento de las escuelas porteñas”. 

“Este año estuvimos reunidos con muchas cooperadoras y autoridades escolares por este tema y nos encontramos con que las empresas no cumplen con todas la obligaciones que están en el contrato pero que a la vez hay poca información en la comunidad educativa sobre cuáles son esas obligaciones. Hay escuelas en las que las empresas informan que terminaron obras que en realidad están inconclusas, lo que muestra una grave falta de control del Estado porteño. Otro tema serio es que como el gobierno no aplica sanciones a las concesionarias que prestaron un mal servicio o directamente lo incumplieron, las mismas empresas se vuelven a presentar en las nuevas licitaciones y vuelven a ser elegidas. Larreta no puede desentenderse de esta situación porque fue ocho años funcionario de un gobierno que dejó una deuda enorme en materia educativa”,
continua Segura. 
 
“La ministra Acuña debe dar explicaciones de por qué no controló el trabajo de la prestadora de servicios, hay una área específica del ministerio que está para verificar la infraestructura de cada establecimiento escolar, el director debe ya mismo renunciar y Acuña debe ser interpelada en la Legislatura, exige la representante de la Comuna 13.
 
“La falta de control por parte del Gobierno de Larreta, sumada al afán de ganar más de las empresas haciendo menos pusieron y seguirán poniendo en riesgo a los niños, niñas y adolescentes que concurren a escuelas públicas de nuestra Ciudad. Como solemos decir: los funcionarios del PRO no tienen corazón”, finalizó Costa Díaz.

“El deterioro del estado edilicio, la falta de vacantes, la falta de nuevas escuelas y los problemas en los comedores escolares es la pesada herencia que Macri nos dejó a todos los porteños. Lo grave es que estas políticas se están replicando a nivel nacional y los fondos públicos en lugar de ir a mejorar la calidad educativa se convierten en mayor rentabilidad para las empresas”, cerró la presidenta de la Auditoría. 


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