COMUNA 12

Vecinos contra la construcción de torres en Villa Roccatagliata

Vecinos Coghlan se manifestaron contra la construcción de dos torres, de 28 y 13 pisos, en el predio de la Villa Roccatagliata. Ya no rige el amparo que frenaba la obra.


La construcción de dos torres dentro del predio de la Villa Roccatagliata, en Coghlan, provocó descontento y una nueva movilización de vecinos de ese barrio, de Saavedra y de Belgrano. Se oponen al desarrollo del emprendimiento inmobiliario en torno de la centenaria casona porque consideran que la obra impactará de manera negativa en la zona.
 
"No podemos confundir modernidad con una intervención de este estilo, que es fea a la vista e incumple las normas establecidas", se quejaban a la Nación ayer las personas reunidas para protestar en la intersección de Balbín y Roosevelt, donde se erige la propiedad.
 
“El edificio que se está construyendo, sobre la calle Zapiola, de 28 pisos,  proyectará sombra sobre todos los edificios de su entorno. El aire y la luz será impedida por esta mole amorfa que crece para multiplicar ganancias de unos pocos y tapar el cielo de unos cuantos” reclaman los vecinos.
 
El proyecto ya estuvo paralizado tres años atrás, luego de que las asociaciones vecinales presentaran un recurso de amparo, pero la obra volvió a avanzar luego de que el Gobierno de la Ciudad otorgara los permisos correspondientes.
 
Actualmente, cursa en la Justicia un pedido para que se interponga una medida cautelar urgente contra el avance de la construcción de las torres; la principal tendrá 28 pisos, en los que habrá alrededor de 350 unidades, y la segunda, 13 pisos. El legislador Gustavo Vera, de Bien Común, presentó una demanda que quedó radicada en el juzgado en lo contencioso administrativo y tributario N° 8, a cargo del magistrado Osvaldo Otheguy, que deberá expedirse próximamente.
 
"Estamos cuestionando los permisos de obra que otorgó el Gobierno porteño porque atentan contra el Código de Planeamiento Urbano (CPU)", explicó a La Nación el abogado Jonathan Baldiviezo. Según el letrado, "la construcción supera el factor de ocupación del terreno (FOT) permitido por el CPU, una de las torres tiene más altura que la autorizada y, además, se ocupa en gran proporción el pulmón de manzana, algo que también está prohibido".
 
Fuentes del Ministerio de Desarrollo Urbano porteño respondieron a La Nación que la Justicia se expidió en tres instancias distintas a favor del desarrollo de la obra y que se avaló, así, la autorización expedida por la Dirección General de Interpretación Urbanística para darle el visto bueno al proyecto. "Para evitar estos problemas, en diciembre enviaremos a la Legislatura el proyecto de reforma del Código de Planeamiento Urbano para que sea discutido", agregaron los voceros.
 
Además de los cuestionamientos a las características técnicas del megaproyecto, los vecinos más movilizados se muestran disconformes con la construcción de esas dos torres modernas justo alrededor de la histórica casa.
 
El inmueble, que data de 1900, pertenecía a la familia Roccatagliata, también propietaria de la tradicional Confitería del Molino. En un primer momento, cuando esa zona de Coghlan estaba alejada del centro de la Ciudad, era utilizada por los miembros de la familia como una estancia de fin de semana.
 
"Logramos que en septiembre de 2013 la Legislatura aprobara una ley, la 4687, que le otorgó resguardo a la Villa Roccatagliata, un gran testimonio histórico para nuestro barrio", contó a La Nación Isabel D'Amico, una de las demandantes. Sin embargo, la norma habla del "edificio" (del palacio en sí) al que le brinda protección cautelar, no así del resto del predio.
 
D'Amico, que junto a otros vecinos pedían que el lugar se transformara en un centro cultural y que el parque se convirtiera en un espacio verde público, se quejó: "Durante todo el proceso legislativo se habló de proteger el predio en su conjunto, pero el resultado fue otro. El diputado Camps solicitó luego que se modificara ese punto de la ley".

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