EDUCACIÓN

El martes no habrá clases en todo el país

El Ministerio de Educación suspendió las clases para que se tomen las pruebas estandarizadas a los estudiantes de sexto grado de primaria y quinto año de la secundaria, tanto de escuelas públicas como privadas. Padres y docentes se oponen a las pruebas externas.

 El próximo martes no habrá clases en todo el país, tanto en escuelas públicas como privadas. La decisión fue tomada por el Ministerio de Educación de la Nación porque los chicos de 6º grado de primaria y los de 5º año de la secundaria rendirán la evaluación estandarizada con la que buscan medir el rendimiento académico de los alumnos.

Tanto padres como docentes se oponen a este tipo de pruebas por considerar que no miden el proceso de aprendizaje de los alumnos sino que impone una lógica de premios y castigos. Es por eso que están llamando a un "boicot implícito": que los chicos falten.

Esta semana las familias recibieron una nota que informaba los cambios de horarios para el martes. Los chicos incluidos en la prueba deben ir sólo las tres horas que dure el examen. El resto de los chicos no tendrá clase.

“Se suspenden las clases para visibilizar la evaluación como una herramienta de construcción colectiva y que haya un clima donde los chicos puedan responder la prueba con tranquilidad”, explicó Elena Duro, secretaria de Evaluación Educativa de la nación.

“Por nota nos avisaron que hay que retirar a los chicos a las 12:15, cuando su horario habitual es a las 16. Para muchos es complicado buscarlos al mediodía y por una cuestión práctica nolos van a mandar. No entendemos por qué no se pueden quedar toda la jornada”, opinó la madre de un chico de sexto que cursa en el Instituto Bernasconi, en diálogo con Diario Z.

Los maestros deben ir a la escuela aunque los chicos no tengan clases, incluso los titulares de los cursos que no están implicados en el operativo de evaluación. “Paralizar todo el sistema educativo cuando la mayoría de los maestros estamos disponibles es contradictorio con su propio discurso de no perder días de clases”, opinó Jorge Adaro, secretario general de Ademys.

Los gremios docentes rechazan las pruebas estandarizadas como sistema de evaluación por que “interrumpen el proceso de aprendizaje a cambio de un entrenamiento basado en resultados y fomentan un sistema de premios y castigos entre las escuelas”. Desde UTE sostienen que “no son una evaluación, son una medición estandarizada de algunos conocimientos que al gobierno le sirve para sacar una tapa en un diario”.

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