PATRICIO DEL CORRO - PTS/FIT

Se pueden derrotar los tarifazos del macrismo

La última semana se logró frenar el aumento del subte mediante un recurso de amparo que presentamos con mi compañero Claudio Dellecarbonara, trabajador del subte y miembro del Secretariado Ejecutivo de la AGTSyP por la oposición. El nuestro se sumó a otros 3 presentados y la jueza Liberatori nos dio la razón y frenó el aumento del subte a $7,5.

Patricio Del Corro
Los argumentos presentados son claros: el aumento se basa en datos que dio Metrovías y no hay ningún tipo de control sobre ellos. En particular, fija como parte de sus gastos el desgaste de los trenes (que compra el estado endeudándose a tasas altísimas), y declara menos pasajeros de los que efectivamente viajan para justificar un pasaje más caro. Al mismo tiempo, se pretende resolver este aumento sin dejar en claro qué ganancia le reporta a Metrovías la explotación del subte. ¿Por qué el gobierno del PRO no quiere dar estos números?

¿A dónde fue la plata de los subsidios? El grupo Roggio, dueño de Metrovías, ha sido uno de los grupos económicos de la "patria contratista" que hicieron grandes negocios con la dictadura (que les estatizó su deuda) y con todos los gobiernos que siguieron. El subte lo estatizó Menem en 1994 y lo concesionó a Metrovías, se redujo el horario de servicio y se aumentó la jornada laboral de los trabajadores. Asimismo, como el resto de las privatizadas, durante la última década vivió de los subsidios que nunca blanquearon a dónde se destinaban. Los que viajamos todos los días en subte sabemos que claramente no fueron a mejorar el servicio, por lo que presenté un proyecto que congela las tarifas hasta tanto no se haga una auditoría completa del destino de todos los subsidios desde 2002 hasta hoy.

En las estaciones de subte, cuando difundíamos el frenazo que le pusimos al aumento, así como por las redes sociales, mucha gente nos decía "¡Qué bueno! Alguien tenía que hacer algo".

Este aumento se suma al tarifazo en los servicios públicos y a una inflación que llega a 45 % interanual, por lo que el mayor golpe es al bolsillo de los que menos tienen. Da bronca porque sabemos que este aumento solo va a servir para hacer más ricos a unos pocos empresarios, mientras los usuarios vamos a seguir viajando igual o peor.

¿Entonces? ¿Cómo hacemos para frenarles la mano? El fallo de la justicia porteña es un punto de apoyo y un paso adelante, pero este ataque no lo vamos a poder parar solo con amparos. Tarde o temprano van a lograr hacer pasar el aumento por la Justicia. Es necesario involucrarse con nuestros compañeros de trabajo, de estudio, amigos y familiares y hacer jugar la enorme fuerza social que tenemos los que nos oponemos al ajuste que está realizando el gobierno de Cambiemos.

Por esto, llama la atención el rol del kirchnerismo porteño, que se reclama en la oposición al macrismo. Conducen UTE, el principal sindicato docente, los gremios telefónicos, aeronáuticos de APA, estatales de ATE Capital, e incluso UPCN (uno de los sindicatos "estrella" para Cristina) que viene de entregar miles de despidos en el estado sin mover un dedo, ni medio día de paro. El mismo sindicato del subte es conducido por el kirchnerismo y tienen una docena de legisladores ¿Qué han hecho para hacer de oposición real al macrismo y su plan de ajuste? Nada, cuando no han sido cómplices directos del ajuste como en el caso de UPCN. Ni siquiera un amparo.

Por eso cuando nos dicen "al fin alguien hace algo" nos alegra como parte de un reconocimiento, pero sabemos que aún no es suficiente. Hay que organizar una oposición seria al gobierno y exigir a los sindicatos, federaciones y centros de estudiantes que se pongan a la cabeza de la lucha. Decenas de miles marchamos hace poco en defensa de la universidad pública, marcándole la cancha al macrismo. Hay mucho por conquistar aún. No solo para frenar el tarifazo, tenemos que pelear por el boleto educativo gratuito y también por la reapertura de las paritarias.

Somos millones los que no queremos que nos hagan pagar a nosotros este ajuste. Se vio en el cacerolazo del 14 de julio, se muestra en cada esquina que cortan los vecinos que llevan días sin luz. Hay fuerzas para hacerlo, difundiendo las denuncias, reclamando en los lugares de trabajo a los sindicatos que rompan la tregua, levantando un gran movimiento estudiantil que se sume a la pelea. Nuestras bancas del Frente de Izquierda, la de mi compañera Myriam Bregman en el Congreso Nacional, así como las de Mendoza, Córdoba, Neuquén y la nuestra en la Ciudad de Buenos Aires, con el apoyo de quien fuera nuestro candidato a presidente Nicolás del Caño, estamos incondicionalmente al servicio de esta lucha.

No es momento de lamentarse, es momento de pelear por lo nuestro.

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