INFORME ESPECIAL

El traspaso del juego a la Ciudad: Adiós a los bingos

Cinco bingos porteños cerraron este año. En el trasfondo de esa situación está la disputa entre macrismo y Cristóbal López. 500 trabajadores pagaron el pato de la boda.

Werner Pertot

Cinco bingos porteños cerraron este año, luego de un conflicto en el que sus trabajadores demandaron que no se los despidiera. El trasfondo de esa situación pasa por la relación entre el macrismo y Cristóbal López. “Sin máquinas tragamonedas, los bingos eran deficitarios. Hasta fines del año pasado, los empresarios de los bingos pensaban que Macri les iba a permitir instalar tragamonedas para debilitar a Cristóbal López. Cuando se dan cuenta de que eso no iba a ocurrir, decidieron cerrar”, indicó un funcionario con conocimiento del área.

Los contratos de los bingos estaban vencidos desde hace dos años, pero seguían funcionando gracias a cautelares que presentaba el sindicato de Juegos de Azar (ALEARA) para mantener los 500 puestos de trabajo. Las cinco salas que cerraron fueron Belgrano, Caballito, Congreso, Flores y Lavalle. Desde ALEARA indicaron que se siguen negociando indemnizaciones para los despedidos, mientras que otros fueron trasladados a bingos de la provincia de Buenos Aires.

El jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, confirmó que no habrá nuevas máquinas tragamonedas en la Ciudad. “Ya se cerraron los cinco bingos y la intención es que el juego de azar no crezca", dijo.  El cierre fue fruto de una maniobra coordinada de Lotería Nacional y del Ministerio de Trabajo, que cesó el pago de los REPRO (programa de reparación productiva), por el que sostenía una parte del salario de los trabajadores de los bingos, que fueron despedidos.

El año pasado, Macri había denunciado a Lotería nacional por avanzar con una licitación de los bingos sin consentimiento de la Ciudad de Buenos Aires. Denunció al entonces presidente Roberto Armando López por el delito de “desbaratamiento de los derechos autonómicos de la Ciudad de Buenos Aires”. A la licitación, que nunca se concretó, se habían presentado las empresas que tenían como accionistas a Cristóbal López, Federico de Achával, Cirsa (quienes manejan el juego porteño) y el grupo Liberman (que opera el Casino de Mendoza).


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