RESCATE DE UN CLÁSICO

Un porteño coleccionista de VHS abre las puertas de su "museo"

En su casa de Floresta, Cristian Sema comenzó a coleccionar estos casettes analógicos con la certeza de que iban a desaparecer. Hoy tiene una de las colecciones más grandes.


En una casa de Floresta, Cristian Sema va camino a convertirse en uno de los mayores coleccionistas de VHS, aquellos casettes que hace no tanto fueron utilizados para la reproducción analógica de video.  Su casa posee bibliotecas adaptadas para que entren hasta cuatro filas de videos (hay alrededor de cuatro mil películas).   Casi sin pensarlo, este devenido coleccionista comenzó a adquirir VHS porque pensó que iban a desaparecer. Asegura que ninguno de sus casttes está a la venta ya que su colección simplemente tiene valor afectivo y asegura que "el punto fuerte del VHS, respecto del DVD, es que hay películas que no se editaron en DVD, sobre todo de los géneros que me interesan a mí".

En diálogo con diario Clarín, Sema detalló que colecciona VHS "para recuperar la memoria" al tiempo que detalla que "el 90 % de los VHS ya se vendieron como plástico. No queda nada. Empecé hace ocho años porque pensé que iba a desaparecer todo".

En esa línea, asegura que para construir su colección recibe donaciones y compra lotes de los cuales rescata material interesante aunque desmiente ser "cinéfilo".

Asimismo, y al ser consultado sobre los 29.939 socios que llegó a tener la videoteca Liberarte, consideró: "Es un formato que no debería terminarse nunca. El VHS representó la mejor época del video doméstico: el nivel de piratería era muy marginal y resultaba imposible imaginar una familia sin pensar qué iba a alquilar el fin de semana".

Así, detalla: "Hasta 2005 se siguió editando en VHS, pero 2006 fue el último año. En ese formato lo último que yo recuerdo fue Una historia violenta, película de David Cronenberg con Viggo Mortensen, y Doom: la puerta del infierno, una de ciencia ficción".

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