TIME WARP

Más irregularidades en la noche de la tragedia de Costa Salguero

La Agencia Gubernamental de Control indicó que la Dirección General de Higiene y Seguridad Alimentaria no realizó los controles, tal como indicaba la habilitación otorgada por el gobierno porteño.

El Gobierno de la Ciudad otorgó a la fiesta Time Warp, realiazada en Costa Salguero, una habilitación en la que se establece la intervención de la Dirección General de Higiene y Seguridad Alimentaria para controlar la calidad del agua y demás bebidas que se vendían. Sin embargo, la Agencia Gubernamental de Control confirmó que la dirección no intervino esa noche.

Desde la Dirección de Higiene y Seguridad Alimentaria argumentaron que los inspectores del área de nocturnidad son los que controlaron en general que todo estuviera en orden en la fiesta. En el artículo 7 de la habilitación se indica que “será oportunamente fiscalizado en lo que hace a la higiene y salubridad por la Dirección General de Higiene y Seguridad Alimentaria”.

La AGC indicó que los inspectores de nocturnidad son los que cumplen con la inspección en general, lo cual contradice la habilitación otorgada por el gobierno porteño. De todas maneras, los inspectores de nocturnidad comprobaron que había agua en los baños.

Controlan el funcionamiento, seguridad e higiene. Son inspectores especiales que están habilitados para controlar todo. Hemos clausurados bares porque hay vectores vivos (cucarachas). Tienen potestad para controlar los alimentos”, indicaron voceros del AGC. También señalaron que miran los rótulos del agua, aunque no analizan su contenido.

Seguramente, los inspectores pudieron observar que se vendía un agua marca “Block”, que en las redes sociales, quienes habían asistido comentaban que se vendía a 60 pesos y que “todos saben que es agua de la canilla”. De ser así, quienes controlaban permitieron que se vendiera agua que no tiene análisis microbiológicos a precios de marcas francesas, a pesar de que la habilitación decía específicamente: “Se deja expresa constancia de que el expendio de agua deberá seguir las previsiones artículo 983 del Código Alimentario Nacional”.

En dicho artículo se establecen las condiciones mínimas y destaca que “la utilización de agua proveniente de un suministro público queda condicionada a la aprobación de una autoridad competente”. Las botellas de agua marca “Block” no tienen información de la procedencia, ni cuadro nutricional. Se trata de una segunda línea de la misma empresa que comercializa “Speed”, Energy Group SRL.

Según publicó el diario La Nación, en Energy Group tiene participación la abogada Andrea Fasano, que es la pareja de Víctor Stinfale, que pasó de sus épocas de abogado mediático a ser el actual CEO de Speed Unlimited. Fasano está relacionada a través de Industrial Beverages Corporation con Adrián Conci, el responsable Dell Producciones, la organizadora de la fiesta.

En tanto, Stinfale tiene emprendimientos junto al empresario Martín Gontad, un hombre de la noche al que se vincula también a la organización de la fiesta en el Costa Salguero.

“El agua junto con los energizantes son fabricados por una empresa en la que son socios Conci y Víctor Stinfale”, advirtió el familiar de una víctima de Cromañón José Iglesias, quien se presentó ante el juez Sebastián Casanello junto al legislador Gustavo Vera para aportar una denuncia. “El negocio de las fiestas electrónicas está estructurado por venta de drogas sintéticas y venta de agua. Este negocio lo operan pocas personas. Lo que presentamos ante Casanello fue esta articulación, con nombre y apellidos”, explicó.

Iglesias destacó que “el Gobierno de la Ciudad lo habilita como fiesta privada, con lo que privatiza el poder de policía. Tiene servicio de vigilancia y médicos privados. Y en el caso del sábado, se agregó Prefectura privada. En esta fiesta, venden las drogas y el agua”. “Es la misma estructura de Cromañón, pero se hizo más sólida y más impune. Y se le agregó el negocio de la droga sintética”, advirtió Iglesias.


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