OBRAS

Avanzan las obras de remodelación en las terminales de Retiro y Constitución

Son centros clave de transporte para pasajeros y por sus inmediaciones circulan miles de personas por día. En la actualidad, se están llevando a cabo distintas obras de renovación para mejorar tanto la infraestructura como los trenes.


Las terminales de Retiro y Constitución son centros clave de transporte para pasajeros y por sus inmediaciones circulan miles de personas por día. En la actualidad, se están llevando a cabo distintas obras de renovación para mejorar tanto la infraestructura como los trenes.

Por su parte, el frente de la estación Retiro del tren Mitre se está restaurando desde octubre del año pasado con trabajos que comprenden la fachada y el hall central del edificio, que es patrimonio histórico desde 1997. En total, son 1162 metros cuadrados de superficie interna y 4680 metros cuadrados en el exterior que se limpiarán y recuperarán. Si se cumplen los plazos, las obras estarán listas en abril y costarán $8.855.951.

Por día, en la estación Retiro circulan más de 300 mil pasajeros. La terminal también funciona como un centro de trasbordo donde convergen decenas de líneas de colectivos y el subte C. La última remodelación fue en 2001.

La estructura de mampostería, hierro y granito fue inaugurada en 1915. La obra estuvo a cargo de arquitectos e ingenieros ingleses. Fue diseñada con dos sectores: el de pasajeros con halls, boleterías y salas de espera, y el de los andenes. Ahí, fiel al concepto industrial de la época, se colocaron techos metálicos que pesan alrededor de ocho mil toneladas.  Al ser un monumento histórico, la restauración actual debió ser aprobada y es supervisada por la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos. La Comisión fiscalizó que las técnicas y materiales a utilizar fuesen los adecuados y que la empresa contratada tuviese experiencia en obras similares.

Antes de comenzar a ser intervenida, la fachada tenía grafitis sobre el granito, superficies dañadas por caca de paloma y teñidas de smog. Las pinturas estaban descascaradas y faltaban revoques. El proceso para restaurarlas tiene dos etapas: la primera es la aplicación en forma de gel de químicos; la segunda es el revestimiento de siliconado para evitar la fijación de elementos que terminen agrediendo la superficie. Luego están las tareas de mampostería, un trabajo que se hace a mano.

Paralelamente, en Constitución continúa la obra para hacer un centro de trasbordo subterráneo que comunicará la estación del ferrocarril Roca, con la línea C y el Metrobus. El centro estará debajo de la plazoleta Garay, entre Juan de Garay, Solís, Pavón y Constitución. Ahí, confluye un millón de pasajeros a diario. La zona es uno de los grandes accesos a la Capital desde el sur bonaerense.

En agosto del año pasado se montó una estructura metálica en forma de arco que, en los próximos meses, soportará una cubierta vidriada de 2000 metros cuadrados. Esa estructura dará iluminación a un hall donde habrá un acceso nuevo a la estación de la línea C y escaleras y un ascensor que llevarán a una plaza ubicada a 4,60 metros de profundidad. Desde ese punto, se podrá acceder a las distintas terminales.

Para conectar los distintos espacios, fue necesario reacondicionarlos. Por ejemplo, Subterráneos de Buenos Aires reforzó ocho columnas ya existentes para que soporten la estructura de vidrio; construyó dos escaleras –una tercera sigue en obra– y los pozos para cuatro ascensores; y está ampliando de cuatro a ocho metros un sector de un andén lateral. Las reformas, según trascendió, también incluirán mejoras en la iluminación de la estación, el recambio de pisos y la instalación de un sistema nuevo de ventilación.


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