DIVULGACIÓN

Centro Cultura de la Ciencia un lugar para divertirse y aprender

El espacio Tecnópolis inaugurado el viernes por la Presidenta propone actividades interactivas con eje en los conceptos de azar, información y tiempo.

El Centro Cultural de la Ciencia (C3) está ubicado en el Polo Científico Tecnológico e inaugurado el viernes pasado por la presidenta Cristina Fernández Kirchner y abrirá sus puertas para las excursiones escolares a partir del miércoles 18.

Tener una noción de lo que es un millón, comprender el calendario cósmico del físico Carl Sagan, son algunas de los temas que se podrán aprender en el C3. El público en general podrá visitarlo los fines de semana desde el sábado 21. En el edificio, también, se ubica el museo interactivo denominado Lugar a Dudas, donde el visitante podrá adentrarse en los conceptos del azar, la información y el tiempo.

El museo comenzará a funcionar desde el miércoles de la semana para escuelas y desde el sábado 21 se abrirá al público de 13 a 19.30 los fines de semana. La propuesta inicial es que en las vacaciones de verano se abra permanentemente al público en general. El C3 está ubicado en Godoy Cruz 2320.

Los impulsores del proyecto fueron el investigador principal del Conicet Diego Golombek, responsable de contenidos científicos del espacio interactivo Lugar a Dudas, y la física Vera Brudny, coordinadora del Programa Nacional de Popularización de la Ciencia, dependiente del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (MinCyT).

“El Centro venía propuesto por el ministro Lino Barañao desde el inicio del Polo, en su segundo pliego. Se habló mucho de que el lugar iba a contar con las partes de investigación (Conicet), administración (oficinas) y una pata de divulgación”, explicó Golombek al diario Página/12. La idea del C3 se basa en esta última funcionalidad, la divulgación; el museo tiene como objetivo llegar “a un público general como sucede en Tecnópolis, pero priorizando al público escolar. Lo que intentamos hacer es dar múltiples niveles de lectura y que todos lo pasen bien, pero el público destinatario es que vengan los adolescentes y lo pasen bien, lo cual no es fácil”, agregó el científico.

“Cuando empezamos a pensar el museo con Vera (Brudny), el arquitecto Gabriel Díaz y el ministro Barañao, decidimos hacerlo todo con diseñadores y contenidos propios pensados con productoras, asesores y científicos locales. No quisimos un museo de ciencia hecho a imagen y semejanza de los principales del mundo”, indicó Golombek. Y agregó: “Tampoco queríamos hacer salas por disciplina como suele pasar en estos grandes museos. Cuando empezamos decidimos hacer todo el trabajo desde una filosofía totalmente diferente, pensar en conceptos generales que atraviesen todas las ciencias”.

En el museo, los guías se llaman copilotos “porque están si se los necesita, se piensa en el visitante como un piloto en el museo. Por eso recorrés y el copiloto te ayuda pero sólo si lo pedís”, expresó Golombek al tiempo que señaló que la idea es que el lugar de los “copilotos lo ocupen estudiantes de todas las carreras de ciencias en calidad de pasantes”.

Por su parte, Brudny explicó que el “programa reúne todas las actividades de comunicación y popularización de la ciencia que hace el Ministerio”. Entre las más destacadas estan el museo de las ciencias para el público general y Tecnópolis. También, se incorporaron “diferentes especialistas, diseñadores, escenógrafos y ahora, ante la inminente llegada de escuelas, hay profesionales de la educación física, recreólogos, todos ellos abocados a que se trate de una experiencia integral desde las emociones y el involucramiento físico”, concluyó la coordinadora.


COMENTARIOS


UBICACIÓN