Comenzaron a sanear el predio del barrio Papa Francisco

El terreno del barrio Papa Francisco funcionó como depósito de autos y estaba contaminado. Ahora comenzaron los trabajos de saneamiento.

A un año de su desalojo, el predio del barrio Papa Francisco en Villa Lugano comenzó a ser saneado luego de que se comprobara que el terreno estaba contaminado con metales pesados e hidrocarburos que lo hacían inhabitable.

El saneamiento del terreno situado en Pola y Fernández de la Cruz, donde antes funcionaba un depósito de autos de la Policía Federal, se inició justo un año después del desalojo de las 700 familias que habían ingresado en febrero del año pasado.

La recuperación del suelo, a cargo del Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño, se realizará en dos etapas, tras lo cual se construirá un espacio verde y calles. El mayor volumen de tierra se recuperará en el lugar, para luego ser reutilizada en las obras dentro del predio. En tanto, la tierra con un alto nivel de contaminación será reemplazada. La inversión total asciende a 17 millones de pesos.

La mayor contaminación se registra sobre Escalada y Fernández de la Cruz, el sector donde se almacenaban los autos. Allí se encontraron elevados niveles de cadmio, zinc, cobre, níquel, plomo y otros metales, así como rastros de combustibles, líquidos de freno, refrigerante y aceite.

Según un informe de la Agencia de Protección Ambiental porteña al que tuvo acceso La Razón, “se desprende que no existe contaminación en la napa freática; encontrándose en suelo contaminación con metales pesados y algunas manchas superficiales de hidrocarburos”. El estudio, presentado el 15 de julio y el 3 de agosto, agrega: “La mayor contaminación se localiza en el sector norte con algunas manchas en el centro del mismo”.

Fuentes del Gobierno de la Ciudad estiman que las viviendas podrán ser construidas recién a fin del año que viene, para dar cumplimiento a la ley de urbanización que ya tiene diez años. Tras el desalojo en agosto pasado, que incluyó enfrentamientos y un intento por volver a tomar el predio, la jueza Elena Liberatori había dispuesto un plazo de 15 meses, que finaliza en diciembre de este año, para la urbanización de los terrenos.

La ocupación del terreno, lindero con la Villa 20, dejó al descubierto la necesidad de vivienda de cientos de personas. Estuvo marcada por la muerte de dos personas: Fernando Soto, asesinado el día de la toma del predio, y Melina López, cuyo homicidio desencadenó el operativo de desalojo del 23 de agosto de 2014.


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