Campagnoli: “El ADN macrista tiene una línea de carácter privatizador”

José Cruz Campagnoli habló con Nueva Ciudad sobre los proyectos presentados por el PRO en materia de espacio público, cómo se combaten desde la Legislatura y cómo ve el futuro de la Ciudad con el cambio de jefe de Gobierno.

José Cruz Campagnoli habló con Nueva Ciudad sobre los proyectos presentados por el PRO en materia de espacio público, cómo se combaten desde la Legislatura y cómo ve el futuro de la Ciudad con el cambio de jefe de Gobierno.

Por Leila Lobos

Campagnoli es un militante del campo popular que hoy ocupa una banca en la Legislatura porteña dentro del interbloque del Frente para la Victoria. Perteneciente al espacio político Nuevo Encuentro desempeñó distintos cargos en la función pública en el Municipio de Morón.

Ingresaron a la Legislatura porteña un paquete de proyectos sobre espacio público como, por ejemplo, el que promueve la venta del Buenos Aires Design, ¿qué opinión le merece la política en espacio público del PRO?

Me parece que lo que hay en el ADN macrista es una línea de carácter privatizadora o tratar de arancelar el espacio público porque es parte de sus concepción ideológica. En este caso, en este paquete que envía a la Legislatura lo verificamos claramente.

Por un lado intenta privatizar el Buenos Aires Design en Recoleta, que es un espacio de emprendimiento de la Ciudad de Buenos Aires que tiene altísimo valor por la ubicación que tienen sus tierras, por la explotación comercial y que tiene antecedentes. Ese predio fue concesionado en la época de Carlos Grosso y en 2010 ya con Mauricio Macri de jefe de Gobierno se vuelve a concesionar.

Lo que ocurre es que si uno tiene que otorgar una concesión por más de cinco años tiene que pasar por la Legislatura, votarse en doble lectura y con audiencia pública, por lo que se hace más complicado cualquier tipo de negociado. Entonces lo que hacen es otorgar concesiones por cuatro años y 364 días, un día menos que los cinco años. Una brutalidad.

Por ejemplo, la empresa Emprendimientos Recoleta SA, que explota ya hace 20 años el Buenos Aires Design, cuando Macri en el 2010 le entregó la concesión empezó a pagar 42 mil pesos mensuales por la explotación de 70 locales comerciales, 174 cocheras y 2 centros comerciales. Es un gran negociado, el alquiler de un local por mes debe salir 42 mil pesos. Ahora directamente mandan a la Legislatura un proyecto para privatizarlo.

En el mismo paquete también intentan que el Autódromo de la Ciudad, que queda en la zona sur y que hoy tiene una concesión que le paga un canon al gobierno, pase a un fideicomiso. Es decir, es una inversión privada con gestión estatal, esa ecuación es razonable. Sin embargo, no queda claro en el texto de la ley la participación pública, lo que estimamos es que va a haber una absoluta participación privada y el Estado va a tener una suerte de desprendimiento de la gestión y la decisión de qué se hace con ese predio.

Y como tercer elemento el PRO tuvo que dar marcha atrás hace poco días por una protesta de vecinos con la concesión de dos polideportivos y la construcción de un estadio de rugby en Parque Sarmiento. Se trata de Onega en Villa Devoto y el de Colegiales, dos polideportivos municipales y públicos, donde se realizan actividades recreativas y deportivas. El PRO quería concesionarlos, darlos a un privado para que lo explote. Como hubo un levantamiento de vecinos contra eso tuvo que darle marcha atrás pero todavía no anuló los decretos que ponían en marcha la decisión.
Por último existe el conflicto en Parque Sarmiento, donde querían concesionar una parte del parque a una empresa para que construya un estadio de rugby para 10mil personas. Eso parece ser que también está por el momento frenado porque los vecinos plantearon objeciones.

Todo se dio en estos últimos días y me parece que es una muestra más de cuál es la concepción que tiene el PRO del espacio público.

Porque no es tratar de que los privados estimulen el desarrollo y pongan ciertos recursos que el Estado eventualmente no tiene bajo la supervisión y dirección del mismo. Por el contrario, es una mirada de desprenderse de los activos que tiene el Estado para dárselo a los privados, el caso del BA Design es clarísimo. Entonces empieza a despatrimonializar al Estado de la Ciudad, una concepción privatista que para nosotros no es ninguna novedad y me parece que es lo que haría si fuera Presidente de la Nación.

En relación a las iniciativas que fueron frenadas por vecinos, ¿qué lectura hace sobre la falta de diálogo del gobierno con los ciudadanos?

Entiendo que las Juntas Comunales no cumplen su rol, han sido desfinanciadas, y no tienen un papel de interlocutoras entre el gobierno de la Ciudad y los vecinos. Son órganos vaciados de participación política. Los proyectos ahora llegan a la Legislatura porque no le quedan otra. Como mencionaba anteriormente las concepciones las sacaban con 4 años y 364 días para que no pasen por el recinto porque sino no podían gestionar en forma directa con nombre y apellido este tipo de espacio públicos.

Esto encierra una mirada que sostienen sobre este tema. Y esto viene de Francisco Cabrera, ministro de Desarrollo Económico, que tiene también una mirada de carácter pro mercado y su enfoque está en las misiones que emprende.

Desde el rol de legislador opositor, ¿cómo se batallan estas problemáticas?

Se lucha desde tres ejes, uno es plantear el debate públicamente, otro es tratar de que no se apruebe en el recinto y el último es dialogar con la sociedad para que sea ella la que se levante y le intente poner freno a esto.

Muchas de las cosas que en estos años, la administración del PRO ha frenado tienen que ver con que tomaron estado público, una parte de la sociedad reaccionó y se le puso freno. Por ejemplo, cuando Jorge Alberto “Fino” Palacios fue nombrado jefe de la Policía Metropolitana fue tal el escándalo que tuvieron que sacarlo de ahí. Cuando Abel Posse hace siete años fue nombrado ministro de Educación, un hombre que es un intelectual troglodita de la derecha argentina, duró una semana en el cargo porque no lo soportaba la opinión publica porteña. La represión del Hospital Borda frenó el cierre de los talleres protegidos, porque fue tal el escándalo de esa represión que después no pudieron avanzar con el cierre de los talleres protegidos y el traslado al predio del Borda de la estructura de gobierno. Entonces, terminaron trasladando las oficinas del gobierno a otro predio.

Nuestro rol en la Legislatura, además de revisar el texto de la ley, debatir en el recinto y tratar de que no puedan aprobarlo es tratar, también, de dialogar con la sociedad y visibilizar estos casos en casos para que el costo que ellos paguen por hacerlo sea más alto que los beneficios que le traía ponerlo en marcha. Es un poco lo que hacemos nosotros como diputados de la oposición que no tenemos la manos suficientes como para imponer nuestra decisión.

En diciembre habrá un cambio de jefe de Gobierno y una nueva conformación de la Legislatura porteña, ¿cree que esto traerá algún cambio?

Para mi es más de lo mismo con otro jefe de gobierno. Son las mismas políticas, la misma línea política que Macri.

En cuanto a la Legislatura, el bloque mayoritario será del PRO con 28 y hay que ver si ECO se mantiene unido, tengo serias dudas si va a preservar lo que era. Porque entiendo que es un acuerdo de carácter electoral con mucho conflicto interno.

Recordemos al FAP y UNEN. Todo terminó explotado en mil pedazos. Yo no creo que ECO pueda transitar sin turbulencias estos próximos meses.


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