Kevin Johansen se presentó en el Centro Cultural Kirchner

Junto a su multitudinaria banda The Nada, hicieron un recorrido por las canciones más contagiosas y reconocidas de su repertorio.

El cantautor argentino Kevin Johansen ofreció anoche en el Centro Cultural Néstor Kirchner un festivo concierto junto a su banda The Nada, en el salón Ballena Azul del espacio cultural.

"Road movie”, del disco “Logo”, fue el tema con el que el músico oriundo de Alaska bautizó su debut en Centro Cultural, seguido por “Amor finito”, de su álbum doble “Bi”, que interpretó -instrumento en mano, en modo “unplugged”- recorriendo los pasillos de la platea escoltado por los aplausos del público.

Luego fue el turno de “Baja la tierra”, tema que compuso a cuatro manos y grabó a dos voces junto a la mexicana Lila Downs y la pegadiza “En mi cabeza”.

Acompañado por Juan Manuel Alvarez (bajo y coros), Enrique “Zurdo” Roizner (batería), Andrés Reboratti (flauta y saxo), Nicolás Said (saco y flautas), Maximiliano Padín (charango, ronroco y cavaquinho), Sebastián Massolo (guitarra eléctrica), Lucas Espina (percusión); Pedro Onetto (teclados y acordeón) y Mariano Massolo (armónica).

La noche, enmarcada en el ciclo de conciertos “Música del Sur”, continuó con “Vecino”, “My name is peligro”, tema que escribió ante los embates temerarios de su hijo Tom Atahualpa y cuyo sonido estuvo inspirado en las melodías de las películas spaghetti western, y “Mc Guevara o Che Donalds”, en donde se burla de la imagen comercial de la revolución.

La primera mitad de la velada, Johansen eligió visitar los temas más lentos de su variopinto cancionero, poblados por los más diversos ritmos del folclore regional y que mantuvieron al público escuchando sentado y tranquilo desde sus butacas: “Hindú blues” (suerte de oda al “estado de enamoramiento”), “La hamaca”, “Luna sobre Porto Alegre” y la celebrada “Desde que te perdí”. Siguieron la milonguita criolla “Daisy” y la hipnótica “Ooops!”, en memoria del fallecido Daniel Rabinovich, que Johansen había dedicado en su disco “City Zen” al grupo humorístico Les Luthiers.

El público comenzó a moverse de sus butacas cuando comenzó a sonar la infaltable “Cumbiera intelectual”, canción en la que el cantautor se metió entre el público a bailar. Luego Johansen desempolvó “Down with my baby”, composición que lo catapultó a la fama allá por 2003, en la telenovela “Resistiré” ; seguida por “Sos tan fashion”, “Everything is” y “Que lindo que es soñar”.

Para concluir la noche, con gran parte del público ya fuera de sus asientos, el concierto terminó con las movedizas “No digas quizás”, “Sur o no sur” y “Guacamole”, que incitó un colorido descontrol de la platea, bailando animadamente junto al músico en los pasillos de la sala. Fiel a la convención que Kevin Johansen estableció con los seguidores habituales de sus conciertos, el show culminó con el clásico “Fin de fiesta” seguido de una verdadera ovación.


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