El Gobierno porteño deberá restaurar los monoblocks de Bajo Flores

La Justicia de la Ciudad de Buenos Aires obligó al Gobierno porteño a restaurar el complejo habitacional Mariano Castex. Son nueve monoblocks y ocho torres residenciales en donde viven más de 4.000 personas.

La Justicia porteña hizo lugar a un amparo presentado por un grupo de habitantes del complejo habitacional Mariano Castex, ubicado en el Bajo Flores, y ordenó el cumplimiento de lo dispuesto en la Ley 3199 que, sancionada en el año 2009, creó el Plan de Recuperación y Puesta en Valor de dicho barrio.

Rejas perimetrales, preservación de los espacios verdes comunes, y recuperación de veredas, son las obras que se tienen que realizar. En la sentencia judicial se ordena gestionar los fondos públicos para la efectiva puesta en valor del Complejo, y establece el plazo de un año para concluir las obras.

El titular del Juzgado N° 15 en lo Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad de Buenos Aires, Víctor Trionfetti, concedió el pedido de amparo interpuesto por un grupo de vecinos contra el Gobierno de la Ciudad y el Instituto de la Vivienda (IVC), con el objetivo de lograr la recuperación del complejo habitacional Mariano Castex, ubicado en el Bajo Flores.

En la sentencia, a la que tuvo acceso Diario Z, el magistrado ordenó al Gobierno de la Ciudad y al IVC “realizar las acciones necesarias para ejecutar las obras expresamente enumeradas en el artículo 2 de la ley 3199” –normativa sancionada en el año 2009 que creó el plan de recuperación y puesta en valor del barrio-, consistentes en la recuperación de los espacios públicos, juegos infantiles, veredas externas e internas, construcción de rampas para personas con movilidad reducida, colocación de cestos, instalación de bancos y refugios peatonales en paradas de colectivos, enrejado perimetral y de cada uno de los edificios del complejo, reparación de calzadas externas e internas y puesta en valor de las fachadas.

El barrio Mariano Castex es un complejo habitacional compuesto por nueve monoblocks bajos y ocho torres residenciales, que fue planificado hacia 1969 por la entonces Comisión Municipal de la Vivienda, con el objetivo de relocalizar a las personas que habían sido expropiadas para que se alargara la Av. 9 de Julio. También fue pensado como solución definitiva ante la demanda habitacional de las clases medias y sectores vulnerables. Actualmente, viven en el complejo alrededor de 4.400 personas.


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