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- 03.06.2015
“No se va a caer el patriarcado hoy pero sí se va a saber que hay mucha gente que quiere que se caiga”
La feminista Diana Russell se paró frente a un tribunal internacional y nombró lo que hasta 1976 no tenía nombre: femicidio. Catorce años después con Jane Caputi redefinen el término como “el asesinato de mujeres por hombres motivado por el odio, desprecio, placer o sentido de posesión hacia las mujeres”.
A 39 años del nombramiento del femicidio, las activistas por los derechos de las mujeres buscan una nueva conquista. Hoy a las 17 distintas calles del país recibirán un mensaje contundente: Ni Una Menos.
La periodista y activista Marta Dillon, una de las impulsoras del movimiento Ni Una Menos, habló con Nueva Ciudad y explicó que la marcha “no sale de la nada, ni de twitter o redes sociales, hay un movimiento de mujeres fuertes que hace 30 años se reúnen para verse las caras, para exponer las problemáticas y generar estrategias en común”. Dice Dillon que el conjunto de variables que llevaron a la masividad de una temática que hasta hace poco era la lucha de una minoría no esta tan claro, pero lo importante es que “mas alla de las opiniones en contra o a favor lo cierto es que los debates se están dando”.
El Estado argentino no tiene cifras oficiales sobre la violencia de género y los femicidios. En su lugar, la Asociación Civil La Casa del Encuentro realizó en 2008 el primer informe sobre la temática. En siete años registraron 1.808 femicidios, 2.196 hijos e hijas se quedaron sin madre y 1.403 de ellos eran menores de edad.
El informe indicó: “Es necesario considerar a la violencia sexista como una cuestión política, social, cultural y de Derechos Humanos, sólo así se podrá ver la grave situación que viven las mujeres, niñas y niños de Argentina como una realizada colectiva por la que se debe actuar de manera inmediata”.
La marcha de hoy tiene como primera consigna el pedido de reglamentación y cumplimiento de un punto de la Ley de Protección Integral contra la Violencia hacia las Mujeres que fija la creación de un Plan Nacional. “No es lo mismo que declarar la emergencia, se trata de crear un diseño de políticas públicas que sea nacional, que tenga presupuesto y que sea monitoreado para atender a las víctimas de violencia y para protegerlas en caso que estén en riesgo, así como generar políticas de prevención que es lo más importante para fortalecer la educación”, explicó Dillon.
Desde el espacio Ni Una Menos reconocen “las herramientas que tiene el Estado, pero pedimos que sean efectivas”. Por ejemplo, el órgano de aplicación y contralor de la ley 26.458, que ya existe: Consejo Nacional de las Mujeres, pero que “brilla por su ausencia, entonces reclamamos que ese órgano de aplicación de alguna señal de vida”.
“La marcha de hoy debería fortalecer a todos los que hoy están trabajando en temas de violencia y en el fortalecimiento de la subjetividad de las mujeres. Eso es lo que a nosotros nos daría la pauta de que algo sucedió”, explicó la integrante de Ni Una Menos.
Más allá de las demandas a un Estado que se mantienen por lo menos al margen, Dillon resaltó otra posibilidad para luchar contra el patriarcado que auspicia hoy de asesino serial de mujeres: “Existe la posibilidad de generar estrategias de resistencia entre mujeres, que permitan resistir sabiendo que hay posibilidades de generar redes. Una mujer sale de un círculo de violencia con otras. No hay posibilidad de salir sola”. “No se va a caer el patriarcado mañana pero si se va a saber que hay mucha gente que quiere que se caiga”, sentenció Dillon.
“Hay una estigmatización del movimiento feminista, una acusación constante de estar en contra de los varones. Y no se trata de eso, pero si se trata de revalorizar nuestras voces y nuestra experiencia. Si a mi no me gusta es porque no me gusta”, explicó Dillon y resaltó que “parte de nuestra educación tiene que ver con no solamente que ser sumisa sino con la obligación de agradar y me parece que hay que empezar a pensar a quien hay que agradar, con quien queremos vivir, de qué forma queremos vivir y creo que generar un encuentro de estas características es valioso para ello”.
A 39 años del nombramiento del femicidio, las activistas por los derechos de las mujeres buscan una nueva conquista. Hoy a las 17 distintas calles del país recibirán un mensaje contundente: Ni Una Menos.
La periodista y activista Marta Dillon, una de las impulsoras del movimiento Ni Una Menos, habló con Nueva Ciudad y explicó que la marcha “no sale de la nada, ni de twitter o redes sociales, hay un movimiento de mujeres fuertes que hace 30 años se reúnen para verse las caras, para exponer las problemáticas y generar estrategias en común”. Dice Dillon que el conjunto de variables que llevaron a la masividad de una temática que hasta hace poco era la lucha de una minoría no esta tan claro, pero lo importante es que “mas alla de las opiniones en contra o a favor lo cierto es que los debates se están dando”.
El Estado argentino no tiene cifras oficiales sobre la violencia de género y los femicidios. En su lugar, la Asociación Civil La Casa del Encuentro realizó en 2008 el primer informe sobre la temática. En siete años registraron 1.808 femicidios, 2.196 hijos e hijas se quedaron sin madre y 1.403 de ellos eran menores de edad.
El informe indicó: “Es necesario considerar a la violencia sexista como una cuestión política, social, cultural y de Derechos Humanos, sólo así se podrá ver la grave situación que viven las mujeres, niñas y niños de Argentina como una realizada colectiva por la que se debe actuar de manera inmediata”.
La marcha de hoy tiene como primera consigna el pedido de reglamentación y cumplimiento de un punto de la Ley de Protección Integral contra la Violencia hacia las Mujeres que fija la creación de un Plan Nacional. “No es lo mismo que declarar la emergencia, se trata de crear un diseño de políticas públicas que sea nacional, que tenga presupuesto y que sea monitoreado para atender a las víctimas de violencia y para protegerlas en caso que estén en riesgo, así como generar políticas de prevención que es lo más importante para fortalecer la educación”, explicó Dillon.
Desde el espacio Ni Una Menos reconocen “las herramientas que tiene el Estado, pero pedimos que sean efectivas”. Por ejemplo, el órgano de aplicación y contralor de la ley 26.458, que ya existe: Consejo Nacional de las Mujeres, pero que “brilla por su ausencia, entonces reclamamos que ese órgano de aplicación de alguna señal de vida”.
“La marcha de hoy debería fortalecer a todos los que hoy están trabajando en temas de violencia y en el fortalecimiento de la subjetividad de las mujeres. Eso es lo que a nosotros nos daría la pauta de que algo sucedió”, explicó la integrante de Ni Una Menos.
Más allá de las demandas a un Estado que se mantienen por lo menos al margen, Dillon resaltó otra posibilidad para luchar contra el patriarcado que auspicia hoy de asesino serial de mujeres: “Existe la posibilidad de generar estrategias de resistencia entre mujeres, que permitan resistir sabiendo que hay posibilidades de generar redes. Una mujer sale de un círculo de violencia con otras. No hay posibilidad de salir sola”. “No se va a caer el patriarcado mañana pero si se va a saber que hay mucha gente que quiere que se caiga”, sentenció Dillon.
“Hay una estigmatización del movimiento feminista, una acusación constante de estar en contra de los varones. Y no se trata de eso, pero si se trata de revalorizar nuestras voces y nuestra experiencia. Si a mi no me gusta es porque no me gusta”, explicó Dillon y resaltó que “parte de nuestra educación tiene que ver con no solamente que ser sumisa sino con la obligación de agradar y me parece que hay que empezar a pensar a quien hay que agradar, con quien queremos vivir, de qué forma queremos vivir y creo que generar un encuentro de estas características es valioso para ello”.
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