Pallarols: "Le damos el bastón al presidente como un regalo y un símbolo de poder para que guíe el país"

El orfebre Juan Carlos Pallarols comenzó a trabajar en el bastón presidencial que llevará el próximo presidente electo. Como viene sucediendo desde 1983, convoca para su creación a ciudadanos de todo el país.

El orfebre afirma: "Se lo damos al presidente como un regalo para toda la vida, pero también como un símbolo de poder que le hemos entregado para que guí­e los destinos del país". 

Pallarols se ha convertido en un emblema de la orfebrería. Entre los poseedores de sus obras se encuentran personalidades de la talla del Papa Francisco, Máxima Zorreguieta o los reyes de España.

"Yo hago obras para alguien, no para dejarlas en un cajón", afirma el artesano en diálogo con Agencia Télam. De esas obras que Pallarols produce para que circulen, sean participativas e incluso creadas colectivamente, el bastón presidencial que se entrega a cada jefe de Estado de la democracia se ha convertido en insignia. Ejemplo de ello es el último bastón que terminó en manos de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y contó con el cincelado de más de dos millones de personas.

"Desde la democracia de 1983, todos los bastones que usaron los presidentes tienen el golpecito del punzón de los argentinos que participan de la actividad que les propongo", dice el orfebre sobre esa obra que será entregada al próximo jefe de Estado (2015-2019) como un regalo de los argentinos, el que además va acompañado por un cuaderno con las firmas de todos aquellos que cincelaron.

"Nosotros se lo damos al presidente como regalo para toda la vida, pero también como un símbolo de poder que le hemos entregado para que guíe los destinos del país", sentencia Pallarols.

De ahí que el orfebre convoque a ciudadanos de todo el país para dejar su huella, próximamente viajará a la Costa Atlántica y luego seguirá por otros puntos del país: "Siempre trato de que participen todos porque la fuerza del palo los va a educar, sobre todo si alguien se porta mal y la gente rebota. Seguramente, si es inteligente dirá `vale la pena portarse bien`. Eso es lo que busco con este bastón y con la participación de la gente".

Él es el responsable de los bastones de todos los presidentes desde 1983, "hice una promesa de que cada uno, aunque sea por una hora, tenga su bastón, siempre y cuando no sea por un golpe de Estado -explica-. El bastón es un regalo personal, cada cual hace lo que quiere con él. Así es la tradición".

"Debo reconocer que si bien todos los presidentes lo usaron y lo recibieron, el que le dio el rango de emblema nacional fue Néstor Kirchner; el bastón siempre se entregó en el salón blanco de la Casa Rosada, que es un espacio limitado, pero con Kirchner se hizo en el Congreso", señala Pallarols sobre el lugar en el que se posicionó el objeto, sin olvidar el famoso gesto juguetón del ex presidente al revolear el bastón.


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