Jóvenes de Bajo Flores lograron cambiar el nombre del Puente Uriburu por el de Ezequiel Demonty

Alumnos de la escuela donde estudiaba Ezequiel Demonty, el joven tirado al Riachuelo por la policía, encararon el proyecto. Y el Congreso Nacional lo transformó en ley.

El puente que une Lanús y el barrio de Pompeya dejará de tener el nombre del dictador José Félix Uriburu y se llamará desde ahora Puente Nacional Ezequiel Demonty, el chico de 19 años que fue arrojado desde allí al Riachuelo después de ser torturado por agentes de la Policía Federal en septiembre de 2002.

El cambio surge de un proyecto que el Senado convirtió en ley y que había sido redactado e impulsado por alumnos de la Escuela E.E.M. 3 “Carlos Geniso”, en el Bajo Flores, donde estudiaba el joven asesinado. Guiados por sus docentes, pensaron que proponer una ley era una forma de hacerse escuchar, de contar cómo es su realidad y frenar los maltratos de policías y gendarmes.

Los chicos le dejaron una carta en la Casa Rosada a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner con un pedido: “Así como Néstor bajó los cuadros de los dictadores de la pared de Presidentes sería un inmenso orgullo para todos los que luchamos por una patria inclusiva y soberana que sea usted quien baje la placa del hombre que inauguró una serie de dictaduras en nuestro país (Uriburu), y en ese mismo acto suba y afirme, a través de Ezequiel Demonty, a todos los jóvenes de los barrios menos beneficiados que con tanto amor trabajan por un mundo para todas y todos”.

También piden, como parte de la reglamentación de la ley, “se indique a todas las líneas de colectivos que pasan por allí que cambien el cartel donde dice ‘Puente Uriburu’ o ‘Puente Alsina’ y que comience a indicar al ‘Puente Ezequiel Demonty’”.

Los fundamentos de la ley fueron escritos por los propios estudiantes. Estos son algunos: “Para que no pase más con ningún joven lo que pasó con Ezequiel Demonty, que la policía lo golpeó sin razón alguna y lo arrojó al Riachuelo”; “para que la gente conozca la violencia institucional de estos barrios”; “Ezequiel sufrió todas las características de la violencia institucional, siendo inocente de todo, y no alcanza con que estén presos los culpables”; “lo que le hicieron fue injusto y cruel, sería bueno que el puente lleve su nombre”; “para que la policía aprenda que no tiene más derecho que nosotros”; “estaría bueno que cambien el nombre por el de Ezequiel, que fue asesinado por personas que no valoraron la vida”; “¿por qué tiene que tener el nombre de un dictador que hizo sufrir a muchas personas?”; “Uriburu restableció la pena de muerte”; “Uriburu fue el primer dictador de nuestro país y usó las armas en contra del pueblo, también la policía usa las armas para matar al pueblo”.

El proyecto lo presentó el diputado Leonardo Grosso (Frente para la Victoria) y juntó firmas con su par radical Manuel Garrido. Llevó siete del oficialismo y siete de la oposición. Faltaron las del Frente Renovador, y el PRO votó en contra de la propuesta en el recinto con el argumento de que la Legislatura porteña ya le había puesto “Puente Alsina” al tramo porteño. Grosso mostró que por ley se trata de un puente nacional, y consiguió apoyo en Diputados. Al final el Senado dio su aval en forma unánime.

El 14 de septiembre de 2002, Demonty había ido a bailar con dos amigos a Constitución y en el camino de vuelta los agarró la policía cuando intentaban tomar un remise. Los hicieron subir a patrulleros de la comisaría 34. Los llevaron hasta el comienzo del puente, en la parte conocida como Alsina, los golpearon y los tiraron al agua. Ezequiel se ahogó. Sus amigos se salvaron. Claudio terminó preso por un robo menor, y Julio apareció asesinado en un auto. En 2004, fueron condenados a prisión perpetua el ex oficial subinspector Gastón Samohano, el ex oficial inspector Gabriel Barrionuevo y el suboficial Alfredo Fornasari.


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