El fileteado porteño, ¿Patrimonio de la Humanidad en 2015?

De acuerdo a Lombardi, "se buscó armar una trilogía: tango, filete y sainete, se trata de la cultura de la inmigración en Buenos Aires”.

De acuerdo a Lombardi, "se buscó armar una trilogía: tango, filete y sainete, se trata de la cultura de la inmigración en Buenos Aires”.

El fin de semana pasado, Hernán Lombardi, ministro de Cultura de la Ciudad, se reunió con representantes de la UNESCO en Paris para preparar la candidatura del fileteado porteño para a integrar el patrimonio de la humanidad. El ministro llenó los documentos correspondientes en marzo de este año y luego se dio cuenta de una larga lista de requerimientos técnicos.

De acuerdo a Lombardi, "se buscó armar una trilogía: tango, filete y sainete, se trata de la cultura de la inmigración en Buenos Aires”, publicó el matutino Clarín.

El filete es esa forma particular de ilustración que arrancó en los carros que hacían repartos a fines del siglo XIX con Vicente Brunetti y Cecilio Pascarella, entonces dos chicos que cebaban mate y hacían mandados en una carrocera –donde construían los carros— y que un día tuvieron la oportunidad de tomar el pincel y darleun toque personal a uno de los vehículos que allí se realizaban.

La técnica se fue perfeccionando y se usó -cuentan Esther Barugel y Nicolás Rubió en “El filete porteño”- para poner el nombre del dueño del carro y su especialidad: leche, pan, verduras. Aparecieron flores, pájaros y hasta dragones. Si el cartel era grande había que pagar impuestos, así que la idea fue hacerlo chico pero llamativo. Y aparecieron, a pedido de los dueños, las frases: “Para ti, madre”; “De ranas como vos tengo la sartén llena” y hasta “Si su hija sufre y llora es por este pibe señora”. Del carro el filete saltó al camión y de ahí al colectivo. Hasta que en 1975 lo prohibieron, argumentando que tanto ornamento confundía a los pasajeros. El filete se mudó a los cuadros y a muchos otros soportes.


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