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- 29.05.2014
Tonolec: “Los artistas de cada tiempo debemos manejar la impronta del lugar y del momento que estamos viviendo”
Por Sebastián
Desde hace 15 años, investigan las lenguas originarias de los pueblos de la Mesopotamia para transformarlas en materia de sus canciones, surcadas por lo más avanzado de la programación y la música electrónica. Esa extraña mixtura ha hecho de Tonolec una pieza destacada del escenario musical contemporáneo. Charo Bogarín, la front woman de esa propuesta cuenta cómo es la experiencia de ser investigadores y músicos al mismo tiempo y da los detalles de la presentación de su reciente último disco, Música de la tierra sin mal.
¿Cómo fue la experiencia de este nuevo disco, que incluyó tanta investigación nueva?
Es un disco que venimos pensando de hace tiempo, porque teníamos ganas de abrir el abanico en cuanto a nuestro trabajo musical con pueblos originarios. Hace ya 14 años que venimos con esta investigación y con la propuesta de fusionar la música electrónica con los cantos en lengua qom, y ahora abrimos el abanico hacia los cantos en lenguas guaraníes; eso implicó un trabajo de campo importante, en la provincia de Misiones, en la que estuvimos en contacto con seis comunidades Mbua Guaraní. La particularidad de esas comunidades es que el canto es casi una actividad exclusiva de los niños; todas las comunidades de Misiones pertenecientes a esa etnia tienen coritos de niños que van aprendiendo a través del canto las tradiciones, las costumbres y la lengua madre de ese pueblo. Fue una experiencia muy fuerte y ese espíritu infantil está en nuestro nuevo disco doble, Canto de la tierra sin mal.
¿Por qué los chicos tienen esa tarea en esas comunidades?
El canto en los pueblos originarios cumple una función muy importante. El canto de la gente Qom, por ejemplo, tiene que ver con curar, con sanar, con ceremonias iniciáticas. En la comunidad guaraní el canto, además, tiene que ver con una función formativa. Ellos forman, educan a sus niños a través de esta expresión artística, a través de este lenguaje único y universal que es la música, la canción. Los chicos van mamando sus costumbres, que están contenidas en las letras, de una manera muy natural.
Es parte de la tradición oral de esos pueblos.
Si, más allá de que el guaraní, desde 1980, ya tiene su diccionario y a través de allí empiezan a hacer su lenguaje escrito. Ahora, los guaraníes tienen la particularidad de que están diseminados no solamente por Argentina, sino también por Paraguay y por Brasil, y son una comunidad muy fuerte en relación con la lengua, de hecho hay toda una nación, que es Paraguay, que habla guaraní. Cada cual tiene sus particularidades. Por ejemplo, cuando fuimos a trabajar un canto en lengua Mbua con unos niños de la comunidad Yryapú, en Iugazú, las nenas me pedían a mí la letra de la canción y la leían del papel. Es una comunidad en la que alfabetización es más natural. La tradición oral también se mantiene, claro.
¿Cómo encaran la doble tarea de músicos e investigadores?
Creo que a diferencia de otros músicos que también abordan un poco las lenguas originarias o cantos tradicionales tribales, lo que hizo Tonolec fue profundizar ese camino a través de la investigación. Personalmente, al ser comunicadora social, al haber estudiado esa carrera, incorporé una herramienta que son los métodos de la investigación social, saber cómo abordar lo que estamos por estudiar. Como encargada también de hacer las canciones y las letras en estas dos lenguas antiguas, fue un trabajo encontrar diccionarios en guaraní, por ejemplo. Desde 2008 vengo estudiando la lengua guaraní para saber lo que dice, porque aunque yo llevo sangre guaraní en mi venas, no mamé ese idioma, así lo tuve que estudiar para poder componer. Y ese mismo trabajo lo hizo Diego para su parte de sonido. Cada uno ha tenido, por labor, que profundizar los conocimientos, y lo hemos hecho con mucho respeto y mucha rigurosidad.
¿Cómo trabajan el balance entre esas lenguas ancestrales y la música electrónica?
Es la impronta que define a Tonolec. Cómo ser artistas de estos tiempos, haciendo una propuesta nueva buscando también en las raíces que nosotros tenemos, en nuestro folclore tradicional, el más profundo, como es el de nuestras lenguas originarias. Nuestro desafío fue tener esa lectura contemporánea, resignificando cantos tradicionales para traerlos al día de hoy. Si no, como artistas, uno no ayuda a que la cultura siga creciendo y esté en movimiento. Se supone que los artistas de cada tiempo debemos manejar la impronta del lugar y del momento que estamos viviendo. Desde hace como diez años atrás se viene gestando en el tejido social un cambio que tiene que ver con una mirada puesta en los valores y las costumbres de nuestros pueblos originarias. Creo que naturalmente Diego y yo nos hemos alineado en este sentir con esta propuesta artística y hemos integrado de manera natural y no invasiva ambos elementos, lo contemporáneo y lo tradicional, siempre en un marco de austeridad, porque siempre tratamos de ser muy sencillos y muy simples a la hora de transmitir nuestra música, para que la puedan disfrutar desde los niños hasta los abuelos. Es una propuesta inclusiva, de eso se trata la música de Tonolec.
Ustedes abrieron una brecha en la recuperación de las tradiciones aborígenes. ¿Sienten responsabilidad frente a eso?
La responsabilidad la sentimos desde el primer momento que abordamos la música qom, ya que nos dimos cuenta de que para ellos era algo sagrado, algo religioso, por eso de ser una herramienta para curar, para sanar a través del canto y la palabra. Y al darnos cuenta de esa función del canto qom, con Diego nos hemos tomado el tiempo para asimilar eso y abordarlo desde el respeto. Esa música que no es solamente de nuestros pueblos originarios, sino que nos pertenece a todos, porque todos somos parte de esta tierra.
¿Cuáles son las perspectivas para presentación del disco, que va a incluir a muchos de los que participaron de la grabación?
La apuesta para el show es muy importante, que incluye un coro de niños guaraníes, que viene desde Misiones, vienen seis niños de la comunidad qom de Derqui, que también participan del disco, y el coro Color Humano de Mar del Plata, que son el corito de gringos. La idea es tener a todas las etnias juntas arriba del escenario y transmitir, a través de sus principales actores, que son los niños, los cantos de Tonolec. Es una apuesta interdisciplinaria, también, porque habrá proyección de imágenes, y la puesta en el escenario y el vestuario también tienen mucho trabajo, que es también una marca registrada de Tonolec.
Desde hace 15 años, investigan las lenguas originarias de los pueblos de la Mesopotamia para transformarlas en materia de sus canciones, surcadas por lo más avanzado de la programación y la música electrónica. Esa extraña mixtura ha hecho de Tonolec una pieza destacada del escenario musical contemporáneo. Charo Bogarín, la front woman de esa propuesta cuenta cómo es la experiencia de ser investigadores y músicos al mismo tiempo y da los detalles de la presentación de su reciente último disco, Música de la tierra sin mal.
¿Cómo fue la experiencia de este nuevo disco, que incluyó tanta investigación nueva?
Es un disco que venimos pensando de hace tiempo, porque teníamos ganas de abrir el abanico en cuanto a nuestro trabajo musical con pueblos originarios. Hace ya 14 años que venimos con esta investigación y con la propuesta de fusionar la música electrónica con los cantos en lengua qom, y ahora abrimos el abanico hacia los cantos en lenguas guaraníes; eso implicó un trabajo de campo importante, en la provincia de Misiones, en la que estuvimos en contacto con seis comunidades Mbua Guaraní. La particularidad de esas comunidades es que el canto es casi una actividad exclusiva de los niños; todas las comunidades de Misiones pertenecientes a esa etnia tienen coritos de niños que van aprendiendo a través del canto las tradiciones, las costumbres y la lengua madre de ese pueblo. Fue una experiencia muy fuerte y ese espíritu infantil está en nuestro nuevo disco doble, Canto de la tierra sin mal.
¿Por qué los chicos tienen esa tarea en esas comunidades?
El canto en los pueblos originarios cumple una función muy importante. El canto de la gente Qom, por ejemplo, tiene que ver con curar, con sanar, con ceremonias iniciáticas. En la comunidad guaraní el canto, además, tiene que ver con una función formativa. Ellos forman, educan a sus niños a través de esta expresión artística, a través de este lenguaje único y universal que es la música, la canción. Los chicos van mamando sus costumbres, que están contenidas en las letras, de una manera muy natural.
Es parte de la tradición oral de esos pueblos.
Si, más allá de que el guaraní, desde 1980, ya tiene su diccionario y a través de allí empiezan a hacer su lenguaje escrito. Ahora, los guaraníes tienen la particularidad de que están diseminados no solamente por Argentina, sino también por Paraguay y por Brasil, y son una comunidad muy fuerte en relación con la lengua, de hecho hay toda una nación, que es Paraguay, que habla guaraní. Cada cual tiene sus particularidades. Por ejemplo, cuando fuimos a trabajar un canto en lengua Mbua con unos niños de la comunidad Yryapú, en Iugazú, las nenas me pedían a mí la letra de la canción y la leían del papel. Es una comunidad en la que alfabetización es más natural. La tradición oral también se mantiene, claro.
¿Cómo encaran la doble tarea de músicos e investigadores?
Creo que a diferencia de otros músicos que también abordan un poco las lenguas originarias o cantos tradicionales tribales, lo que hizo Tonolec fue profundizar ese camino a través de la investigación. Personalmente, al ser comunicadora social, al haber estudiado esa carrera, incorporé una herramienta que son los métodos de la investigación social, saber cómo abordar lo que estamos por estudiar. Como encargada también de hacer las canciones y las letras en estas dos lenguas antiguas, fue un trabajo encontrar diccionarios en guaraní, por ejemplo. Desde 2008 vengo estudiando la lengua guaraní para saber lo que dice, porque aunque yo llevo sangre guaraní en mi venas, no mamé ese idioma, así lo tuve que estudiar para poder componer. Y ese mismo trabajo lo hizo Diego para su parte de sonido. Cada uno ha tenido, por labor, que profundizar los conocimientos, y lo hemos hecho con mucho respeto y mucha rigurosidad.
¿Cómo trabajan el balance entre esas lenguas ancestrales y la música electrónica?
Es la impronta que define a Tonolec. Cómo ser artistas de estos tiempos, haciendo una propuesta nueva buscando también en las raíces que nosotros tenemos, en nuestro folclore tradicional, el más profundo, como es el de nuestras lenguas originarias. Nuestro desafío fue tener esa lectura contemporánea, resignificando cantos tradicionales para traerlos al día de hoy. Si no, como artistas, uno no ayuda a que la cultura siga creciendo y esté en movimiento. Se supone que los artistas de cada tiempo debemos manejar la impronta del lugar y del momento que estamos viviendo. Desde hace como diez años atrás se viene gestando en el tejido social un cambio que tiene que ver con una mirada puesta en los valores y las costumbres de nuestros pueblos originarias. Creo que naturalmente Diego y yo nos hemos alineado en este sentir con esta propuesta artística y hemos integrado de manera natural y no invasiva ambos elementos, lo contemporáneo y lo tradicional, siempre en un marco de austeridad, porque siempre tratamos de ser muy sencillos y muy simples a la hora de transmitir nuestra música, para que la puedan disfrutar desde los niños hasta los abuelos. Es una propuesta inclusiva, de eso se trata la música de Tonolec.
Ustedes abrieron una brecha en la recuperación de las tradiciones aborígenes. ¿Sienten responsabilidad frente a eso?
La responsabilidad la sentimos desde el primer momento que abordamos la música qom, ya que nos dimos cuenta de que para ellos era algo sagrado, algo religioso, por eso de ser una herramienta para curar, para sanar a través del canto y la palabra. Y al darnos cuenta de esa función del canto qom, con Diego nos hemos tomado el tiempo para asimilar eso y abordarlo desde el respeto. Esa música que no es solamente de nuestros pueblos originarios, sino que nos pertenece a todos, porque todos somos parte de esta tierra.
¿Cuáles son las perspectivas para presentación del disco, que va a incluir a muchos de los que participaron de la grabación?
La apuesta para el show es muy importante, que incluye un coro de niños guaraníes, que viene desde Misiones, vienen seis niños de la comunidad qom de Derqui, que también participan del disco, y el coro Color Humano de Mar del Plata, que son el corito de gringos. La idea es tener a todas las etnias juntas arriba del escenario y transmitir, a través de sus principales actores, que son los niños, los cantos de Tonolec. Es una apuesta interdisciplinaria, también, porque habrá proyección de imágenes, y la puesta en el escenario y el vestuario también tienen mucho trabajo, que es también una marca registrada de Tonolec.
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