Miles de personas reclamaron la legalización del cannabis

Productores y consumidores se congregaron en Plaza de Mayo para reclamar por su legalización, tanto para fines medicinales como recreativos, en el marco de la Marcha Mundial de la Marihuana.

Un clima de festejo y amistad se vivió frente al Cabildo porteño, en donde decenas de grupos de amigos incluso se mostraban haciendo consumo de la cannabis, como forma de protesta hacia las leyes que criminalizan a los usuarios por la tenencia de esas sustancias.

Matías Faray, de la Agrupación Cannabicultores del Oeste, explicó que reclaman "por el autocultivo y el inmediato fin de los allanamientos, detenciones y procesos penales a cultivadores de cannabis". Asimismo, por la "la regulación de los Clubes Sociales de Cannabis para el acceso al cannabis y sus semillas", y también por la "tenencia", para el "urgente cese de las detenciones y procesos penales a los usuarios".

Faray explicó a Télam que también reclaman por el uso medicinal e industrial de la planta, porque en su opinión, "si una empresa está dispuesta a invertir en el país no lo hace por la legislación vigente".

El reclamo también se extiende a un pedido por la aprobación de una ley de atención pública, universal y gratuita de los problemas asociados al uso de sustancias, y por la modificación de la Ley 23.737 de Tenencia y tráfico de estupefacientes, porque "está arruinando proyectos de vida", según sostuvo el activista.

Los grupos de amigos y familias que se hicieron presentes se detenían en algunos de los stands que vendían elementos para el consumo de cannabis, así como también arte de todo tipo; desde bijouterie a cuadros hechos a mano.

Uno de los participantes del evento fue Daniel, de 56 años, quien llegó desde la localidad rionegrina de Viedma con su esposa y su hija para ser parte de la Marcha Mundial de la Marihuana.

"Vine en apoyo, porque yo soy productor, consumo lo que planto, y estoy de acuerdo con la legalización", dijo a Télam: "en Viedma tenemos amigos que son vecinos cannabicultores, y así como algunos producen vino o cordero, otros cultivamos plantas para fumar".

En tanto, Walter, un joven de Florencio Varela, explicó que "la marihuana no está bien vista porque se asocia con otras drogas como la cocaína o el paco, pero no tiene nada que ver, porque estamos hablando de una planta y no de químicos preparados".

Por su parte Gabriel Jinkus, abogado e integrante del Centro de Estudios de la Cultura Cannábica, afirmó que "año a año, con el crecimiento de la Marcha, se está demostrando que esto merece una institucionalización con una ley que nos permita a todos disfrutar de la planta tanto en su rol de esparcimiento como medicinal".

Facundo Rivadeneira, de la Agrupación Cogollos del Oeste, afirmó a Télam que "hay que informar a la gente", ya que "hoy creció la aceptación social pero hay sectores en donde es difícil llegar en donde aún permanece el estigma". "Somos usuarios: no somos ni enfermos ni delincuentes, y utilizamos una sustancia como así otras personas toman todos los días café o fuman tabaco", afirmó.

Rivadeneira se refirió a las recientes actividades que se realizaron en distintos espacios institucionales, como jornadas en el Congreso de la Nación, la Legislatura porteña y en la Universidad de Quilmes.

"Se nota que con estas acciones existe una intención de cambiar la legislación, pero a la vez hay tanto miedo que se quiere ir muy de a poco", dijo: "es por eso que estamos acá, firmes, para seguir generando espacios de apertura".

La Marcha Mundial de la Marihuana se realiza en distintas partes del mundo desde 1999 y, sólo en Argentina, durante 2013 se congregar 100.000 personas. Este año en el país se realizaron movilizaciones en 22 ciudades, y en Buenos Aires, la protesta culminó con una marcha al Congreso Nacional para reclamar el cambio en la legislación vigente.

Al respecto, la legisladora del Frente para la Victoria María Rachid expresó que “esta nueva edición de la Marcha Mundial de la Marihuana nos encuentra en un escenario más favorable para avanzar con un debate todavía pendiente. La opinión de diversos especialistas y asociaciones que intervienen en el amparo presentado por Alejandro Cibotti junto con la Mesa Nacional por la Igualdad y la Agrupación Agricultores Canábicos Argentinos (AACA), reclamando el derecho al uso medicinal de cannabis, son fundamentales para comprender que las leyes se deben ir adaptando a las necesidades y a los cambios que las sociedades precisan en cada época. Penalizar el uso terapéutico de cannabis es una grave conducta discriminatoria hacia sus usuarios, que tiende a estigmatizarlos y apartarlos del acceso a su salud integral. Legalizar el cannabis es mucho más que una cuestión jurídica, es una cuestión de derechos humanos, una cuestión humanitaria”.

Respecto a los nuevos aportes a la causa judicial, Rachid manifestó que “nos parece necesario que la adhesión de expertos internacionales, así como la intervención ahora de la Asociación Pensamiento Penal, el CELS e Intercambios, entre otros, sean tenidas en cuenta para determinar, cuanto antes, la inconstitucionalidad de las normas en que se ampara el Gobierno de la Ciudad para negar la prescripción y provisión de marihuana a Alejandro Cibotti o habilitar expresamente a su autocultivo. Es violatorio de los derechos humanos impedir a él, y a otras personas, el derecho a vivir dignamente de manera libre y autónoma”.


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