Alika: “El motor de lo que yo hago es tratar de dejar un mensaje a través de las canciones”

Por Sebastián Scigliano
Allá, en los lejanos noventas, formó parte de una banda fundacional para el hip hop local: Actitud María Marta, uno duo de “nenas glamorosas con cojones”, como las definió Fito Paez, que irrumpió con fuerza en la escena local, a fuerza de sonido innovador y compromiso militante. Desde entonces, Alika ha hecho de su carrera un verdadero volcán en erupción, que no para de crecer. Convertida ya en una referencia continental de esa nueva escena que mezcla dub, hip hop, reggae y hasta cumbia, viene a Buenos Aires a presentar su último disco, Mi palabra, mi alma. “Yo soy así porque soy independiente, si no, no se cómo hubiera sido mi camino”, confiesa.
Si hay una cosa que se puede decir de tu carrera es que ha estado en permanente evolución. ¿Compartís esa idea?
Trato de mejorar siempre las cosas, no se si sale siempre así. Trato de que los discos tengan un concepto, de que estén bien hechos. Al principio, por ahí, no tenía los recursos para hacer que las cosas suenen bien, y con el tiempo fui logrando que eso saliera mejor. La idea siempre fue ir creciendo, ir incorporando cosas, no quedarnos con el rap, como al principio, sino ir sumando cosas. El reggae, o la cumbia, últimamente, o el sonido del caribe, como en este último disco.

¿Cómo te llegan esas influencias?
Todo lo que escucho y veo me influye, pero cada vez que hago un disco me pongo a pensar qué voy a hacer, en qué voy a trabajar. Si voy a hacer cinco reggaes, qué tipo de reggae van a ser, qué estilo, qué tipo de percusión le voy a poner, qué teclados. Es una cosa que siempre decido yo, eso, me propongo que suene algo y trato de hacerlo.

¿En qué momento de ese recorrido te parece que estás?
Es como un viaje que uno no sabe dónde termina. Ahora es la primera vez que puedo trabajar todas las canciones con productores, y en ese sentido siento que evolucioné, pero nunca se sabe qué va a pasar en el futuro. Sigue siendo como un viaje.

¿Cómo te lllevás con la popularidad?
Recién justo me saludaron un par de personas, uno de un auto y una chica que me saludó acá, en la puerta. Creo que si te dedicás a esto, vas a ser una persona conocida, así que me llevo bien con eso. Pero nunca fue un objetivo, hay mil cosas que tengo que hacer antes de pensar en eso. La gente que me quiere es un amor, y tengo buena relación con ella. Me termino de hacer amiga de gente que me viene a ver, eso así, así que la música es una buena manera de hacer amigos, poenele (risas).

No sos muy consciente de que sos una referencia.
¿Qué es ser una referencia?

Alguien con la que mucha gente se identifica, por muchos motivos.
Yo soy muy tranquila con eso, se que mucha gente me quiere, y me doy cuenta de eso, pero para mí es solo una forma más rápida de conocer gente.

Sin embargo, en tus canciones vos decís cosas, ¿no sentís una responsabilidad frente a eso?
Sí, totalmente. El motor de lo que yo hago fue siempre tratar de dejar un mensaje a través de las canciones. Empecé por eso, y quiero que siempre sea eso. El día que eso no esté, cerramos todo y nos dedicamos a otra cosa. Le doy mucha importancia a eso, pienso las temáticas sobre las que hago las letras y me pongo a trabajar sobre eso, no lo dejo librado al azar.

¿Y estás conforme con los resultados?
Sí, porque le doy muchas vueltas antes de hacer las cosas, para estar conforme cuando lo escucho. Ahora hablo de más cosas que antes. Cuando empecé, mi primer disco, por ejemplo, es netamente de temática rasta fari. Y con el tiempo, al compartir mi vida con otra gente, y músicas de otro tipo, el espectro se amplió. Siempre desde mi identidad rasta fari, eso sí.

Sí, es cierto, pero también en un video tuyo puede aparecer la diablada del altiplano, mezclada con lo rasta.
Sí, es que somos así, somos un mix de cosas, y a mí me gusta que una persona de otro país que ve un video mío pueda saber que en Jujuy pasa eso, que está esa mezcla de culturas. Yo lo veo así, y lo acepto, y lo muestro. Culturalmente es muy valioso, y nosotros no somos una sola cosa.

¿No notás que esa mezcla desenfadada es algo relativamente nuevo?
No se, es que vos me ves a mí, y soy una mezcla de todo. Soy una indígena guaraní y una rapera. El pasado y el futuro en la sangre.

Sí, pero esa convivencia de esos elementos es más una característica de artistas de tu generación.
Sí, ahora que lo mencionás, puede ser, como que somos más de poner todas las influencias que tenemos todas juntas, sin ponernos mucho a pensar; largamos todo. En lo visual y en la música. La mezcla que hay ahora con la cumbia es parte de eso, también, de romper prejuicios.

¿Qué valor le das al tema de la independencia?
Es fundamental. Mi camino no hubiera sido el mismo de no ser así. Al poder elegir totalmente lo que se hace, no tener ningún tipo de presión, y al mismo tiempo tener que esforzarse por hacer cada cosa, hace que todo tenga más valor. Yo soy así porque soy independiente, si no, no se cómo hubiera sido mi camino, realmente. Es uno de los pilares de mi proyecto.

¿Y no es un límite para la llegada de tu música?
Así como se rompieron un montón de prejuicios, me parece que también se están rompiendo límites para eso. La gente que nos escucha también rompió muchos prejuicios. Antes, para tener credibilidad y que te escuchen, se esperaba que alguien saliera en la tele, o en la radio, o que tenga aceptación por parte de determinados medios. Hoy a la gente le gusta algo, lo elige, y le da para adelante. Eso es lo que te hace masivo. Hoy va ganando más lo que la gente quiere, sin importar por dónde se escuche. A mí ni me preocupa si no salgo en esas cinco radios más conocidas, pero tampoco es algo que me quite el sueño. Los pibes me escuchan por otro lado. Yo quiero que me escuchen porque quieren, no porque se lo impongan a alguien.

Viajás mucho por Latinoamérica. ¿Cómo ves al continente?
Hace como diez años que viajo y veo mucha gente haciendo como una cosa paralela a la política. Desde una fábrica recuperada por los obreros hasta gente que produce su propia energía. La gente se despega cada vez más del sistema porque no le funciona. Y hay miles de proyectos interesantes en ese sentido. Veo al continente en ese momento. Muchas cosas que se han ido procesando que van dando los frutos.

¿Y te parece que los gobiernos del continente han acompañado ese proceso?
En algunas cosas sí. Pero en muchas otras la gente tomó las riendas de su vida he hizo sus propios proyectos. La gente lleva la delantera, y los gobiernos se suman.

¿Te imaginaste llegar hasta acá?
Yo no planeo esas cosas. Trato de hacer las cosas lo mejor posible, y si es así, voy tener resultados. Pero no me gusta ilusionarme. Igual, el camino hasta acá estuvo buenísmo.

¿Y qué te gustaría que te pase?
Me gustaría que la música salga del ámbito musical, y se mezcle con proyectos sociales. Por ejemplo, con nuestro DJ, Alex, siempre tenemos la idea de construir un sistema de sonido y hacer una gira por todo el país, con otros músicos, y recaudar dinero para poner agua en un lugar, por ejemplo. Eso, salir del ámbito, sacar la música de los lugares convencionales y romper un poco el individualismo.

 


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