Nuevo mensaje de "Chicha" Mariani a su nieta apropiada por la dictadura

María Isabel "Chicha" Chorobick de Mariani envió un nuevo mensaje a través de Facebook a su nieta Clara Anahí, apropiada a los tres meses de vida durante la última dictadura cívico-militar, en el que enfatiza que la sigue buscando.

"Querida Clarita, es posible que la familia en la que te criaste te haya dicho muchas veces que sos `una chica abandonada´. Qué ironía esta, porque sos todo lo contrario a una chica abandonada", escribió en su muro "Chicha" Mariani.

En un mensaje breve, pero muy conmovedor, la Abuela de Plaza de Mayo le cuenta a su nieta apropiada que "tuviste una mamá que te protegió con su vida hasta el último segundo aquel 24 de noviembre de 1976. Tu papá, sabiendo que lo perseguían, eligió quedarse en La Plata buscándote hasta que lo asesinaron el 1° de agosto de 1977".

"Chicha, tu abuela, y el resto de tu familia lo hacen desde aquel día y continúan haciéndolo hasta encontrarte… hasta que puedan abrazarte como lo hacían antes de que te sacaran de tu casa cuando solo tenías tres meses de edad", detalla el mensaje.

Finalmente, le pide a Clara Anahí que "si tenés una duda de quién sos permitite hacerlo y buscá a tu verdadera familia que desde hace casi 38 años te buscan… te quieren y te extrañan!".

El 24 de noviembre de 1976 fuerzas militares y policiales atacaron la vivienda de Diana Teruggi y Daniel Mariani, ubicada en las calles 30 entre 55 y 56 de La Plata. En el lugar fueron asesinados Diana Teruggi y cuatro compañeros de militancia: Juan Carlos Peiris, Daniel Mendiburu Elicabe, Roberto Porfirio y Alberto Bossio.

Diana fue acribillada por la espalda y cayó cubriendo con su cuerpo a su pequeña hija Clara Anahí, que fue secuestrada por los represores y hasta el momento no pudo ser recuperada. Daniel Mariani no estaba en la propiedad al momento del ataque, pero fue asesinado en agosto de 1977.

En la casa, declarada Sitio de Memoria del Terrorismo de Estado, funcionaba una imprenta que publicaba la revista "Evita Montonera", donde se denunciaron por primera vez las desapariciones de personas, los "vuelos de la muerte" y la existencia de centros clandestinos de detención.

La propiedad exhibe hoy en su frente varios orificios de bala que impactaron durante el ataque de las fuerzas conjuntas de la dictadura y un enorme boquete provocado por un proyectil de tanqueta que atravesó esa pared y otra del interior, revelando la saña empleada por los represores.


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