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- 13.03.2014
Gabriel Fuks: “Tenemos que salir a buscar al electorado que está enojado con nosotros”
Por Sebastián De Toma
Gabriel Fuks es licenciado en Historia (UBA), supo integrar la juventud peronista de la Ciudad, y se describe a sí mismo como peronista y militante K. Desde 2003 y hasta resultar elegido como legislador porteño en las elecciones del 28 de octubre del 2013 se desempeñó como presidente de los Cascos Blancos.
Con él Nueva Ciudad habló largo y tendido sobre cuestiones de estricta actualidad como las inscripciones online, la falta de vacantes en las escuelas y los problemas del tránsito, así como sobre la inconclusa descentralización hacia las Comunas y la estrategia kirchnerista a futuro dentro de la Capital Federal.
¿Ve alguna manera de resolver los inconvenientes planteados por la inscripción online y la falta de vacantes?
Primero, lo que está pasando - es cierto lo que el macrismo dice -, es un problema que preexistía. Eso está claro. El inconveniente -que es parte también de lo que digo hoy-, es que su falta de percepción de lo que pasa con la “gente común” lo hace creer que con una aplicación tecnológica va a resolver o mejorar el tema. También es cierto que el PRO hace una interpretación de la Constitución respecto al Nivel Inicial: en realidad ellos no están en la obligación absoluta sino en la necesidad de buscar herramientas, que es una interpretación constitucional que ya ha tenido varias interpretaciones en contrario y, sobre todo, hay fallos de la Justicia.
El problema principal, para mí, es que no están cumpliendo compromisos que ellos asumieron en 2010, 2011 y 2012. Además, tuvieron presupuesto y recursos suficientes para construir lo que hiciera falta y lo que fuera necesario, y solo están haciendo ahora una cosa: nuestro equipo ha estado recorriendo escuelas en estos días y se encuentra con que una que fue terminada el año pasado tiene un aula modular pegada al lado que no tiene nada que ver con la construcción. Ya no hablamos de container o no container; no tiene baño, ni siquiera de la calidad de las paredes… ¿Cómo lo van a resolver? No sé. Me parece que tienen un problema grande que está escalando. Ese tipo de situaciones era algo que no se venía planteando en el último tiempo. Yo recuerdo que otros compañeros nuestros que han estado en la Legislatura nos hablaban hace un par de años atrás sobre esta situación, pero eran sólo nuestros compañeros.
Yo no creo que sea un cambio de ministro lo que está en discusión, sino que Macri tiene que cumplir los fallos de la Justicia. Ya salió ayer a decir que no lo va a cumplir otra vez, y tiene que cumplirlos. La sesión va a ser un buen fundamento para politizar directamente en la dirección de lo que están reclamando los padres, que cada vez se están movilizando más y nosotros vamos a acompañar eso. Tienen que resolverlo ellos, nosotros no podemos decir cuál es la solución. Hay edificios de la ciudad que perfectamente pueden ser aplicados a esto, hay un proyecto de ley que va a presentar Maria Rachid en esa dirección, que es un complemento. Nuestros comuneros del Frente Para la Victoria están recorriendo las comunas, viendo de los diez mil edificios vacíos que hay en la Ciudad de Buenos Aires, o que son afectados a otras cosas, pertenecientes a la ciudad y que pudieran ser desafectados. Esto puede ser un aporte, pero es una respuesta que damos nosotros porque nos sentimos preocupados ya que los chicos no van a tener la posibilidad. El problema lo tiene que responder el gobierno de la ciudad, todos estos son paliativos a esa respuesta.
¿Por qué el problema de la falta de vacantes explotó ahora y no explotó antes, si no es algo nuevo?
Creo que explotó por el mecanismo que ellos pusieron en marcha. El mecanismo de inscripción on-line fue pensado de una forma muy ideológica, casi clasista. Es decir, pensando que los problemas sociales se resuelven con aplicación tecnológica; pensando que los problemas sociales no se resuelven en el marco sociológico, político y económico-social en el cual se van a desarrollar, sino que simplemente se logra con un ordenador. Y les salió el tiro por la culata porque, justamente, no vieron la otra cara de la moneda que era esto. Pero es que hace tres años que se está discutiendo. Hubo una ONG que hizo una presentación, hubo un acuerdo, esa ONG llegó a la Justicia. La Justicia falló; falló en Primera Instancia, falló en Segunda Instancia… Es decir, hace tres años que el tema está muy en la agenda, subiendo en la agenda, lo que no estaba era en la agenda pública, salvo en la agenda personal de aquella gente que veía limitada su capacidad.
También es cierto que una de las cosas que el macrismo respondía a este tema es que, como es Educación Inicial, no es absolutamente necesario que los chicos entren los primeros días a acompañar la clase, y por lo tanto, iban planteando resolver a lo largo del año algunas de las vacantes. Y también apostando a que muchos de los que solicitaban esas vacantes fueran desistiendo por otras soluciones a las que acudían: ya sea a través de sindicatos, educación privada o a través de otras lógicas en las cuales iban absorbiendo a esos chicos de Inicial.
Yo creo que ya venía escalando el tema y lo potenciaron con el error gravísimo que tiene una raíz – como te decía antes – de concepción de clase y de visión de solución de los problemas.
Esta cuestión de la “concepción de clase” del macrismo, ¿tiene que ver con el traspaso que algunos señalan hacia la Educación Privada?
Seguramente.
¿Piensa que es a propósito?
Es una mezcla de cosas. Yo creo que hay una visión estratégica donde, para ellos, la Educación Pública debe convivir como un receptorio de aquello que no puede o no está en condiciones de ser absorbido por el mercado, o por una educación regida por el mercado; y no como un eje central, ordenador, democratizador y estabilizador de la sociedad en su conjunto, como nosotros lo concebimos de toda la vida, como el peronismo lo concibió durante toda la vida y como los movimientos nacionales también lo hicieron. Ese es un aspecto.
El otro aspecto es que hay un gran negocio alrededor de la transferencia del Sector Privado. Un gran negocio cuyo volumen creció en los últimos años. La Ciudad de Buenos Aires es en esto récord absoluto. Hay algún sector que lo ve desde el lado económico, y no me cabe duda de que uno ha encontrado en muchos otros terrenos del macrismo un inficionamiento entre los intereses privados y públicos. Y creo también que algún tecnócrata de ideología liberal, o de derecha, puede haber cometido un error desde la concepción tecnocrática también. Es una suma de las cosas, pero tiene que ver. La transferencia de los recursos al Sector Privado en volumen es muy grande y, por lo tanto, tienen que ver. Ahora, lo raro de todo esto es que también en el volumen presupuestario que ellos tuvieron para aplicar fue incrementándose y, de alguna manera, ellos fueron ejecutando parte de ese presupuesto, pero evidentemente lo han hecho de una manera que no ha resuelto el problema.
Estos últimos días salió el tema de la expropiación de un par de edificios sobre la Avenida Paseo Colón para hacer uno de los Metrobus que está pensando Macri de acá a 2015-2016 y probablemente ese tema sea llevado a la Legislatura.
Hay un fallo que está retrotrayendo la situación. La información que nosotros tenemos – que no es información oficial – es que ellos (el gobierno macrista) van a priorizar en esta etapa, van a retrotraer lo de Paseo Colón y van a centrar la fase siguiente en lo que es la zona de Cabildo. También hoy salió una estadística sobre el aumento de las muertes por causa de accidentes viales en la Ciudad de Buenos Aires y está marcando cifras récord durante este año. Es decir, es muy interesante porque la política vial del macrismo se basa en inaugurar obras pero no en una Educación Vial y en una verdadera cultura: cada vez hay más jóvenes muertos, cada vez hay más jóvenes conduciendo en motocicletas sin ningún control - sin ningún control ni capacitación del Estado-.
Cada vez el tránsito está más caótico en la ciudad. Es un tránsito que, por supuesto, tiene que ver con 3 millones de personas que entran cotidianamente – los vehículos que entran a diario -, pero esa es también una respuesta que el Estado debe dar, no es sólo la construcción de algo que puede ser o no efectivo - al menos en el plano de la implementación - como ha sido el Metrobus. De hecho el Gobierno Nacional ha planteado una lógica de complementariedad en la etapa que viene para construir un Metrobus-Continuación, tema que seguramente – porque estoy muy interesado en los temas interjurisdiccionales, aquellos temas que planteen una relación entre la transferencia de potestades entre el Gobierno Nacional y el Gobierno de la Ciudad – tendremos alguna participación pero la política hay que verla en su totalidad. Y en su totalidad el gobierno de Macri cree que con el Metrobus ha alcanzado, entonces lo que hace es reproducirlo, y lo que va a hacer es seguir incrementando la cantidad de jóvenes que fallecen de esta manera, la cantidad de imposibilidad de movernos –más allá de que en algunas vías se haya logrado agilizar- y que en sí mismo el problema no esté en la construcción de los Metrobus sino en esta totalidad.
¿Cuál sería la solución?
Hay muchas cosas. Primero hay que hacer una campaña de Educación Vial, un control del incremento de un trabajo muy complicado, eso es otro debate: el tema de como parte del crecimiento ha habido también el crecimiento de cierto empleo laxo asociado a la juventud que tiene que ver con el crecimiento de las motos, y no ha habido una política en esa dirección. Hay muchas cosas que se pueden hacer ahí, solo hubo algunas cosas espasmódicas: algunas entregas de cascos y pecheras “para la foto”, pero no una campaña. Las campañas son cotidianas. Yo no he visto en las campañas de la ciudad más que una - y muy cada tanto - en esta dirección, siendo que estamos hablando de un problema cuyo crecimiento es claramente notable.
En relación al ordenamiento del tránsito, cumplir muchas de las normas que hoy no se están cumpliendo. Ellos hicieron una reducción del ingreso del tránsito a la zona céntrica que, con un testeo individual, uno puede ver que no se cumple de ninguna manera.
Creo que la campaña se comió toda una cantidad de políticas complementarias que son importantes porque tienen que ver con la vida, no tienen que ver con otra cosa. Así que hay muchas cosas para hacer, todas en esta dirección. No es sólo el Metrobus lo que hay que hacer, no obstante lo cual es posible que el Metrobus sea complementario y haya sido importante para la solución de alguno de los problemas.
¿Y la discusión del “Estacionamiento Medido” de los barrios?
Ese es un tema complejo, vamos a ver cómo se implementa. Cuando yo asumí ya estaba en discusión. Me parece que es un problema porque yo, por ejemplo, vivo en Floresta en la zona de conexión donde están las nuevas estaciones del Subte – la última estación del Subte – y donde se genera un gran problema en estacionamiento por la conectividad que se establece con los que vienen de otros puntos cercanos de la ciudad o de la provincia. Efectivamente eso hay que ordenarlo. Ahora, no es solamente tarifando ese “ordenamiento”.
En segundo lugar, me parece que algún avance se produjo cuando al menos se decidió abrir algún tipo de empadronamiento de los habitantes cercanos para que tuvieran una prioridad. Ahora, la ley salvaje que rige el estacionamiento en esa zona – que uno lo ve porque vive ahí – no alcanza con el empadronamiento. Yo creo que ese tema todavía está abierto, no es un tema necesariamente definido. Yo, por principios, no creo que el tarifamiento sea una solución para un problema que requiere también de control y ordenamiento social. A mí no me está gustando ese mecanismo de solución, exclusivamente recaudatorio.
¿Qué se puede proponer desde la Legislatura para que termine de realizar la descentralización y la transferencia de recursos hacia las Comunas y que los comuneros tengan las opciones que deberían tener?
Lo que han hecho con las Comunas es directamente contrario a lo que la Constitución de la Ciudad plantea y lo que las leyes vienen planteando. En principio han concentrado presupuesto comunal en estos años a través de una herramienta directa del gobierno central de la ciudad, en el cual arbitrariamente han – a través de su secretario Machiavelli – hecho arbitrariamente lo que el PRO decidía que había que hacer en cada comuna. Las Comunas no funcionan, las potestades están absolutamente acotadas, son organismos de contención de algún tipo de tensión política local. Hay fallos judiciales para el cumplimiento de las potestades que la Constitución otorga a la Comuna.
Nosotros creemos que una de las batallas duras de este año y que vamos a dar en la Legislatura, no es a “cuenta gotas”: es estrictamente que se cumpla la Constitución en términos de la descentralización que no está funcionando en la Ciudad de Buenos Aires, y donde cada vez el volumen de problemas en que la descentralización podría cooperar en resolver es mayor. Es decir, recién hablábamos de un ejemplo: el aumento de la extensión del Subte que es una cosa buena, trae a su vez aparejado una cantidad de situaciones que es necesario ordenar y resolver porque sino hay zonas de la ciudad donde el conjunto de “plagas de Egipto” parece descender, y no es casual. La peor zona de recolección de basura, la peor zona de ordenamiento territorial en temas de estacionamiento y construcción, porque no casualmente es en las zonas donde se han proliferado las torres en forma anárquica –toda la zona del sudoeste de la ciudad -.
Entonces, todos estos temas sin una mayor concentración de capacidad de decisión en la descentralización; estamos muy complicados.
Nuestros comuneros lo viven eso. Los comuneros son referentes políticos pero no es la voluntad que ellos tienen. No tienen por parte de las estructuras - que maneja el PRO mayoritariamente - ninguna capacidad de incidencia real en la vida de los territorios en los que tienen competencia. Creo que va a ser un año muy duro en esas cuestiones, me parece también que el hecho que se produzca, digamos, un crecimiento de los accesos a la Ciudad de Buenos Aires va a generar también que los propios porteños van a tener que plantear desde su lugar cómo se ubican en esa situación. El PRO ha usado mucho esto en contra de la accesibilidad de los habitantes del Gran Buenos Aires, ideológicamente lo han planteado como un conflicto. Sin embargo ahí hay un nodo al que es necesario darle una respuesta, porque nosotros pensamos que no hay conflicto pero que hay que discutir el tema. Los temas que tienen que ver con la interjurisdiccionalidad también tienen que ver con qué municipio y qué comuna están pegados, y qué tipo de problemas comunes pueden tener. El PRO no ha tenido políticas en esta dirección porque no ha tenido políticas de empoderar a las comunas, y porque tampoco quiere tener mucha relación con el Conurbano Bonaerense al que desprecia y al que solo acusa de usar los recursos e insumos de sus hospitales, colegios. Nosotros creemos que ahí hay una política que se desaprovecha desde la cuestión comunal, desde la cuestión no ejecutada de las políticas comunales.
¿Cuál es la estrategia del kirchnerismo en la ciudad de cara al 2015?
Lo primero que hay que decir es que el kirchnerismo ha crecido mucho en la ciudad: hoy el kirchnerismo tiene 17 diputados, más que en la Legislatura anterior, entre lo que es el interbloque. Tiene referentes en los organismos de control mucho más consolidados que los que tenía en la etapa anterior, incluyendo la Defensoría del Pueblo, el Ente Regulador. Es decir, hoy tenemos un kirchnerismo con una capacidad de articulación muy grande - mucho más grande, en todo caso, que la que tenía -, pero también tenemos algunas cuestiones políticas que tenemos que responder, digamos. Yo creo que una de las cosas que el kirchnerismo tiene que hacer es no generar situaciones que hagan que el macrismo pueda auto-victimizarse, que cometimos en otro momento y no han sido favorables en términos electorales.
Nosotros tenemos un electorado, entre el 20 y 25 por ciento, muy duro, muy sólido, pero tenemos que crecer si queremos ganar la ciudad y cambiar la correlación de fuerzas. Crecer significa recuperar un 10-15 por ciento del electorado que hoy vota a la centro-izquierda, que no nos ha votado y que en muchos casos está un poco enojado con nosotros. Tenemos que salir a buscar ese electorado, pero además hay que buscarlo socialmente. Para buscarlo socialmente también hay que plantearse lo que decía antes: tratar de no lograr que Macri pueda plantearse como perseguido en una realidad en que no lo es. No voy a dar ejemplos, pero hemos cometido errores en esa dirección.
Otra cosa en que también el kirchnerismo tiene que pensarse, - ya que es la única oposición con este poder de fuego que yo planteaba- es algunas cosas que ya estamos haciendo: como no ser tan prejuiciosos y si hay que ser maduros e ir a una Sesión Especial por el tema de la Educación, hacerlo. Hasta ahora es la primera vez que estas cosas se hacen, esto no habla mal de lo que se hacía antes pero objetivamente es otra etapa, porque en el macrismo - más allá que ha ganado una nueva elección y eso es absolutamente cierto -, la lucha por la sucesión va a demostrar que su proyecto político es un proyecto estrictamente local. Ya está demostrado, Macri tiene muchas posibilidades para traspasar la General Paz, solo lo hace con figuras compradas que sean de la cultura o del deporte; no ha logrado consolidar una estructura, eso va a ser un problema. Por lo tanto, la lucha por la sucesión va a estar encadenada a su destino político.
Entonces, hay una oportunidad para que el kirchnerismo, en un contexto más amplio, gane la ciudad. Si no somos nosotros lo va a hacer otro, por lo tanto hay que tener esa idea en la cabeza. Esto implica muchas cosas y, del punto de vista legislativo, implica ser muy responsables, implica también que en estos dos años la Nación pueda – y los está haciendo – tener un diálogo institucional, no político – o en todo caso político-institucional – más fluido con el Gobierno de la Ciudad en beneficio de los porteños. No de una negociación entre partes sino de aquellos temas que el Gobierno nacional está dispuesto a transferir a la Ciudad en potestades, que ya comenzó. En enero, solo en enero, ya hubo cinco reuniones de trabajo, de la Autopista Illia, un montón de cosas que están.
Eso por un lado, pero también ser muy duros como oposición en los temas sociales. En esa combinación el kirchnerismo puede encontrar una identidad mejor, que no es mala la que tiene, mejorar con una posibilidad incluso de construir una alternativa de gobierno en la Ciudad. Por supuesto está encadenado al debate nacional, eso ya lo sabemos. Pero esa construcción de una alternativa local va a tener que ver también con cómo se acomoden los tantos en el debate nacional y con la continuidad del proyecto nacional que nosotros defendemos. Así que esas cosas creo que miden la identidad política del kirchnerismo en esta etapa.
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