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- 21.02.2014
Juga: “En Piaf hay muchas emociones y estados humanos con la misma intensidad al mismo tiempo”
Por Sebastián Scigliano
Puesta en la piel misma del célebre gorrión de París, la personalísima artista chilena Juga imaginó Juga di Piaf, un espectáculo que pone a la mismísima Édith Piaf en escena, vista por los ojos de alguien que se metió sus canciones adentro, tanto que cambió para este show el nombre con el que antes se la conocía, Juga di Prima. Adaptadas a un sonido también singular, definido como “blueseado rock retropolinésico”, las canciones de Piaf proponen en la voz y la figura de Juga un viaje por “historias de amor, de miseria, de carnaval, de euforia, de desconsuelo, muchas cosas que están ahí retratadas de modo muy interesante”.
¿Cómo llegaste a Piaf?
Su influencia está en mi música desde hace unos 10 años. Desde que la escuché por primera vez me llegó muy profundo; en aquel momento yo no sabía hablar francés, así que no entendía lo que decían sus letras. Sin embargo, me llevó hasta las lágrimas su música, su sola voz. Y de a poco fui incorporando alguna de sus canciones porque realmente me gustaban mucho, y fu investigando qué querían decir. Empecé a incorporar a mis conciertos una que otra, y también le contaba a la gente de qué se trataba la canción, o traducía un par de versos o hacía un poco de gestualidad, digamos, un poco de teatro, para expresar de qué se estaba hablando, porque la verdad es que lo que uno puede apreciar de las canciones de Édith Piaf es su música, la voz de ella, la melodía, la orquestación, muchas cosas que son fantásticas, pero muchas veces se pierde el contenido de sus letras, que fueron compuestas por letristas tremendos, y que reflejan mucho una época, la bohemia, esa época en Europa, que también es una bohemia universal, cosas que son como intensidades de las emociones humanas, que son también bien universales, como las historias de amor, de miseria, de carnaval, de euforia, de desconsuelo, muchas cosas que están ahí retratadas de modo muy interesante. Por todo eso fui agregando cada vez más canciones de ella y en un momento surgió esta idea de Juga di Piaf, en vez de Juga de Prima.
Como si fuese una identidad nueva.
Claro, con repertorio solamente de ella, e intercaladas algunas canciones mías, porque muchas veces en mis shows yo intercalaba también canciones de otras divas que me influyeron mucho, u otras figuras que me gustan, incluso hasta he intercalado canciones de Led Zepelin, o de Marlenen Dietrich, o de Carmen Miranda. Muchas influencias y de muchas partes. Y finalmente surgió lo de Piaf, para enaltecer su música y acercar sus letras y su obra, con otro sonido, sin la intención de imitarla, sino de renovar.
Decías que te conmovió incluso sin saber francés. ¿Recordás qué fue lo que te hizo sentir así?Creo que la primera vez que lloré con Edith Piaff fue con Padam Padam; me transmitió esa locura, esa desesperación, aunque yo no sabía qué estaba diciendo la letra, pero me hacía sentido y me interpelaba, me sentía así y no sabía que me estaba diciendo. Sí sentía esa desesperación que tiene esa canción, como una angustia muy grande.
¿Cómo se asocia esa música con el resto de tu carrera, te parece natural haber llegado hasta ahí?Sí, creo que sí. En ella se conjugan muchas cosas a la misma vez, como decía, son muchas emociones y estados humanos con la misma intensidad al mismo tiempo. Siento que yo también, a veces, lo tengo en mis canciones, lo tengo dentro de mí, esa angustia de querer reflejar algo muy grande y que, de repente, uno se desespera buscando la mejor forma, hasta que la encuentra, y uno se angustia porque siente mucho cosas muy distintas, paralelamente. Siempre hay una forma, igual, y eso se va dando con el tiempo.
Vos tenés cierta impronta de antiheroína, que sufre y se ríe de eso que la hace sufrir. ¿No ves una relación con Piaf ahí?No lo había pensado así, pero sí, puede ser. Hay muchos aspectos que uno tiene, algunos son más fáciles de encarar y otros más difíciles, y yo siempre estoy tratando de encararlos todos. Eso también está en Piaf; ella tiene lados muy oscuros, muy dolorosos, que están en sus canciones.
¿Cómo es la recepción del público?
Muy respetuosa, se internan en mi psiquis (risas). Está la voluntad de hacer el viaje, que es muy personal, pero que igual apela a algo mucho más grande, y creo que lo disfrutan, que se sorprenden, que hay una comunicación y que sí hay un entendimiento de este experimento que se está planteando.
Ese viaje, ¿está buscado o pasa solo en el escenario?
Sucede espontáneamente pero también por el guión que hay, hay un recorrido por las emociones, implícito, claro, porque esto es más un concierto que teatro, pero sí hay un desglose de cada canción y cómo está ligada con la siguiente, y con los pocos elementos simbólicos que hay, causi escenográficos, se refuerza esa idea. Es un show muy íntimo; hoy en día, que hay tanto despliegue de luces y de elementos que al final no están aportando nada en el discurso, traté de simplificar lo más posible, y de llegar a la esencia de lo que tengo que tener ahí.
¿Cómo te resulta hacer este espectáculo en Buenos Aires, una ciudad con tanta historia en este género?
Es un honor poder estar acá, justamente por eso, porque es la oportunidad de estar en salas con gran trayectoria, trabajar con gente del ambiente que sabe mucho, tener conversaciones y poder compartir opiniones sobre mi trabajo es muy enriquecedor, con gente que ha visto mucho. También yo hago eso, voy a ver espectáculos, conciertos, teatro musical, en esas salas con su piano de cola, su telón, con toda la gente que ha pasado por ahí, eso te nutre mucho.
¿Para dónde va tu música?
Yo soy cantautora, compositora, y yo velo por mis canciones, lo que más e interesa es seguir desarrollando mi música. Prontamente estoy lanzando un disco que reúne canciones que he grabado durante toda mi carrera, y sigo componiendo a full, y lo que me interesa es grabar y tocar mi música, con las tonalidades nuevas que estoy buscando.
¿Y cómo pensás que te va a influir Piaf en ese camino?
Yo agradezco todos los días a Édith Piaf estar abriendo puertas a través de su música, acercando su música, y encarnando un poco esta ola de sentimientos y pasiones. Creo que me ha hecho crecer mucho este show como artista, he tenido que indagar más profundo aun como artista, hacer mucha síntesis de expresión, de puesta en escena, y el hecho de haberme interiorizado tanto con sus canciones, haberla incorporado tanto, va a influir en mi estilo, eso es seguro.
Puesta en la piel misma del célebre gorrión de París, la personalísima artista chilena Juga imaginó Juga di Piaf, un espectáculo que pone a la mismísima Édith Piaf en escena, vista por los ojos de alguien que se metió sus canciones adentro, tanto que cambió para este show el nombre con el que antes se la conocía, Juga di Prima. Adaptadas a un sonido también singular, definido como “blueseado rock retropolinésico”, las canciones de Piaf proponen en la voz y la figura de Juga un viaje por “historias de amor, de miseria, de carnaval, de euforia, de desconsuelo, muchas cosas que están ahí retratadas de modo muy interesante”.
¿Cómo llegaste a Piaf?
Su influencia está en mi música desde hace unos 10 años. Desde que la escuché por primera vez me llegó muy profundo; en aquel momento yo no sabía hablar francés, así que no entendía lo que decían sus letras. Sin embargo, me llevó hasta las lágrimas su música, su sola voz. Y de a poco fui incorporando alguna de sus canciones porque realmente me gustaban mucho, y fu investigando qué querían decir. Empecé a incorporar a mis conciertos una que otra, y también le contaba a la gente de qué se trataba la canción, o traducía un par de versos o hacía un poco de gestualidad, digamos, un poco de teatro, para expresar de qué se estaba hablando, porque la verdad es que lo que uno puede apreciar de las canciones de Édith Piaf es su música, la voz de ella, la melodía, la orquestación, muchas cosas que son fantásticas, pero muchas veces se pierde el contenido de sus letras, que fueron compuestas por letristas tremendos, y que reflejan mucho una época, la bohemia, esa época en Europa, que también es una bohemia universal, cosas que son como intensidades de las emociones humanas, que son también bien universales, como las historias de amor, de miseria, de carnaval, de euforia, de desconsuelo, muchas cosas que están ahí retratadas de modo muy interesante. Por todo eso fui agregando cada vez más canciones de ella y en un momento surgió esta idea de Juga di Piaf, en vez de Juga de Prima.
Como si fuese una identidad nueva.
Claro, con repertorio solamente de ella, e intercaladas algunas canciones mías, porque muchas veces en mis shows yo intercalaba también canciones de otras divas que me influyeron mucho, u otras figuras que me gustan, incluso hasta he intercalado canciones de Led Zepelin, o de Marlenen Dietrich, o de Carmen Miranda. Muchas influencias y de muchas partes. Y finalmente surgió lo de Piaf, para enaltecer su música y acercar sus letras y su obra, con otro sonido, sin la intención de imitarla, sino de renovar.
Decías que te conmovió incluso sin saber francés. ¿Recordás qué fue lo que te hizo sentir así?Creo que la primera vez que lloré con Edith Piaff fue con Padam Padam; me transmitió esa locura, esa desesperación, aunque yo no sabía qué estaba diciendo la letra, pero me hacía sentido y me interpelaba, me sentía así y no sabía que me estaba diciendo. Sí sentía esa desesperación que tiene esa canción, como una angustia muy grande.
¿Cómo se asocia esa música con el resto de tu carrera, te parece natural haber llegado hasta ahí?Sí, creo que sí. En ella se conjugan muchas cosas a la misma vez, como decía, son muchas emociones y estados humanos con la misma intensidad al mismo tiempo. Siento que yo también, a veces, lo tengo en mis canciones, lo tengo dentro de mí, esa angustia de querer reflejar algo muy grande y que, de repente, uno se desespera buscando la mejor forma, hasta que la encuentra, y uno se angustia porque siente mucho cosas muy distintas, paralelamente. Siempre hay una forma, igual, y eso se va dando con el tiempo.
Vos tenés cierta impronta de antiheroína, que sufre y se ríe de eso que la hace sufrir. ¿No ves una relación con Piaf ahí?No lo había pensado así, pero sí, puede ser. Hay muchos aspectos que uno tiene, algunos son más fáciles de encarar y otros más difíciles, y yo siempre estoy tratando de encararlos todos. Eso también está en Piaf; ella tiene lados muy oscuros, muy dolorosos, que están en sus canciones.
¿Cómo es la recepción del público?
Muy respetuosa, se internan en mi psiquis (risas). Está la voluntad de hacer el viaje, que es muy personal, pero que igual apela a algo mucho más grande, y creo que lo disfrutan, que se sorprenden, que hay una comunicación y que sí hay un entendimiento de este experimento que se está planteando.
Ese viaje, ¿está buscado o pasa solo en el escenario?
Sucede espontáneamente pero también por el guión que hay, hay un recorrido por las emociones, implícito, claro, porque esto es más un concierto que teatro, pero sí hay un desglose de cada canción y cómo está ligada con la siguiente, y con los pocos elementos simbólicos que hay, causi escenográficos, se refuerza esa idea. Es un show muy íntimo; hoy en día, que hay tanto despliegue de luces y de elementos que al final no están aportando nada en el discurso, traté de simplificar lo más posible, y de llegar a la esencia de lo que tengo que tener ahí.
¿Cómo te resulta hacer este espectáculo en Buenos Aires, una ciudad con tanta historia en este género?
Es un honor poder estar acá, justamente por eso, porque es la oportunidad de estar en salas con gran trayectoria, trabajar con gente del ambiente que sabe mucho, tener conversaciones y poder compartir opiniones sobre mi trabajo es muy enriquecedor, con gente que ha visto mucho. También yo hago eso, voy a ver espectáculos, conciertos, teatro musical, en esas salas con su piano de cola, su telón, con toda la gente que ha pasado por ahí, eso te nutre mucho.
¿Para dónde va tu música?
Yo soy cantautora, compositora, y yo velo por mis canciones, lo que más e interesa es seguir desarrollando mi música. Prontamente estoy lanzando un disco que reúne canciones que he grabado durante toda mi carrera, y sigo componiendo a full, y lo que me interesa es grabar y tocar mi música, con las tonalidades nuevas que estoy buscando.
¿Y cómo pensás que te va a influir Piaf en ese camino?
Yo agradezco todos los días a Édith Piaf estar abriendo puertas a través de su música, acercando su música, y encarnando un poco esta ola de sentimientos y pasiones. Creo que me ha hecho crecer mucho este show como artista, he tenido que indagar más profundo aun como artista, hacer mucha síntesis de expresión, de puesta en escena, y el hecho de haberme interiorizado tanto con sus canciones, haberla incorporado tanto, va a influir en mi estilo, eso es seguro.
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