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- 07.01.2014
Los usuarios del subte, molestos con el anuncio de un nuevo aumento
Manifestaron ayer por la mañana su malestar por el próximo aumento del pasaje, que el gobierno porteño planea llevar de 3,50 a 4,50 pesos, y coincidieron en que los otros dos reajustes practicados en los últimos 2 años -que totalizaron un aumento del 309%- “no mejoraron la calidad del servicio”.
“Me parece malísimo. Yo vengo todos los días a trabajar al centro, uso más que nada el subte y puedo decir que, salvo la línea A, no mejoró nada. La gente viaja hacinada como ganado, peor desde que pusieron estaciones nuevas sin aumentar la cantidad de coches y la frecuencia”, aseguró Eladia Rodríguez, de Mataderos.
A Patricia y Luis Labaqué, una pareja que se recupera en un banco de Plaza de Mayo después de un viaje en tren y colectivo desde San Isidro, el anuncio de aumento les cayó muy mal “porque todo aumenta pero el sueldo, nada”.
“Nosotros hoy pensamos venir caminando desde Retiro hasta Plaza de Mayo para ahorrarnos el colectivo, pero con este calor no se puede. Subte no tomamos porque ya está caro y tenemos que tomar dos, en colectivo se viaja mejor y es más barato”, contó Patricia. “Hacen plata, se la llevan toda ellos y el obrero paga los platos rotos”, agregó Luis, que es empleado municipal, de mantenimiento.
Antonio Fumo, por su parte, cuestionó la “falta de relación entre los aumentos, el precio del transporte y la calidad del servicio”, a la que calificó de “pésima”. “El precio del boleto sería barato para un servicio que funcione bien, pero acá es caro para lo pésimo que se viaja”, sostuvo, a pesar de que antes se pronunció a favor de la eliminación de los subsidios que “hacen que nos manejemos con una ficción”.
A otros pasajeros el aumento les parece “lógico”, pero advierten que los incrementos no deberían ser tan frecuentes y tendrían que estar acompañados por una mejora en la calidad del servicio y de los salarios.
“No me parece ilógico por los cambios que le hicieron al subte, el tema es que no estábamos acostumbrados a tantos reajustes y tan violentos. El aumento molesta y mucho, porque también deberían aumentar los sueldos y eso no pasa”, afirmó Hernando Haritchabalet.
En términos similares se expresó Maximiliano Bibbó, quien además cuestionó los descuentos escalonados por frecuencia de uso porque “la tarifa tiene que ser igual para todos”. “El aumento duele porque quien lo utiliza frecuentemente, lo siente y mucho, pero si va a ayudar a mejorar el servicio no está mal. Lo que pasa es que ya hubo dos aumentos, el servicio sigue igual y las mejoras no se ven”, dijo.
El gobierno porteño anunció la semana pasada que impulsa una propuesta de aumento del pasaje en subte, llevándolo a 4,50 pesos y con un sistema escalonado que comienza a descender cuando el usuario supera los 20 viajes mensuales, siempre y cuando utilice las tarjetas SUBE o Monedero.
“Me parece malísimo. Yo vengo todos los días a trabajar al centro, uso más que nada el subte y puedo decir que, salvo la línea A, no mejoró nada. La gente viaja hacinada como ganado, peor desde que pusieron estaciones nuevas sin aumentar la cantidad de coches y la frecuencia”, aseguró Eladia Rodríguez, de Mataderos.
A Patricia y Luis Labaqué, una pareja que se recupera en un banco de Plaza de Mayo después de un viaje en tren y colectivo desde San Isidro, el anuncio de aumento les cayó muy mal “porque todo aumenta pero el sueldo, nada”.
“Nosotros hoy pensamos venir caminando desde Retiro hasta Plaza de Mayo para ahorrarnos el colectivo, pero con este calor no se puede. Subte no tomamos porque ya está caro y tenemos que tomar dos, en colectivo se viaja mejor y es más barato”, contó Patricia. “Hacen plata, se la llevan toda ellos y el obrero paga los platos rotos”, agregó Luis, que es empleado municipal, de mantenimiento.
Antonio Fumo, por su parte, cuestionó la “falta de relación entre los aumentos, el precio del transporte y la calidad del servicio”, a la que calificó de “pésima”. “El precio del boleto sería barato para un servicio que funcione bien, pero acá es caro para lo pésimo que se viaja”, sostuvo, a pesar de que antes se pronunció a favor de la eliminación de los subsidios que “hacen que nos manejemos con una ficción”.
A otros pasajeros el aumento les parece “lógico”, pero advierten que los incrementos no deberían ser tan frecuentes y tendrían que estar acompañados por una mejora en la calidad del servicio y de los salarios.
“No me parece ilógico por los cambios que le hicieron al subte, el tema es que no estábamos acostumbrados a tantos reajustes y tan violentos. El aumento molesta y mucho, porque también deberían aumentar los sueldos y eso no pasa”, afirmó Hernando Haritchabalet.
En términos similares se expresó Maximiliano Bibbó, quien además cuestionó los descuentos escalonados por frecuencia de uso porque “la tarifa tiene que ser igual para todos”. “El aumento duele porque quien lo utiliza frecuentemente, lo siente y mucho, pero si va a ayudar a mejorar el servicio no está mal. Lo que pasa es que ya hubo dos aumentos, el servicio sigue igual y las mejoras no se ven”, dijo.
El gobierno porteño anunció la semana pasada que impulsa una propuesta de aumento del pasaje en subte, llevándolo a 4,50 pesos y con un sistema escalonado que comienza a descender cuando el usuario supera los 20 viajes mensuales, siempre y cuando utilice las tarjetas SUBE o Monedero.
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