Vecinos damnificados siguen en la calle tras el incendio

Las doce familias que vivían en el conventillo incendiado el domingo, donde murieron dos hermanitos, se encuentran aún en acampando en la calle. Denunciaron que no recibieron ayuda del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

En diálogo con Télam, Jenny Rivera, una de las damnificadas por el incendio -que se produjo en Carlos Melo 850 y 856- contó que perdió todas sus pertenencias y que desde el domingo vive la calle con sus tres hijos.

Fuentes judiciales informaron, que desde el gobierno porteño descartaron brindar asistencia y contención en el lugar, porque "no quieren ranchadas" y que les ofrecieron ser trasladados a distintos paradores.

Los vecinos damnificados aseguraron que el fuego se inició de manera intencional e insistieron en reclamar el respaldo de la administración de Mauricio Macri, ya que "sólo hemos recibido ayuda de nuestros vecinos".

El panorama en la esquina donde se levantaban las dos viviendas afectadas por el fuego es desolador, con amplios sectores reducidos a una montaña de materiales carbonizados. Tres carpas albergan a algunos de los vecinos que allí vivían, quienes pasan la noche en plena calle por temor a perder las pertenencias que lograron salvar.

El siniestro está siendo investigado por la Fiscalía Nacional de Instrucción Nº11, a cargo de Juan Andrés Necol. Ayer, familiares y cientos de vecinos velaron a los dos hermanitos Víctor y Héctor Herrera que murieron tras incendiarse el conventillo en el que vivían con sus familias.

Una de las vecinas, María, contó que "se acercaron del Gobierno de la Ciudad y nos ofrecieron ir a paradores; también nos propusieron ir a hoteles o un subsidio habitacional por unos meses, pero nosotros queremos que reconstruyan nuestros hogares, y de eso no hemos tenido ninguna respuesta". Y continuó: "tampoco hay nadie preso por lo que pasó, ningún responsable; o sea que del domingo a hoy estamos iguales".

Desde el domingo, cuando ocurrió el incendio, las doce familias que vivían en los edificios se encuentran en la calle, a excepción de los once vecinos que están hospitalizados, como es el caso de la mamá de los dos nenes fallecidos.


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