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- 11.10.2013
Suben a escena tres obras en homenaje a Teatro Abierto
A treinta años de la recuperación de la democracia, la Secretaría de Cultura de la Presidencia de la Nación y el teatro El Picadero organizan "Nuestro Teatro", un concurso de dramaturgia y un ciclo de obras, en homenaje al movimiento de resistencia cultural nacido en 1981 por impulso de Roberto Cossa y Osvaldo Dragún, y como modo de fomentar una identidad teatral argentina popular y federal.
Las funciones en Teatro El Picadero se realizarán, hasta el 26 de noviembre, los martes a las 21 hs, con entrada gratuita. Se presentarán tres piezas del repertorio: "Gris de ausencia", de Roberto Cossa; "Decir sí", de Griselda Gambaro, y "Papá querido", de Aída Bortnik.
"Gris de ausencia", cuenta con la dirección de Agustín Alezzo, asistencia de Federico Tombetti y las actuaciones de Aldo Barbero, Pepe Novoa, Jorge Suárez, Adela Gleijer y Natalia Lifschitz. Los personajes son una familia de inmigrantes italianos que emigran de regreso a Roma. Con descendencia argentina educada en otras latitudes, revierte el fenómeno típico de la Argentina y señala inquietantes condiciones actuales que obligan a un retorno nada exitoso.
"Decir sí", dirigida por Ciro Zorzoli, asistencia de Gabriel Baigorria e interpretaciones de Mario Alarcón, como el peluquero, y Héctor Díaz, como el cliente, narra la alienación y cómo esta adquiere tintes ridículos: aquel que se somete y pierde su libertad por causas inútiles y triviales que, por contraste, producen resultados sangrientos. En esta obra, las alusiones a la violencia y la represión crean el síndrome que se establece entre víctima y victimario, dentro de un sistema bien calculado y premeditado. Aparentemente inocente, la identificación peluquero-dictadura-"desaparecidos" es fácilmente perceptible por el espectador.
"Papá querido", la dirección corre por cuenta de Javier Daulte, mientras que los personajes cobran vida de la mano de Gerardo Chendo (Carlos), Gloria Carrá (Electra), Julieta Vallina (Clara) y Esteban Meloni (José). La obra trata cómo la muerte del padre convoca al reencuentro de los hijos para una posible reconciliación, pero ni ante su memoria son capaces de entendimiento y unión. El coro fraterno, que recita "cada uno es responsable por la libertad, por toda la solidaridad, por toda la dignidad, por toda la justicia y por todo el amor del mundo", adquiere una especial significación que apunta a situaciones sociales.
Las funciones en Teatro El Picadero se realizarán, hasta el 26 de noviembre, los martes a las 21 hs, con entrada gratuita. Se presentarán tres piezas del repertorio: "Gris de ausencia", de Roberto Cossa; "Decir sí", de Griselda Gambaro, y "Papá querido", de Aída Bortnik.
"Gris de ausencia", cuenta con la dirección de Agustín Alezzo, asistencia de Federico Tombetti y las actuaciones de Aldo Barbero, Pepe Novoa, Jorge Suárez, Adela Gleijer y Natalia Lifschitz. Los personajes son una familia de inmigrantes italianos que emigran de regreso a Roma. Con descendencia argentina educada en otras latitudes, revierte el fenómeno típico de la Argentina y señala inquietantes condiciones actuales que obligan a un retorno nada exitoso.
"Decir sí", dirigida por Ciro Zorzoli, asistencia de Gabriel Baigorria e interpretaciones de Mario Alarcón, como el peluquero, y Héctor Díaz, como el cliente, narra la alienación y cómo esta adquiere tintes ridículos: aquel que se somete y pierde su libertad por causas inútiles y triviales que, por contraste, producen resultados sangrientos. En esta obra, las alusiones a la violencia y la represión crean el síndrome que se establece entre víctima y victimario, dentro de un sistema bien calculado y premeditado. Aparentemente inocente, la identificación peluquero-dictadura-"desaparecidos" es fácilmente perceptible por el espectador.
"Papá querido", la dirección corre por cuenta de Javier Daulte, mientras que los personajes cobran vida de la mano de Gerardo Chendo (Carlos), Gloria Carrá (Electra), Julieta Vallina (Clara) y Esteban Meloni (José). La obra trata cómo la muerte del padre convoca al reencuentro de los hijos para una posible reconciliación, pero ni ante su memoria son capaces de entendimiento y unión. El coro fraterno, que recita "cada uno es responsable por la libertad, por toda la solidaridad, por toda la dignidad, por toda la justicia y por todo el amor del mundo", adquiere una especial significación que apunta a situaciones sociales.
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