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- 02.10.2013
La comunidad parroquial se hará cargo de reparar los daños de la iglesia San Ignacio de Loyola
Francisco Baigorria, el sacerdote de la iglesia San Ignacio de Loyola, que fuera atacada por cinco alumnos del Colegio Nacional de Buenos Aires, aclaró que los gastos por los destrozos "los asumirá en su totalidad la comunidad parroquial".
De esta manera, explicó que "el compromiso del Gobierno nacional en finalizar la cuarta etapa Master Plan de restauración del patrimonio, estimado en 14 millones de pesos, nada tiene que ver con el costo de los daños causados por las profanaciones, gastos que asume en su totalidad la comunidad parroquial".
Mediante un comunicado, Baigorria además manifestó "no aceptar nada, en el orden material, de ningún estamento: privado, institucional o gubernamental" y a cambio pidió "la oración y el compromiso de trabajar como comunidad".
También agradeció las expresiones de repudio y solidaridad por los destrozos en el templo más antiguo de Buenos Aires, y explicó que "por Divina Providencia, los daños materiales fueron pocos e insignificantes en consideración con los daños y perjuicios morales y espirituales de toda la comunidad, creyente y no creyente".
La restauración que lleva adelante el Gobierno nacional incluye los accesos a los túneles coloniales, los claustros del antiguo Colegio jesuítico y el acondicionamiento de todas las dependencias parroquiales donde se desarrollan las actividades pastorales, estimada en 14 millones de pesos.
De esta manera, explicó que "el compromiso del Gobierno nacional en finalizar la cuarta etapa Master Plan de restauración del patrimonio, estimado en 14 millones de pesos, nada tiene que ver con el costo de los daños causados por las profanaciones, gastos que asume en su totalidad la comunidad parroquial".
Mediante un comunicado, Baigorria además manifestó "no aceptar nada, en el orden material, de ningún estamento: privado, institucional o gubernamental" y a cambio pidió "la oración y el compromiso de trabajar como comunidad".
También agradeció las expresiones de repudio y solidaridad por los destrozos en el templo más antiguo de Buenos Aires, y explicó que "por Divina Providencia, los daños materiales fueron pocos e insignificantes en consideración con los daños y perjuicios morales y espirituales de toda la comunidad, creyente y no creyente".
La restauración que lleva adelante el Gobierno nacional incluye los accesos a los túneles coloniales, los claustros del antiguo Colegio jesuítico y el acondicionamiento de todas las dependencias parroquiales donde se desarrollan las actividades pastorales, estimada en 14 millones de pesos.
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